Observatorio social de «la Caixa», mayo de 2020.
Los jóvenes se enfrentan a grandes problemas relacionados con el empleo.
El alto desempleo juvenil, la precariedad laboral y los bajos salarios merman
el bienestar económico y material de este grupo de edad y los coloca en peor
posición relativa respecto a la población en general.
El incremento en el precio de la compra y alquiler de vivienda junto a los bajos
ingresos que obtienen los jóvenes suponen un retraso en la edad de emancipación.
La crisis económica agudizó estas dificultades, aumentando el porcentaje
de jóvenes que viven con sus padres.