A. Laguna
Crónica de las X Jornadas de Pensamiento Crítico
(Página Abierta, 300, enero-febrero de 2014).

Convocadas y organizadas por la Federación Acción en Red se llevaron a cabo las X Jornadas de Pensamiento Crítico los pasados 6 y 7 de diciembre (el llamado “puente de la Constitución”) en la Universidad Carlos III de Leganés (Madrid). Un encuentro entrañable de quienes comparten actividad e inquietudes en las diversas ONG y asociaciones vinculadas a esta Federación estatal y de aquellas personas atraídas por el programa de estas Jornadas, denso, variado y muy apretado en el tiempo. Junto a charlas simultáneas, arrastrando la duda de a cuál acudir, y sesiones plenarias realizadas en el magnífico auditorio de esta Universidad, en ellas no suele faltar el arte, el humor y la diversión, además de los consabidos besos, abrazos y apretones de manos… La asistencia rondó las 400 personas, de las que 350 estaban inscritas. De estas últimas, más de 250 provenían de Andalucía, Canarias, Asturias y de otras comunidades autónomas.

El inicio de las Jornadas: el día 6, a media mañana, comenzaron las Jornadas con un cálido saludo de apertura de Belén González, de Acción en Red-Andalucía, poniendo el acento en el valor e interés de estos encuentros puestos en marcha cada dos años.

De esa manera se daba paso a la primera sesión plenaria. Una mesa redonda sobre El impacto político y el cambio cultural de la protesta social en España en los últimos años. Intervinieron en ella Manuel Jiménez, profesor titular de Sociología de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, y María Luz Morán, catedrática de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.

Manuel Jiménez abordó cuestiones relacionadas con el impacto político de la ola de movilizaciones surgida a raíz del 2011, destacando el protagonismo que la cultura de la protesta ha tenido en los movimientos sociales en España y señalando los elementos de cambio en los repertorios de acción colectiva, en lo que se puede calificar como un proceso de “desbordamiento” de las formas tradicionales de acción y organización. Hablando de la participación política de la sociedad española, extrajo una conclusión: que esta participación –más allá de lo electoral– se muestra, sobre todo, a través de la protesta.  La explicación él la encuentra en la naturaleza cerrada del sistema político español, en el poco eco que las demandas sociales encuentran en los partidos en el poder.

Por su parte, María Luz Morán dedicó su intervención a mostrar algunas conclusiones de una investigación colectiva sobre culturas o representaciones de lo político, especialmente entre los jóvenes, en los últimos años. Y lo hizo dividiendo la exposición en tres partes. Una referida a la quiebra de la matriz cultural de la democracia en España. Otra, señalando las tendencias que se ven en la reconfiguración de los vínculos entre la ciudadanía y la política. Y una tercera para contar algunos de los discursos predominantes, identificados sobre todo –pero no solo– entre la gente joven; datos que permiten a estos investigadores plantear la tesis de que se está produciendo un fragmentación de culturas políticas.

Las primeras sesiones simultáneas

Las primeras horas de la tarde del 6 estuvieron dedicadas a cinco charlas simultáneas en las que hubo de repartirse la gente: 

• Miquel Missé, sociólogo y activista trans, y Cristina Garaizabal, feminista y psicóloga, hablaron de La despatologización de la transexualidad.

Cristina hizo una pequeña intervención sobre los retos para las teorías feministas que suponía la transexualidad. Para ello, primero, se detuvo en recordar cómo aparece la transexualidad: una enfermedad mental; cómo es tratado el cambio de sexo y los correspondientes avances legales; y la aparición de las mujeres transexuales en el movimiento feminista, con los consiguientes debates que suscitaron. Después, tras precisar qué significa la despatologización, planteó la necesidad de repensar las teorías feministas lanzando unas serie de interrogantes: “¿cuestionamiento de la existencia exclusiva de dos géneros?, ¿solo dos sexos?, ¿nos fijamos solo en la necesidad de igualdad entre géneros o cuestionamos el propio sistema binario de géneros?”.

