Cese de la campaña a favor de Amina Lawal;
Editor Equipo Nizkor [nizkor@derechos.org]
14 de mayo de 2003

Nota del Equipo Nizkor:
En el presente mensaje nos hacemos eco de la solicitud de la organización BAOBAB por los Derechos Humanos de las Mujeres, que solicitan fundamentadamente la suspensión de la campaña de cartas a favor de Amina Lawal. También un artículo del diario norteamericano New York Times sobre el particular y por último un comunicado de Amnistía Internacional Londres dando su posición. En todos los casos reproducimos el original en inglés para que se pueda contrastar el origen de las traducciones, dada la naturaleza del caso.
Por otra parte, es de resaltar, como este hecho pone de manifiesto, que las actuaciones en el campo de los derechos humanos deben estar debidamente contextualizadas y coordinadas con los organismos locales que conocen y sufren las causas y consecuencias de las violaciones de derechos humanos.
No es la primera vez que ocurren incidentes de esta naturaleza, como fue el caso extremo de la falsa denuncia de violación en un vuelo entre Buenos Aires y Santiago de Chile, que tuvo una amplia repercusión en su momento y que tuvimos la oportunidad de ayudar a investigar y desmentir.
En este caso creemos que la información es clara y sirve para reflexionar sobre algunos mecanismos que hay que verificar siempre, teniendo en cuenta las denominadas "normas de etiquette", de uso voluntario por los usuarios de Internet.
UE 14may03
Equipo Nizkor

I. POR FAVOR, CESAD LA CAMPAÑA INTERNACIONAL DE
CARTAS DE PROTESTA A FAVOR DE AMINA LAWAL
Mayo de 2003


Queridos amigas/os:
Ha existido un sinnúmero de campañas y de cartas respecto a Amina Lawal (condenada a morir lapidada, en agosto de 2002, por adulterio). Muchas de ellas son inadecuadas e inefectivas e incluso pueden dañar su causa y aquéllas de otras mujeres en situaciones similares. BAOBAB por los Derechos Humanos de las Mujeres, responsable de la puesta en marcha y apoyo continuado a la defensa de casos como el de la Sra. Lawal, agradece al mundo su apoyo y preocupación, pero solicita que por favor, de momento (mayo 2003), detengan la campaña internacional de cartas de protesta a favor de Amina Lawal. La información que circula actualmente es inexacta y tales campañas no ayudan a la situación en Nigeria, que es volátil. Al final de esta carta, indicamos las vías mediante las cuales pueden ayudarnos y esperamos poder contar con su continuo apoyo.

CLARIFICACIÓN DE LOS HECHOS
Primero, nos gustaría examinar algunos hechos que esperamos clarifiquen la situación. Contrariamente a la información que circula ampliamente, la condena de Amina Lawal NO ha sido confirmada por el Tribunal Supremo de Nigeria. La señora Lawal fue primero condenada por el Tribunal Superior del Estado de Katsina (norte de Nigeria). Su apelación está actualmente en el Tribunal de la Sharia de Apelación del Estado de Katsina. La siguiente audiencia de la apelación ha sido fijada para el 3 de junio de 2003. Si la apelación no prosperase, la señora Lawal podría apelar al Tribunal Sharia de Apelación (Tribunal federal nigeriano). Sólo si no triunfa en el Tribunal Federal de Apelación, el caso del Lawal iría al Tribunal Supremo de Nigeria. En otras palabras, el proceso está aún lejos de una inmediata lapidación. Aunque la tensión de la Sra. Lawal es obviamente considerable y penosa, ella no está en peligro inmediato de una ejecución judicial.
Además, hasta el momento, no se ha perdido ninguna de las apelaciones presentadas por BAOBAB y las ONGs de apoyo local de Nigeria. Todo los procesos de apelación han tenido éxito. Una vez más, se han ganado todas estas apelaciones en los tribunales de la Sharia del estado, desde donde se elevarían al Tribunal Supremo. (Sin embargo, insistimos en que aún queda trabajo por hacer en este ámbito ya que a veces los jueces optan por invalidar en base a tecnicismos, evitando entrar en el fondo de los recursos. También subrayamos que históricamente los Tribunales Estatales Sharia de Apelación, y especialmente el Tribunal Federal Sharia de Apelación, han aprobado sentencias que son más equitativas con el género, en contrate con los Tribunales inferiores, donde se han dictado todas las penas).
Contrariamente a los comunicados que han dado pie a muchas de las campañas internacionales de peticiones y cartas de protesta, no se ha producido ningún indulto como resultado de la presión internacional. Ninguna de las víctimas ha sido indultada.
Ninguna de las sentencias de lapidación se ha llevado a cabo. Bien porque las apelaciones han tenido éxito o bien porque las condenadas aún están en proceso de apelación.

