Mª Ángeles González Delgado
El uso de las redes sociales por los jóvenes
(Página Abierta, 236, enero-febrero de 2015).

  Estudio elaborado por un equipo de investigación del grupo burgalés del Programa Por Los Buenos Tratos que incluía, entre otros elementos, un amplio sondeo entre jóvenes escolarizados de la ESO y el Bachillerato en Burgos (1).

A lo largo de la historia la tendencia natural del ser humano ha sido la de relacionarse entre sí de forma grupal. De ahí el nacimiento de los núcleos familiares, la constitución de las tribus o las ciudades modernas. Continuando con esa disposición en la actualidad, la aparición de las redes sociales permite a los individuos estar interconectados e interactuar entre sí, por lo que estas cobran una especial relevancia en las relaciones.

Dentro de la  actividad desarrollada a lo largo de una década con el programa Por los Buenos Tratos (en adelante PLBT), se estaba constatando un avance vertiginoso en el uso de las redes sociales por parte de la juventud, tanto en su utilización como en las edades cada vez más tempranas para su manejo.

Un programa dirigido especialmente a jóvenes no podía ignorar esta realidad y de ahí surgió el interés en Burgos, dentro del equipo PLBT, de conocer  mejor  el uso de estas redes, especialmente por parte de los adolescentes. A ello se unió la divulgación de ciertos vídeos en nuestra ciudad a través de teléfonos móviles, que generaron todo tipo de comentarios, cargados de connotaciones sexistas.

Lo que implicaba, también, la necesidad de estudiar con  mayor profundidad este fenómeno social con la idea de abordarlo dentro de la intervención de nuestro programa en el ámbito educativo. Para ello, se vio la necesidad de conocer y analizar los diferentes trabajos relacionados en este campo, así como la elaboración de un estudio  propio que pudiera cotejarse con los anteriores.

Los objetivos marcados para este estudio de investigación, que comenzó en el inicio del curso escolar del 2013, fueron los siguientes:

· Saber cómo se relacionan los jóvenes en las redes sociales.

· Conocer  qué redes sociales utilizan, para qué, los contenidos compartidos…

· Conocer  la  prevalencia del ciberbullying, acoso presencial y victimización.

· Investigar la incidencia por sexo y nivel educativo.

Todo ello con la idea de mejorar la labor socioeducativa, también en las redes sociales, fomentando un uso adecuado de las mismas, potenciando unas relaciones basadas en valores positivos y en los buenos tratos, lo que permitirá optimizar los esfuerzos preventivos donde sea más necesario.

Resultados y discusión

Se constata la gran utilización por parte de los jóvenes del uso de las redes sociales: el 98,7% tiene cuenta en alguna red social. Este dato confirma la tendencia del aumento del uso de estas redes en relación con otros estudios que lo sitúan en el 90%  (“Juventud y Redes sociales. Motivaciones y usos preferentes”, Colás, González y De Pablos, 2013); y un 66% de jóvenes entre 15 y 24 años usa las redes sociales todos los días (Estudio Europeo-UE, 2012).

Los cambios son rápidos, y en continua transformación, en las redes sociales, de tal forma que, en apenas dos años, pueden variar las que se usan de forma mayoritaria, y se modifica también la forma de acceso a las mismas; se ha pasado del uso del ordenador personal como única forma de uso de las redes sociales a los teléfonos móviles, smartphones o tablets.

Los jóvenes están mayoritariamente en las redes sociales. Y frente a la preocupación que se ha venido dando en la sociedad  “de los peligros en la Red”, hoy la preocupación puede ser por los que no están, ya que tienen el riesgo de la exclusión, de “no existir”; o como, también, explicaban en su estudio Megías y Rodríguez (2014): “Los jóvenes admiten sentirse aislados, incomunicados e incompletos y que no sabrían cómo rellenar rutinas, integrarse o socializarse”. 

Los resultados del estudio señalan que las redes sociales en las que tienen cuenta, están dados de alta o suelen usar habitualmente los sujetos de la muestra son, en primer lugar, WhatsApp, con un 89,7%; en segundo, lugar Tuenti, con un 85,8%; y en tercer lugar, Twitter, con un 70,1%. Y su uso aumenta con la edad. WhatsApp, la red social más utilizada, pasa de un 86,1% en 2º de ESO a un 93,8% en 1º de Bachillerato (BACH). WhatsApp fue incluida como una red social, a pesar de no serlo, al tratarse de un servicio de mensajería instantánea mayoritariamente utilizado.