Cuestiones en las que también entró, a su manera, Miquel Missé. Él hizo, en primer lugar, un poco de historia sobre la interpretación médica de la transexualidad, destacando tanto su función de control para que se mantengan los géneros binarios como la buena intención de los primeros sexólogos de aliviar el sufrimiento de las personas trans con sus tratamientos. Así mismo, habló del sentimiento de culpa de las personas trans frente a su cuerpo y la sociedad, que puede provocar muchas veces el maltrato hacia el propio cuerpo.
Otro punto en el que se centró fue en los aspectos controvertidos que tiene el derecho al propio cuerpo y a la vez la ética de la modificación corporal. Y por último, explicó cómo entendía la lucha trans: como la lucha contra las presiones de género. “Lo ideal sería que no existieran personas trans porque no existieran solo mujeres y hombres”.

Otra de este grupo de sesiones simultáneas estuvo dedicada a Una mirada crítica sobre el éxito de la revolución ciudadana en Ecuador, que corrió a cargo de Marcos Gutiérrez.

Este trabajador social, especialista en cooperación internacional, habló del cambio que supuso la llegada a la presidencia de Ecuador de Rafael Correa Delgado. Marcos apuntó que para este país ha supuesto un antes y un después la acción de tan controvertido presidente: su respuesta a la renegociación de la deuda; la apuesta por la revolución ciudadana; los  resultados de sus políticas sociales; su negativa actitud ante la crítica y la protesta social; su  más que discutible apuesta por el extractivismo como matriz básica productiva  de Ecuador y por la futura explotación del Yasuní, auténtico paraíso de la biodiversidad.

Una tercera charla versó sobre Los cambios de perspectiva en las políticas de educación en los últimos treinta años. La dio Carlos Vaquero, profesor de Enseñanza Secundaria, licenciado en Psicología y Sociología.   

Carlos dividió su intervención en tres partes. En la primera explicó cómo se conformaron los sistemas educativos nacionales en Europa, sobre todo tras la Revolución francesa. Las dos corrientes que se abren en esos años, cómo se desarrollan  y cómo influyó el debate sobre la igualdad (o la lucha contra las desigualdades) en la conformación del sistema educativo, sobre todo con el Estado de bienestar y las escuelas comprensivas.

De ahí pasó a señalar cómo se concreta esto en España, sobre todo tras la muerte de Franco: en qué situación se encontraba la educación en los años 70 y qué debates sobre ella se producían…, el artículo 27 de la Constitución, los acuerdos con la Santa Sede, la llegada del PSOE al Gobierno… Y la aprobación de las dos grandes leyes –la LODE y la LOGSE–, con las controversias correspondientes, las consecuencias de su aplicación práctica para los centros educativos, los cambios en la filosofía de la educación, el debate igualdad-libertad y su consecuencia en la idea de escuelas inclusivas y exclusivas… Para terminar con el análisis de la crisis de la educación en el siglo XXI, más allá del debate de los cambios de gobierno. Todo ello relacionándolo con los cambios sociales, económicos y tecnológicos de fondo, para fijar los retos de la educación ante esos cambios de fondo.

El impacto social de la crisis: pobreza y exclusión era el título de una tercera sesión simultánea dada por Begoña Pérez, profesora titular de Política Social de la Universidad Pública de Navarra. De un modo muy resumido, entresacamos algunas de las cosas de su exposición.

El tipo de análisis que se está realizando de la actual crisis, poniendo el foco en el impacto económico y, por lo tanto, generando medidas dirigidas a la mejora de los indicadores económicos, ha supuesto la invisibilización de las consecuencias sociales de estas medidas y los resultados sobre las personas.

Además, el sostenimiento en el largo plazo de cifras de pobreza, exclusión y desempleo tan altas como las que tenemos en España, hace que se minimice el impacto emocional y mediático de las mismas, generando discursos justificadores de tales situaciones, como la persistencia de la economía informal, el colchón familiar, las prestaciones sociales o la emigración económica. Sin embargo, hay que precisar que estos factores, siendo ciertos, se distribuyen de forma desigual y de algunos de ellos se benefician menos  aquellos estratos sociales más debilitados.