¿PELIGROS DE LAS CAMPAÑAS DE CARTAS?
Sin embargo, si existiera algún peligro físico inmediato para la señora Lawal y otros, éste procede de los grupos de vigilantes y la adicional (sobre) reacción política a los intentos internacionales de presión. Esto ha sucedido ya en el caso de Bariya Magazu, una adolescente soltera acusada de ‘zina’ (mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio) y condenada a ser azotada en Zamfara en 1999. La sentencia de Magazu fue ejecutada, de forma bastante ilegal, sin aviso, pese a las afirmaciones previas del tribunal de que la sentencia no sería ejecutada hasta por lo menos un año después. La noche anterior se le informó de que sería realizada a primera hora de la mañana siguiente ( y así no hubo forma de ponerse en contacto con nadie para pedir ayuda, incluso en el caso de que esta adolescente, sin escolarizar y pobre, hubiera tenido acceso a un teléfono o conocimiento organizado y experiencia), la burocracia estatal ha sido instruida para obstruir y rechazar los escritos de apelación de los abogados de BAOBAB. La sentencia fue ejecutada de forma ilegal, no sólo a pesar a la presión nacional e internacional, sino que se actuó deliberadamente de este modo para desafiar tal presión. El gobernador del Estado de Zamfara alardeó de su resistencia a estas cartas procedentes de infieles. Por lo tanto, nos gustaría que se reconociera que la campaña internacional de cartas de protesta no es necesariamente siempre la forma más eficaz de actuar. Por el contrario, los defensores de los derechos de las mujeres deberían valorar sus potenciales efectos contraproducentes antes de planificar las estrategias.

PROBLEMAS CON LAS PETICIONES BASADAS EN INFORMACIÓN INEXACTA
Incluso cuando las protestas son formas adecuadas de acción, cuando se basan en inexactitudes de hecho, son más fáciles de ignorar. Las protestas y cartas que circulan basadas en información inexacta pueden además agravar la situación en lugar de ayudar, y dañar la credibilidad del movimiento activista local , quien se entiende que ha facilitado esta información. Si recordamos que son los/as activistas locales quien en la mayoría de los casos facilitan la introducción de los derechos principales en la realidad cotidiana de la gente, el reducir la capacidad y el potencial de estos/as activistas locales para promocionar y defender los derechos humanos y de las mujeres es un modo contraproducente de actuación. Por favor, verifique la veracidad de la información con el movimiento activista local antes de difundir las peticiones o responder a ellas.

ESTEREOTIPOS NEGATIVOS REPRESENTATIVOS DEL ISLAM
Y DE LOS MUSULMANES
Los discursos del colonialismo dominante y los principales medios de comunicación internacionales han presentado al Islam ( y a África) como el Otro bárbaro y salvaje. Por favor, no les haga caso. Los estereotipos aceptados que presentan al Islam como incompatible con los derechos humanos no sólo perpetúan el racismo sino que además confirman los argumentos de los extremistas político-religiosos de derecha en todos nuestros contextos. Valoramos que muchos de los que se suman a las campañas de cartas están motivados por el mismo sentido de solidaridad internacional y feminista que lleva a BABOBAB a participar en las acciones internacionales. Pero cuando las cartas de protesta representan estereotipos negativos del Islam y de los musulmanes, más que fomentar la reflexión y reforzar los movimientos progresistas locales, inflaman los ánimos. Pueden dar como resultado comportamientos como el del gobernador del estado de Zamfara respecto a Bariya Magazu o incluso comportamientos más amenazantes, hostiles y violentos por parte de los vigilantes (en las acciones extra-legales de los actores no estatales, como las hordas de jóvenes desempleados que conforman el grueso de los vigilantes). En consecuencia, tales cartas pueden poner en peligro tanto a las víctimas, que son fácilmente detectadas en sus comunidades, como a activistas y abogados/as que las apoyan (que son particularmente vulnerables cuando tienen que pasar entre multitudes hostiles de camino al juzgado, por ejemplo).
Los discursos musulmanes y la invocación del Islam pueden utilizarse tanto para vindicar y proteger los derechos de las mujeres en algunos lugares y situaciones, como para violarlos y restringirlos en otros lugares y ocasiones, como en este caso. Lo mismo puede decirse de otras muchas religiones y discursos (por ejemplo, el cristianismo, el capitalismo, el socialismo, la modernización, por nombrar unos pocos). Para nosotras la cuestión es preguntar quién invoca al Islam (o cualquier otra creencia / discurso), con qué fines, y además reconocer y apoyar a los disidentes dentro de la comunidad involucrada más que sumarnos a una condena generalizada de las creencias y culturas, la cual rara vez es adecuada o efectiva para cambiar los puntos de vista dentro de la comunidad afectada. Por favor, sea sensible a estas cuestiones en cualquier carta de protesta que escriba.