Respecto al uso de otras redes sociales (3) que manifestaron usar, la incidencia fue muy baja, pero hay que tener en cuenta que no aparecían expresamente mencionadas en  el ítem 3.

Los datos indican que el uso mayoritario que dan a las redes sociales es el que sigue: “Para hablar con los amigos”, un 98,7%; “Para contactar con gente que vive fuera”, un 82,7%;  y “Para enviar fotos de las fiestas, reuniones, etc.”, un 82,2%.

Los materiales que más envían por las redes sociales son fotos, mensajes privados, música, cuestiones relacionadas con los estudios y vídeos, en este orden.

El número de personas que usan las redes sociales para enviar fotos es muy alto, 1.249 del total de 1.376, es decir, un 90,77%. Un total de 1.249 personas envían fotos por las redes sociales y 1.321 las reciben.

Los materiales que suelen recibir por las redes sociales coinciden con los que dicen enviar.

En cuanto a haberse sentido acosado a través de las redes sociales, un 88,6% de los encuestados responde no haberlo sentido nunca, mientras que un 11,4% manifiesta que sí, alguna vez. Existen diferencias en función del sexo: entre los varones son el 8% los que dicen haberse sentido acosado alguna vez, frente a un 14,7 % entre las mujeres [Ver los cuadros al final del texto].

Los porcentajes aumentan si tenemos en cuenta la edad. En 2º de ESO se han sentido acosados en los últimos 3 meses un 2,9%, y en 1º de BACH un 8,6%. Y en el pasado curso escolar, los datos pasan del 5,9% en 2º de ESO a un 8,3% en 1º de BACH. Estos resultados no coinciden con los obtenidos en otros estudios, en los que aparece el 2º de la ESO como el curso escolar en el que se producen más conductas de acoso a través de Internet o de las nuevas tecnologías (4).

En relación con la pregunta que se refiere a si se han sentido acosados y acosadas de forma presencial, un 89,6% de los encuestados responde no haberlo sentido nunca, mientras que un 10,4% manifiesta que sí, alguna vez. También existen diferencias en función del sexo, ya que el 9,6% de los varones dicen haberse sentido acosados alguna vez, frente a un 11,2 % en las mujeres. Del mismo modo, los porcentajes aumentan con la edad: de un 9% en 2º de ESO, a un 16,9% en 1º de BACH.

Las alertas y la formación

Es llamativo observar cómo los porcentajes de acoso son similares tanto en las redes sociales como de forma presencial, y existe, además, una correlación entre las personas que se han sentido acosadas a través de  las redes sociales y de forma presencial.

Esto es especialmente llamativo, frente a los “peligros” de los que se alerta continuamente sobre las redes sociales. Actualmente la alerta y los cursos de formación sobre redes sociales se centran en los peligros, riesgos, acoso…  De tal forma que, en los centros educativos, centros sociales, etc., la educación la está realizando mayoritariamente la Policía Nacional, Guardia Civil y empresas de seguridad informática, con un contenido sesgado hacia la prevención de los riesgos.

La imagen que se transmite de las redes sociales a la juventud es negativa y está asociada a los peligros y al miedo: “no subas fotos”, “no aceptes a desconocidos”, etc., y se deja a un lado la importancia y las influencias positivas que esas redes tienen en sus vidas. Consideramos que el miedo no es una buena estrategia educativa y  coincidimos con otras opiniones en la idea de que no se debe  repetir el  error que se cometió con las drogas o la educación sexual al señalar sólo los riesgos.

Pero también es cierto que existe un problema de seguridad, de mal uso, riesgos que conviene tener en cuenta. De hecho, en este estudio queda reflejado que casi la mitad de los encuestados piensa que sus datos y archivos publicados en las redes sociales no podrán ser utilizados por otras personas sin su consentimiento. Quizás sería posible diferenciar entre la información de la que disponen acerca del funcionamiento de las plataformas y la seguridad de estas, y la adquisición de esta información  como propia, interiorizada y, por ende, segura.

Por eso consideramos necesaria la educación, que algunos llaman alfabetización digital. Es necesario un aprendizaje, unas normas de uso, educar en el manejo de la tecnología desde lo positivo. Educar desde la experiencia y la reflexión, en una disposición crítica, y confiar en la capacidad de análisis de los jóvenes. Es importante que puedan conocer, valorar, discernir, elegir, no por miedo sino por convicción. Educar en la responsabilidad, que tengan claro lo que quieren tener como público o privado, lo que quieren que llegue a cualquiera y lo que no, incluyendo aspectos de educación emocional y relacional.