Por otro lado, algunas de las soluciones propuestas pasan por la reforma de las cuantías de las prestaciones sociales y las formas de acceso a ellas –incluidas las de desempleo–, diseñadas en contextos sociales y laborales ya inexistentes; y por un replanteamiento de las políticas de austeridad, evitando recortes porcentuales similares en todos los capítulos del gasto público, que generan inequidad.

Además, es hora de abordar uno de los grandes problemas del diseño de protección social del Estado, como es la reforma integral del sistema de Servicios Sociales, mejorando las formas de acceso a los mismos, fijando estándares de calidad y más enfocadas a la prevención y la atención temprana de las necesidades sociales.

Un especial interés suscitó el anuncio en el programa de una charla titulada Los jueces y la justicia. De ella se encargó Esther González, magistrada de la Audiencia Provincial de Zamora y miembro de Jueces para la Democracia.

Comenzó su intervención tratando de fijar su posición sobre el concepto de justicia, qué  tipo de juez debe defenderse, la relación que ha de tener el juez con la ley, la función garantista del poder judicial dentro de una democracia que ha de ser sustancial, no solo formal. Para ello, como ella misma señaló, acudió a algunos personajes importantes de la Filosofía del Derecho como Zagrebelsky y Ferrajoli, ambos italianos. Del primero destacó la idea de la dificultad de encontrar una buena expresión del concepto de justicia y de que para ello era mejor colocarse del lado de la injusticia. Del segundo, el principio de que la sujeción del juez a la ley debe entenderse partiendo de  si ésta se adapta o no a los derechos fundamentales. Y este principio le sirvió para acercarse a ejemplos prácticos como el de la postura de los jueces ante la legislación de la ejecución hipotecaria y el drama de los desahucios. Y otros más que salieron después.

En el resto de su charla y de la conversación posterior fueron apareciendo sus críticas, primero, a la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, al perverso efecto de convertir muchas faltas del Código Penal, castigadas con penas ridículas, en sanciones administrativas, que genera en la práctica indefensión. Y segundo –y relacionado con lo anterior– al golpe dado por el Gobierno a la justicia gratuita con la ley de tasas judiciales.  

A este repaso crítico acudieron también asuntos como la falta de independencia del poder judicial, la lentitud de la justicia para asuntos como los de corrupción, el bajo nivel de la ratio de jueces-ciudadanos  (en la cola en Europa), la falta de interés y medios para la existencia de una buena escuela judicial, el mal funcionamiento del Consejo General del Poder Judicial…

El final de la tarde del día 6

Tras ese bloque de sesiones simultáneas y un pequeño descanso, se pasó al auditorio en donde iba a realizarse la última sesión del día, una mesa redonda sobre Las crisis políticas actuales (en España). En ella intervinieron Javier Villanueva, escritor de una larga trayectoria en ensayos sobre identidades y conflictos nacionales, y Soledad Gallego-Díaz, periodista vinculada desde hace muchos años a El País.

Javier Villanueva, que abrió la mesa, habló sobre la crisis del modelo autonómico en España, definiéndola como una crisis del proyecto de vida en común. Con un agravante: “También está en crisis –en sus palabras– la posibilidad misma de acordar una salida y de aglutinar las fuerzas necesarias para llevarla a cabo por quienes tendrían que liderarla: los principales partidos políticos incluidos los nacionalistas periféricos”.

En este aspecto de su intervención dejó sin precisar por falta de tiempo las que llamó trece claves necesarias para sustanciar ese proceso para un nuevo proyecto común.

La mayor parte de su tiempo la centró en hablar de lo que está sucediendo ahora en Cataluña, un problema que consideraba grave y urgente de resolver: la demanda “decisionista-soberanista-independentista” impulsada por una mayoría amplia del Parlament, que cuenta con un fuerte respaldo social, institucional y mediático, aunque con dudas sobre su alcance en el conjunto de la población. Se trata, de todas formas, de un cambio muy importante de la opinión pública en Cataluña.