APOYO A LAS PRESIONES LOCALES
Existe un lugar para la presión y las campañas internacionales. No queremos plantear que no sea importante realizar una campaña internacional. Sin embargo, el uso de las peticiones de protesta internacional como respuesta automática reduce su utilidad como herramienta de defensa. Creemos que ahora no es el momento oportuno para realizar una campaña internacional de cartas de protesta, pero nos preocupa que la situación cambie y que cuando necesitemos la presión internacional y pidamos el apoyo internacional, entonces la energía moral y la indignación del mundo haya agotado el efecto como resultado de la fatiga por la campaña.
Las campañas internacionales de cartas tienen un potencial específico que puede ser espectacularmente exitoso (como en el caso de Fátima Yacoub en Chad a mediados de los años 90). Sin embargo no es oportuna en este momento. El caso de Amina no es un caso individual. No todos los casos de condena han merecido titulares en los medios internacionales, ni siquiera en los nacionales. Todos ellos no pueden convertirse en causas célebres y en temas para cartas de protestas. (Muy poca gente conoce el nombre de Hafsatu Abubakar, la primera mujer absuelta tras apelar una sentencia a morir lapidada, ni el nombre de otras 8 mujeres y 10 jóvenes cuyos casos lleva en este momento BAOBAB, por ejemplo).
La prioridad es el uso de las estructuras y mecanismos locales (como medio para resistir las leyes retrógradas o las interpretaciones de las leyes y de las fuerzas que están detrás). Los islamistas políticos y los vigilantes amenazan (y realizan) actos de violencia contra quienes les critican con el fin de intimidar a la gente. Pero también han difundido el argumento de que cualquier crítica o apelación de la condena es antiislámica y equivale a apostasía y, por lo tanto, intentan mantener a la gente sometida pacífica y voluntariamente. Uno de los medios de oposición es nuestra posibilidad de presentar apelaciones en el sistema de la Sharia y, por lo tanto, demostrar que la gente tiene derecho a apelar y hacer frente a las injusticias, incluidas aquéllas que se realizan en nombre del Islam.
Cada apelación en los tribunales de la sharia locales fortalece este proceso. Desde los primeros casos, el de Bariya Magazu (en el que BAOBAB tuvo que convencer a su familia y varios líderes de opinión de la aldea para que aceptasen una apelación) y el caso Jangedi (en el que un hombre acusado de robo se negó a apelar y le fue amputada una mano), muchas víctimas ya no se conforman con las injusticias, sino que buscan ayuda. Además, tanto en el caso de Safiya Husseini Tungar-Tudu como en el de Amina Lawal, los miembros de sus comunidades han hablado del abuso de la Sharia y han realizado acciones para protegerlas de los vigilantes locales. Este tipo de acciones no sucedían cuando BAOBAB comenzó su trabajo en 1999. En esa época ni siquiera resultaba fácil encontrar un abogado de la comunidad musulmana dispuesto a representar a la víctima.
Las apelaciones ganadas en los tribunales de la Sharia, como nosotros/as y otros/as han hecho, establecen que no pueden ejecutarse las condenas. Un indulto significa que la gente es culpable pero el estado les perdona, lo que no posee la misma resonancia moral y política. Un indulto, percibido como resultado de una presión exterior, convence incluso menos a la comunidad de que sea justo. Si no queremos que tales abusos continúen tenemos que convencer a la comunidad de que no acepte las injusticias, incluso cuando se realizan en nombre de creencias fuertemente arraigadas.