Se está produciendo un cambio en el concepto de intimidad entre los jóvenes. Internet se ha convertido en uno de los principales medios que utilizan para consultar los problemas de tipo personal, comunicarse con sus amistades, encontrar pareja, flirtear… Es, incluso, lo primero que se consulta nada más despertar. El  único requisito que se necesita es una conexión (móvil o fija) y un aparato en el que se pueda visualizar Internet (móvil, tablet, ordenador).

Son muchas las muestras de que las vivencias personales se exponen al público y la intimidad de la pareja se socializa. Como ejemplo podemos citar la exposición del estado sentimental en el perfil. Es el caso de las fotos dedicadas (“¡Este es mi chico, te quiero!”, “¡que lo sepa todo el mundo, estoy enamorada de…!”, “¡hoy quiero decirle a mi princesa…!”), que convierten una comunicación de dos en una comunicación social de amistades o más. En este marco, algunas personas llegan a enterarse de que tienen una relación de verdad cuando su pareja lo confirma en la red social: “Tiene una relación con…”.

Es el eterno acompañante de sus vidas. Hoy WhatsApp, una aplicación móvil de mensajería instantánea, forma parte de la cotidianeidad de la juventud, hasta el punto de que la persona que no lo tiene se siente excluida de las conversaciones y planes de sus amistades.

Las nuevas tecnologías están cambiando a  la juventud, que vive sus relaciones en un mundo de puertas abiertas, lo cual tiene muchos aspectos positivos, pero, como todo en la vida, tiene sus aspectos problemáticos. No es exagerado, por tanto, afirmar que la juventud, siente, comunica y vive sus relaciones en las redes sociales.

Existen aspectos ambivalentes con respecto a las redes sociales: por un lado, ver solo el aspecto negativo, “cómo te expones”, “el precio a pagar”…; y por otro, la utilidad que, para los propios jóvenes, tienen, tanto para desarrollarse, como para relacionarse, mejorar su autoestima, etc.; lo cual puede permitir la ruptura de estereotipos, potenciar el respeto, la diversidad y las posibilidades de darles un buen uso.

La red es un medio de comunicación, un espacio en el que observamos las formas de relación que tenemos en nuestro día a día. Por ello, trabajando en valores, buenos tratos, formas adecuadas de comunicación, etc., prevenimos, en definitiva, conductas de riesgo, tanto en lo virtual como en lo presencial.

Este mundo virtual es reflejo de la realidad existente, es un espacio que tiene enormes potencialidades (de comunicación, de participación, de información, etc.), y su cada vez más extendido uso convierte a las redes en un instrumento que puede contribuir, de una forma individual y  colectiva, a un cambio hacia una sociedad mejor, para una acción en red.

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1) El equipo que ha elaborado este estudio está formado por Jon Kepa Iradi Madariaga, Laura Martínez Oria, Ana Balbás Rodríguez, Alvaro López Herrera, Esther Hoz Arribas, Fernando Lara Ortega,Mª Ángeles González Delgado.
(2) Megías, I. Rodríguez, E. Jóvenes y Comunicación: La impronta de lo virtual. Madrid: Centro Reina Sofia.
(3) Ask, Instagram, Chatroulette, Line, Snapchat, Skype, Badoo, Tumbir, etc.
(4) “Cyberbullying”,R. Ortega, J. Calmaestra y J. Mora, International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 2008; “Adolescentes víctimas de cyberbullying: prevalencia y características”, A. Estévez, L. Villardón, E. Calvete, P. Padilla e I, Orue, Universidad de Deusto, 2010; “Violencia a través de las tecnologías de la información y la comunicación en estudiantes de secundaria”, D. Álvarez García, J. C. Núñez Pérez, L. Álvarez Pérez, A. Dobarro González, C. Rodríguez Pérez, P. González Castro, Anales de Sicología, 2011.

Población y muestra del estudio de investigación

El estudio se realizó a una población escolarizada de Burgos en los cursos de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), 2º, 3º y 4º, y primer curso de Bachillerato (BACH).

La muestra obtenida inicialmente consta de 1.473 cuestionarios, que tras la informatización de respuestas, revisión y depuración realizada por el equipo, se queda en 1.394 cuestionarios que se dan por válidos. La muestra está ponderada con los datos proporcionados por la Dirección Provincial de Educación de Burgos por curso y sexo.

Los datos obtenidos se informatizaron y analizaron con la aplicación informática SPSS.