Dentro de este asunto expuso su opinión sobre el discurso que acompaña a esta demanda, el procedimiento que se pretende seguir y el pensamiento estrictamente nacionalista que lo sustenta. Apunte que dejamos aquí por razones de espacio.

Soledad Gallego-Díaz habló de la crisis política en España en distintos ámbitos institucionales, como los partidos, la judicatura, el Parlamento…  Instituciones que cada vez están más desprestigiadas en la ciudadanía. Lo que conlleva la existencia de una merma de confianza en España ante la democracia realmente existente –algo que también sucede en Europa–, muy relacionada con los efectos de la crisis económica. Una de las razones importantes de esa crisis la situó en cómo vienen actuando los partidos, principalmente los mayoritarios, en su labor institucional, sin transparencia, sin rendición de cuentas… En definitiva, Soledad considera que se han apropiado de las instituciones y las tratan con frivolidad y soberbia. Eso hace que la sociedad piense que priman en ella sus intereses particulares. Varios son los ejemplos del efecto de esa “apropiación” expuestos por ella. Dos, en particular, resaltaba: los problemas de funcionamiento e independencia del poder judicial, así como el lastre que supone la corrupción para nuestra democracia.

A todo ello se suma la percepción, con toda lógica, del peso que tienen las decisiones que afectan a nuestra sociedad tomadas fuera de nuestras fronteras, en referencia a la Unión Europea: una pérdida de soberanía que debilita la confianza en la democracia.

La tarde acabó con la proyección de un vídeo de celebración de las 10 Jornadas de Pensamiento Crítico realizadas en 18 años, los que van de 1995 a 2013. En él desfilaban los carteles de las diferentes convocatorias, algunas fotos de las sesiones y de la gente asistente, junto a un recordatorio en imágenes de sucesos, movilizaciones y asuntos de especial importancia vividos y tratados a lo largo de estos años. La larga lista de temas contenidos en todas las Jornadas pasó fugaz por la pantalla. Sin duda emocionó.

El  sábado 7

En la mañana del sábado comenzó pronto la tarea: otro bloque de cinco sesiones simultáneas.

A una crítica de actividades y disciplinas presentadas como científicas dedicó su charla el astrofísico que dirige el Planetario de Pamplona, Javier Armentia,  bajo el título de Las falsas ciencias.

Comenzó su exposición definiendo las falsas ciencias como las doctrinas, las teorías, los procedimientos que pretenden tener un carácter científico al tiempo que eluden los requisitos característicos de la labor científica.

Hizo referencia a la homeopatía, que carece de efectos nocivos pero tampoco tiene propiedades curativas; al rechazo que se dio en Gran Bretaña  a ciertas vacunas infantiles basándose sin fundamento en que producían autismo; a los ovnis…

La ciencia requiere, sostuvo al final de su exposición, el cumplimiento de determinadas condiciones. Destacó entre ellas: 1) que las teorías se sitúen en un terreno en el que puedan ser discutidas, triunfen o no finalmente los intentos de refutación (los dogmas, por su propia naturaleza, contravienen esta condición); 2) que las afirmaciones se sujeten a razonamientos lógicos; 3) que se actúe con honradez, lo que supone: presentar las ideas con claridad, no ocultar datos, prevenirse contra el autoengaño…; 4) que el valor de las teorías pueda verificarse repetidamente (si los hechos no se repiten puede tratarse de algo excepcional, fruto del azar); 5) que haya una proporción suficiente entre lo que se afirma y las pruebas que se aducen para justificar la afirmación.

En la charla titulada La calidad de la democracia, elprofesor titular de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo Miguel Presno expuso sus reflexiones sobre la situación de las democracias actuales, sus fallos y debilidades, las causas de ellos y cómo debía transformarse el sistema llamado democrático.

En este mismo número, en las páginas centrales, se publica un extenso artículo suyo que contiene una parte importante de lo tratado en esta sesión.