DECISIÓN DE LAS ESTRATEGIAS PARA COMBATIR LAS INJUSTICIAS
Pedimos estrategias de solidaridad internacional que respeten los análisis y las acciones de aquellos/as activistas involucrados/as más de cerca y en contacto con las cuestiones sobre el terreno y los deseos de las mujeres y hombres que sufren de forma directa las violaciones de sus derechos. Los grupos locales en Nigeria que representan directamente a las víctimas (a la cabeza de los cuales están BAOBAB para los Derechos Humanos de las Mujeres y WRAPA Agencia para la Protección y Avance de los Derechos de las Mujeres) han pedido de forma explícita que NO se realicen campañas internacionales de cartas. Cuando las víctimas de los abusos de los derechos humanos permanecen incomunicadas entonces cada uno puede claramente actuar según sus propias creencias para intentar ayudarlas. Tal no es la situación. Las víctimas no están detenidas (de hecho, conceden entrevistas a la prensa). Han elegido apelar y aceptar la asistencia de las ONG como BAOBAB, WRAPA y las redes de ONG nigerianas de mujeres y de Derechos Humanos que las apoyan. Existe una arrogancia perjudicial en presuponer que las organizaciones internacionales de Derechos Humanos u otras siempre saben más que las directamente involucradas y que, por lo tanto, pueden realizar acciones en contra de sus deseos expresos. Desde luego, siempre existe la posibilidad de que aquéllos directamente involucrados estén equivocados, pero seguramente la línea de acción es persuadirles de la corrección de los análisis y estrategias de uno, más que ignorar sus deseos. Ellos al menos tienen que vivir directamente con las consecuencias de cualquier decisión equivocada que tomen. Por favor, contacte con aquéllos/as cuyos derechos han sido violados y/o los grupos locales directamente involucrados para debatir las estrategias de solidaridad y apoyo antes de lanzar las campañas.

¿CÓMO PUEDEN AYUDAR LA GENTE Y OTRAS ORGANIZACIONES?
De forma inmediata, se necesitan recursos (dinero, pero no sólo dinero) para apoyar directamente tanto a las víctimas como para los procesos de apelación. Casi todas las víctimas son pobres y la mayoría además viven en zonas rurales y se han topado con que sus vidas y trabajo, y los de sus familiares, se ven alterados. Económicamente están afectadas, así como bajo una considerable presión social. Con frecuencia su salud (física y psíquica) se resiente como consecuencia de la presión. A veces se necesitan casas de seguridad para hacer frente a las amenazas de los vigilantes (no las hay de carácter institucional en el norte de Nigeria). Puede ser necesario considerar un asilo seguro (teniendo en cuenta cuestiones como documentos de viaje, visados, costes y cómo reaccionará la burocracia gubernamental). Se necesitan recursos para las necesidades de las víctimas, de sus familias y familiares a cargo, para afrontar las consecuencias de la presión (entre otros, apoyo anímico, tratamientos médicos y medicinas) y para afrontar las cuestiones de la seguridad. También son bienvenidos los intercambios de experiencias y en cuestiones de estrategia con otros grupos que hayan tratado situaciones similares en apoyo de las víctimas en procesos de apelaciones y campañas.
También está el problema de los costes de la apelación. Obviamente, existen gastos legales, que incluyen las costas del tribunal y los honorarios de los abogados (no todos los abogados están dispuestos, o son capaces económicamente de trabajar completamente gratis. Incluso cuando donan su especialización, pueden tener que ser pagados por comparecencias ante el tribunal y los gastos de viaje y manutención). Se generan también toda una serie de gastos asociados. La apelación es intensa en lo personal y larga en el tiempo. Los activistas tienen que consultar la prensa y contactar con las redes locales para encontrar a las víctimas, viajar para ofrecerles apoyo, reunirse y participar en las sesiones de estrategia (incluso si la mayor parte de estos viajes son nacionales), preparar la fundamentación y la documentación, viajar al tribunal con las víctimas, comprometerse en apoyar a la víctima (debatir su situación y las posibles opciones y ramificaciones, enfrentarse con posibles consecuencias como la pérdida de tierras o la enfermedad, proporcionar apoyo emocional), contactar con las redes de apoyo locales e internacionales, eso sin mencionar los informes escritos y análisis constantemente solicitados. Se necesitan recursos para apoyar todo este trabajo.
Los/as activistas de los derechos de las mujeres que trabajan en estos temas desde hace tiempo con el apoyo de abogados/as progresistas, estudiosos islámicos, activistas de derechos humanos de toda Nigeria, del mundo musulmán y de otros lugares, en la forma de argumentaciones jurídicas y religiosas (fiqh), jurisprudencia y estrategias que fueron generosamente compartidas. Nos gustaría reconocer esta ayuda y apoyo (ha sido muy útil y probablemente nunca será suficiente).
A largo plazo, existen dos necesidades que cubrir: la construcción de la cultura de reconocimiento de los derechos y el combate de las violaciones en los ámbitos local y nacional, y el desarrollo de fundamentación y trabajo legal para cambiar las leyes, los requisitos de prueba y procedimientos.
En suma, se necesita con urgencia financiar organizaciones creíbles que realicen tanto el trabajo a corto como a largo plazo.
También son muy útiles los intercambios de información, experiencias y conocimiento de situaciones similares.
También puede ser necesario el ofrecimiento práctico de lugares seguros fuera de la comunidad, pero dentro de Nigeria, y fuera de Nigeria.
Finalmente, por favor, difundan este mensaje ampliamente, incluidas todas listas y redes por las que han circulado peticiones basadas en información inexacta. Sería útil que compartiesen y debatiesen este mensaje con otras/os activistas y organizaciones que han demostrado su solidaridad con estos casos.