Con Mónica García, médica y portavoz de AFEM (Asociación de Facultativos y Especialistas de Medicina de Madrid), y José Luis Quintana, médico de familia, director del centro de salud El Greco en Getafe (Madrid), se contó para hablar de La defensa del sistema público de salud.

José Luis Quintana explicó, primero, las diferencias entre la sanidad pública y privada; en segundo lugar, los diferentes modelos de gestión existentes (directos –concesiones, empresas públicas y fundaciones público-sanitarias– e indirectos –externalización, consorcios y partenariado– a los que están adscritos las diferentes comunidades autónomas. Siguió después con el relato del impacto de la crisis en los recortes sanitarios y el incremento de las diferencias internas entre unas y otras CCAA; recortes que han sido mayores en la atención primaria que en la especializada. Y pasó a desmentir la idea de que la sanidad privada es más barata que la pública, dando datos de diferentes estudios realizados a nivel internacional y comparando el gasto sanitario de diferentes países con sus resultados en indicadores de salud (mortalidad infantil, listas de espera, acceso…).

Posteriormente enumeró la cadena de acontecimientos que concluyeron en el Plan de Medidas de Sostenibilidad de la Sanidad Pública de Madrid: la edificación, primero, de ocho nuevos hospitales, cuya necesidad era dudosa, y después, de otros tres más, junto a cambios legales –creación de un área única, libre elección de médico…–;  para acabar “externalizando” la gestión de 6 hospitales y del 10% de los centros de salud de Madrid.

Mónica García se centró más en el impacto de los recortes en la atención hospitalaria en la Comunidad de Madrid. Empezó hablando de las investigaciones publicadas que demuestran que la sanidad privada es más cara y menos eficiente en resultados de salud, y las recomendaciones y conclusiones de la OMS a este respecto, a la vez que cuestionaba como único indicador el gasto, sin tener en cuenta el impacto en la salud de las personas. Explicó las diferentes medidas adoptadas de recorte sanitario, destacando las consecuencias del RD 16/2012 que limita el acceso a la sanidad de las personas indocumentadas.

Fijó, a continuación, los problemas centrales de la gestión de la sanidad en nuestro país: la politización, que se expresa en la composición de los gestores de la sanidad pública, en los que priman consideraciones políticas sobre criterios y evidencias clínicas y sanitarias, la corrupción, recordando los casos de Güemes, Lamela..., la mala gestión, el incremento de las listas de espera –un indicador de calidad–, el desmantelamiento de hospitalesy los retrocesos en la calidad.

Una cuarta charla, a esa misma hora, estuvo dedicada a La desigualdad social. Antonio Antón, profesor honorario de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid, se encargó de mostrar sus causas, perfiles y niveles, así como el movimiento de rechazo producido.

En sus palabras: “La desigualdad social y, específicamente, la desigualdad socioeconómica, está adquiriendo, de nuevo, una gran relevancia para la sociedad. Tanto en Europa, particularmente en los países periféricos, como a nivel mundial hay una mayor polarización de la distribución de rentas, recursos y poder, con mayor segmentación y desvertebración social. Las distancias entre las minorías oligárquicas –clases altas o corporativas– y la mayoría de la sociedad –capas populares– es cada vez mayor. Las expresiones más directas en España son, por un lado, empobrecimiento masivo (paro, rebaja salarial, precariedad laboral, recorte de prestaciones y servicios públicos…), y, por otro lado, acumulación de beneficios y privilegios por las élites económicas y financieras”.

“Existe un amplio rechazo ciudadano y masivas resistencias populares frente a esta situación, reforzada por la crisis socioeconómica y la política dominante de austeridad. Afecta a la deslegitimación de los poderes públicos, por su gestión regresiva, pone el acento en la exigencia de responsabilidades de los causantes de la crisis socioeconómica y plantea un cambio de rumbo, social y democrático. El fortalecimiento y la legitimidad ciudadana de la protesta social progresista, de una ciudadanía activa, junto con una amplia cultura popular democrática y de justicia social, es fundamental para promover la igualdad”.

Esta charla está recogida en pensamientocritico.org desde el 20 de enero.

Por último, Francisco Castejón, doctor en Físicas, investigador del CIEMAT y ecologista, desgranó nuestro complejo sistema eléctrico en manos de los oligopolios energéticos, tras haber anunciado su charla con un título sugerente: Qué hace el poder en tu recibo de la luz.

Parte de ella es recogida en este mismo número de la revista, en sus primeras páginas.

Una nueva sesión plenaria

La segunda hora de la mañana del sábado se ocupó de nuevo con una sesión plenaria. Una mesa redonda para adentrarnos en Las perspectivas de la crisis económica. En ella intervinieron Gabriel Flores, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, y JuanFrancisco Martín Seco, economista y profesor universitario, con una larga trayectoria en la Administración del Estado. 

Gabriel Flores empezó su charla con un guiño de obviedad nada común: “Si tuviera que contestar a una pregunta sobre el tema que nos ocupa hoy…, mi contestación sería que no sé, y con esas dos palabras expresaría muy fielmente lo que pienso a propósito del asunto”. Por supuesto, no se quedó ahí, y anunció que en su intervención trataría de construir un molde interpretativo con algunos datos y tendencias, para explicar qué posibles perspectivas, qué posibles escenarios hay de salida de esta situación.

Dividió su charla en cuatro puntos. El primero sobre el contexto, es decir, en qué situación está la economía española en relación con el pasado y en relación con el resto del mundo. En el segundo presentó las previsiones para 2014 que hacen los responsables de las políticas de austeridad, “interesado en saber que cuando están hablando de recuperación de qué nos están hablando, en realidad”. Con el tercer punto apuntó los elementos que en su opinión son fundamentales en la estrategia conservadora de salida de la crisis. Y, en el último, trasmitió su análisis y crítica de los que ofrece la izquierda ante esa situación: las insuficiencias de su planteamiento, la corta respuesta, las debilidades que tienen las alternativas progresistas o de izquierdas ante esta estrategia conservadora de salida de la crisis…

Le tocó el turno después a Martín Seco. Partió de una idea clave para él: hablar de perspectivas de la crisis realmente es difícil en estos momentos sin hacer referencia a las causas de la crisis y a la respuesta que se pueda dar a esas causas. El interés suyo era que había que fijarse no en las coyunturales sino en las estructurales, que siguen totalmente de actualidad. Dos son para él: cómo se ha desarrollado la globalización a escala mundial, y particularmente en Europa, y la unión monetaria llevada a cabo en la Unión Europea, a la que dedicó más atención.

Sobre la globalización instalada, de un modo sintético, destacó el efecto perverso que supone aceptar la libre circulación de capitales: el desequilibrio clarísimo entre unos mercados que son internacionales, que son globales, y un poder político que queda reducido al Estado-nación.  Es lo que va produciendo, a partir de entonces, las distintas crisis.

Sobre el segundo aseveró que los países europeos no constituían una zona óptima monetaria, fundamentalmente porque no se hacía con una unión fiscal, independientemente de otras razones.

Uno de los efectos de esa unión monetaria ha sido la dificultad de respuesta a los desajustes de las balanzas de pago y el efecto de ello en el crecimiento de la deuda en las economías más débiles, como la nuestra. Una respuesta a ese desequilibrio sería, teniendo una moneda propia, su devaluación. Y ¿cuál es la alternativa a la devaluación monetaria imposible? La alternativa a la devaluación, dice taxativamente, es muy clara para nuestros gobernantes y los gobernantes de Europa: lo que llaman la devaluación interna, que es simplemente ir en contra de los costes salariales. Que paguen los más débiles entre los débiles, cabe concluir por quienes están oyendo a Martín Seco.

Las últimas sesiones

La tarde del sábado comenzó con dos actos simultáneos: la proyección de la película Los ojos de la guerra y una charla.