Respetuosamente,
Ayesha Iman (Miembro de la Junta) y Sindi Medar-Gould (Directora Ejecutiva)
BAOBAB por los Derechos Humanos de las Mujeres.

NOTA ACLARATORIA:
BAOBAB por los Derechos Humanos de las Mujeres ha estado estrechamente involucrada en la defensa de los derechos de las mujeres, hombres y niños en el derecho musulmán consuetudinario y secular y, en particular, en la defensa de aquellos condenados bajo la nueva legislación Sharia penal, en vigor desde 2000 en Nigeria. De hecho, BAOBAB fue la primera (y durante meses, la única) ONG con miembros de la comunidad musulmana, que desean hablar públicamente contra las versiones retrógradas de las leyes musulmanas y trabajan para cambiar la consideración conservadora dominante de los derechos de la mujer contemplados en la Sharia (leyes religiosas musulmanas) así como en las leyes consuetudinarias y seculares. BAOBAB fue también la primera, y de nuevo durante algún tiempo la única ONG que localiza a las víctimas y apoya sus apelaciones, consigue fondos para los costes y que conformó un equipo estratégico de activistas de derechos humanos y de las mujeres, abogados, estudiosos islámicos, que aportan voluntariamente su experiencia y tiempo. BAOBAB para los Derechos Humanos de las Mujeres recibió en 2002 el Premio Libertad John Humphrey por su trabajo. La labor de BAOBAB también ha sido citada recientemente por el Relator Especial sobre la Violencia contra las Mujeres como ejemplo de la mejor práctica.

MAS INFORMACION:

Versión en español traducida por Mujeres en Red/Yolanda Sobero
http://www.mujeresenred.net/nigeria-baobab.html
Ampliación de datos sobre BAOBAB y versión en inglés disponible en:
http://www.whrnet.org/docs/action-03-05-07.html