Los ojos de la guerra es un filme documental sobre los reporteros de guerra realizado por Roberto Lozano en 2011 y basado en el libro homónimo de Manuel Leguineche y Gervasio Sánchez. En 2013 se presentó en la Seminci (Valladolid), obteniendo un gran éxito; como así ha sido también en otros festivales internacionales. Los derechos humanos, la ética periodística y la crisis del periodismo, junto al horror de la guerra, llenan la pantalla. Su autor cedió amablemente la cinta para su proyección en estas Jornadas.

Anunciada como una charla sobre Las derechas en España, el conferenciante, Enric Juliana, prefirió obviar una reflexión histórica y hacer mejor un análisis sobre el contexto social y político en el que se inserta la derecha en la actualidad.

Enric Juliana, periodista de gran experiencia, hoy director adjunto de La Vanguardia en Madrid, comenzó su larga intervención analizando una serie de encuestas electorales, para concluir que se estaba prefigurando un escenario de fragmentación electoral muy notable.

A partir de estos resultados, a la vista de todos, Juliana abrió un panorama de interpretaciones o de hipótesis con las que trabajan las fuerzas políticas. La lectura del PP se basa en el supuesto de mejora de la economía, lo que le permitiría lograr un apoyo social de buena parte de las clases medias sobre la base de los efectos positivos para ese sector social de su proyectada reforma fiscal. Su apoyo vendría dado por la consideración del PP como el partido gestor del engarce de España con el euro. Él atisba, además, que este partido se da cuenta de que tiene que responder a algunas de las cuestiones de la agenda del descontento, si no quiere ver comida una parte del electorado por otras fuerzas como UPyD o Ciutadans, o el propio PSOE. Al que dedicó otra parte de su intervención para comentar la situación de crisis de confianza social y de búsqueda para resolver pronto la cuestión del liderazgo que le enganche mejor a la pugna electoral.

Una tercera visión es la de quienes se sitúan en una perspectiva más bien pesimista de la evolución de la economía, que, de ser así, abriría un escenario político nuevo aún más complejo. Tras detenerse un poco más en ello, engarzó al hilo de estas previsiones la crisis territorial, en particular, la planteada con la cuestión catalana, que, en su opinión, juega un papel importante en ese devenir.

Un último apunte a destacar fue el de sus interesantes reflexiones sobre la dificultad de la ultraderecha para enganchar con la sociedad española.

A la segunda hora de la tarde le llegó el turno a la última sesión de las X Jornadas de Pensamiento Crítico: una mesa redonda en el auditorio para reflexionar acerca de ¿Qué fue de las revueltas árabes? En ella intervinieron, por este orden, Ignacio Gutiérrez de Terán, profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid, y Naomí Ramírez Díaz, licenciada en Filología Árabe e investigadora del islam político en Siria y Oriente Medio.

Gutiérrez de Terán trató de dar una visión de conjunto sobre los movimientos de cambio en el diverso universo de los países árabes, clasificándolos en función del nivel del proceso movilizador y de los resultados reales de los cambios proyectados en aquellos pocos, aunque importantes, países donde se han producido o aún subsisten luchas populares de gran calado.

Le siguió en la exposición Naomí, que se centró en lo acontecido y lo que acontece en Siria. Para ello, relató primero el inicio de la “revolución pacífica y laica” contra el régimen dictatorial y represivo de Bashar al Assad, para después señalar cómo aún pervive tras el cambio producido con la lucha armada y la guerra interna. Analizó también, someramente, la situación de la oposición interior y el desprestigio interno de la exterior y la decepción de la “revolución siria” por la intervención internacional.

Las Jornadas finalizaron con un acto de despedida que se quiso fuese “alegre y combativo”. Para ello se contó con la presencia de una chirigota vallecana (Los de siempre y uno más) que, tras dos canciones propias –muy oportunas– sobre la crisis y el PP, abrió un karaoke para que todo el mundo pudiese cantar la canción “Resistiré” en la versión de El Gran Wyoming y su equipo del “Intermedio” (laSexta). Una despedida que alivió el cansancio acumulado, sin duda. Lo que permitió afrontar con más energía la fiesta de esa noche.