II. CUANDO LOS BIENHECHORES NO SABEN LO QUE ESTÁN HACIENDO

ABIDJAN, Costa de Marfil — De vez en cuando llegan arrastrándose a la conciencia de los privilegiados del mundo historias de terribles sufrimientos e injusticias en tierras lejanas. Implícitamente, estas historias piden que se haga algo. Firma una petición, o, estos días, haz doble click con el ratón para salvar una vida.
El correo electrónico puede movilizar instantáneamente la condena moral de millones. Así ocurrió con una acción urgente en favor de Amina Lawal, una mujer nigeriana no alfabetizada condenada a muerte mediante lapidación por el crimen de tener un bebé fuera del matrimonio.
Durante las semanas pasadas, una petición vía correo electrónico de misterioso origen, portadora del nombre y el logo, en español, de Amnistía Internacional, ha estado recorriendo el globo. A los destinatarios se les pedía que “firmaran”electrónicamente y lo reenviaran después a otras personas. La ejecución de la Sra. Lawal era inminente, advertía el mensaje; la Corte Suprema de Nigeria ya había ratificado la sentencia de muerte.
Sin embargo, pronto aparecieron los problemas con la petición vía e-mail. Amnistía Internacional dijo que no tenía nada que ver en el asunto, a pesar de haber estado haciendo campaña enérgicamente a favor de la Sra. Lawal. El caso no ha llegado a la Corte Suprema Nigeriana, con lo que mucho menos puede haber recaído una decisión sobre el mismo.
Cuando Deborah Harding, vicepresidenta del Instituto Open Society en Nueva York, recibió la petición, no vio motivo para dudar. Firmó (o lo intentó, la tecnología le falló) y la reenvió a amigos y colegas.
“Sentí que no podía quedar impasible ante esto”, declaró la Sra. Harding. “La reenvié”.
Desde Nottingham, Inglaterra, a Beirut, Líbano y a Washington D.C., la gente enviaba sus protestas, hasta que los defensores nigerianos de la Sra. Lawal empezaron a enviar sus propias peticiones electrónicas para que cesaran y desistieran de la campaña. Queriendo salvar la vida de la mujer, decían, los firmantes puedan estar poniéndola en peligro, a ella y a sus defensores en Nigeria.
“La información que circula actualmente es inexacta y tales campañas no ayudan a la situación en Nigeria, que es volátil”, decía una carta encabezada por “Estimados amigos”, que la organización Baobab for Women's Human Rights, con sede en Lagos, hizo circular la semana pasada por correo electrónico. “Si existiera algún peligro físico inmediato para la señora Lawal y otros, éste procede de los grupos de vigilantes y la adicional (sobre) reacción política a los intentos internacionales de presión”.
Esta colisión de extranjeros bien intencionados y nigerianos en peligro, ilustra los riesgos del uso de las modernas comunicaciones globales para que la gente del mundo desarrollado haga presión sobre los países en desarrollo sobre una serie de cuestiones, sin ninguna comprensión de la situación sobre el terreno.
La Sra. Lawal, de 31 años de edad, que vive en casa de sus padres en una aldea de cabañas de barro, junto a una carretera llena de surcos, del musulmán norte de Nigeria, se convirtió en célebre causa internacional el pasado mes de agosto, cuando un tribunal islámico de su Estado natal, Kasitna, la halló culpable de adulterio. El tribunal declaró que la Sra. Lawal había confesado tener un hijo fuera del matrimonio, y la condenó a muerte por lapidación después de haber destetado a su hija.
Muchos nigerianos hallaron la sentencia terrible, incluido Olusegun Obasanjo, presidente de la nación y cristiano evangelista. Al margen del veredicto del tribunal estatal, afirmó el Sr. Obasanjo, la sentencia desafía la prohibición que la Constitución nigeriana hace de las penas crueles a inusuales. Esto es algo que los jueces federales de Nigeria tendrían que tener en cuenta si el caso de la Sra. Lawal les llegara.
La causa está pendiente de apelación en el tribunal estatal de Kasitna, y se ha fijado para la vista el día 3 de junio. Sólo después de haber agotado las apelaciones a nivel estatal puede el caso pasar a los tribunales federales de Nigeria. Otros casos similares se encuentran actualmente en fase de apelación, y algunas sentencias previas han sido revocadas. Los abogados de la Sra. Lawal han afirmado que están preparados para llevar el caso a la Corte Suprema de Nigeria.
Durante los dos últimos años, el código penal islámico, o Sharia, ha sido instituido en aproximadamente una docena de estados del norte del país, lo que ha provocado una serie de disturbios que han dejado una cifra estimada de 10.000 muertos. El más reciente, del pasado mes de diciembre, fue desencadenado por un comentario aparecido en un periódico que especulaba en tono de mofa acerca de lo que el profeta Mahoma habría hecho con el desfile de belleza de Miss Mundo, que estaba previsto que se hiciera en Abuja, la capital de Nigeria. El malestar se apoderó de la principal ciudad del norte, Kaduna.
En otras palabras, en Nigeria las cuestiones de religión y de ley religiosa son delicadas, estando su población compuesta en un 50 por ciento de musulmanes, un 40 por ciento de cristianos y un 10 por ciento que profesa varias creencias religiosas.
Es esto por lo que los grupos de mujeres nigerianos se alarmaron ante la petición en apoyo de la Sra. Lawal. Estos grupos temían que la afirmación de que iba a ser ejecutada el 3 de junio impulsara a los promotores de la Shariah a tomar la cuestión por su propia mano caso de creer que los defensores de la Sra. Lawal consiguieran revocar la sentencia. El hecho de que mucho de estos defensores sean extranjeros podría enardecerles aún más.
“No sé dónde hallar la culpa”, dice Ndidi Ekekwe, una encargada de programas de Baobab. “pero antes de firmar cualquier cosa, la gente debiera dar el paso siguiente de confirmar los hechos, porque podría estar causando más daño”.
La Sra. Ekekwe señaló un caso de 1999 en que una adolescente no casada, en el estado septentrional de Zamfara, fue hallada culpable de fornicación y condenada por un tribunal de la Shariah a 100 latigazos mediante vara de caña. Este caso atrajo también las protestas internacionales. El gobernador de Zamfara, un declarado defensor de la Shariah, respondió haciendo que la sentencia se ejecutara antes de que los abogados de la afectada pudieran interponer un recurso.
El juez principal de apelaciones en el caso de la Sra. Lawal ha manifestado ya que no le interesa la opinión de forasteros.
“El mundo no tiene nada que hacer”, declaró el juez Grand Khadi Aminu Ibrahim Katsina en una entrevista a principios de año. “Es por lo que centran su atención en esto”.
[Fuente: Somini Sengupta para el The New York Times, 11may03. Traducción
al español de la versión original en inglés realizada por el Equipo
Nizkor el 13may03]

III. INFORMACIÓN FALSA ACERCA DE LA CAMPAÑA DE AMNISTÍAINTERNACIONAL SOBRE AMINA LAWAL

Amnistía Internacional procedió hoy a corregir una información engañosa falsamente atribuida a una de las páginas web de la Sección Española de Amnistía Internacional. Mediante correo electrónico se ha dado amplia difusión a una información según la cual la ejecución de Amina Lawal había sido fijada para el 3 de junio de 2003 y haciendo referencia a Amnistía Internacional como fuente.
Contrariamente a esta información, ampliamente difundida por Internet, Amnistía Internacional ha publicado constantemente información precisa sobre el caso en todas sus páginas web oficiales.
Amnistía Internacional otorga al caso de Amina Lawal la más alta prioridad y agradece el apoyo que la opinión pública ha prestado a la campaña. No obstante, la difusión de mensajes de correo electrónico con información errónea causa muchos problemas a todos los grupos que están trabajando arduamente en la defensa de Amina Lawal y los derechos humanos de las mujeres en Nigeria.
“Todas nuestras páginas web contienen información actualizada acerca del caso de Amina Lawal. Nuestro material público menciona el 3 de junio de 2003, no como la fecha de ejecución de la sentencia de muerte, sino como la nueva fecha, fijada por el Tribunal de Apelación de la Sharia del Estado de Katsina, para la vista contra su sentencia”, afirma Amnistía Internacional. Una delegación de Amnistía Internacional estuvo presente en el Tribunal, en el Estado de Katsina, el 25 de marzo de 2003, cuando se fijó la nueva fecha.
Amnistía Internacional entiende que actualmente los derechos de Amina Lawal a representación letrada, a un juicio justo y de apelación, están garantizados. Amina Lawal no se encuentra bajo detención y tiene una excelente representación letrada que incluye a destacadas mujeres abogadas y expertos abogados nigerianos. Amnistía Internacional mantiene una estrecha comunicación con estas organizaciones y tiene la precaución de que en sus sitios web solamente se incluya la información más exacta.
De conformidad con la Constitución nigeriana, al término de todos los procesos judiciales que conlleven la pena de muerte, el Presidente de la República puede hacer uso de su prerrogativa de gracia, una decisión que es política y no judicial.
“No dudaremos en hacer campaña a favor de que el Presidente, a su debido tiempo, haga uso de tal prerrogativa , tal y como haríamos por cualquier otro caso bajo cualquier código penal que conlleve la pena de muerte, incluyendo la legislación penal de la Sharia,” subrayó la organización.
Amnistía Internacional seguirá haciendo llamamientos públicos para que el Gobierno Federal proceda a la abolición de la pena de muerte y modifique las disposiciones del ordenamiento jurídico nigeriano que contemplen tratos crueles, inhumanos y degradantes, incluyendo la legislación penal de la Sharia. Sin embargo, no es deseo de la organización interferir en el proceso judicial en el caso de Amina Lawal, y no recomienda llevar a cabo ninguna campaña internacional específicamente sobre su caso en este momento.
[Fuente: Amnesty International Press Release - AI Index: AFR 44/013/2003 (Public) –
News Service No: 111, 112 - 6may03. Traducción al español de la versión original en inglés realizada por el Equipo Nizkor el 13 de mayo de 2003.]