El Plan Vasco de Educación para la Paz y los Derechos Humanos (2008-2011), elaborado por la Dirección de Derechos Humanos, integrada en el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social del Gobierno Vasco, fue presentado en diciembre pasado.
            El documento, de unas 250 páginas, consta de una Introducción (I), una Parte Descriptiva (II), una Parte Sustantiva (III), una Parte Operativa (IV), y tres Anexos, de los cuales el último recoge un Convenio con EITB para el año 2008.
            En la Introducción se justifica el Plan, que deriva de un mandato del Parlamento Vasco, a partir de la conciencia de que: «Toda sociedad democrática tiene el mandato de fomentar e impulsar en su ciudadanía una cultura profunda de conocimiento y respeto a los derechos humanos y a la paz. En el caso específico de la sociedad vasca, a esta demanda contemporánea universal se une la especificidad de una sociedad lastrada por la persistencia de la violencia y en particular por la persistencia del terrorismo de ETA» (p.6).
            En la Parte Descriptiva, tras la definición y el marco general del Plan, se abordan los contextos internacional, estatal y específicamente vasco, éste en sus dimensiones social, político-institucional y normativa y se presenta un diagnóstico de la situación de la educación para la convivencia y la paz en la CAE. En la Parte Sustantiva se plantean los objetivos, los principios rectores y las líneas estratégicas. En la Parte Operativa se recogen las acciones, actores y programas estratégicos y sectoriales, con apartados específicos para los distintos Departamentos de Educación, Universidades e Investigación, Cultura, Justicia, Empleo y Seguridad Social, Vivienda y Asuntos Sociales, Interior y Lehendakaritza. En el apartado relativo al ámbito organizativo se proponen un modelo y una estructura orgánica del Plan. Los capítulos relativos a la Gestión, Evaluación y el Presupuesto completan esta sección. Los Anexos citados cierran el documento.
            Al capítulo sobre Definición y Marco General corresponde el siguiente párrafo (p.13): «Sobre esta base conceptual el Plan Vasco de Educación establece por tanto una doble estrategia convergente: un programa general –no difuso ni generalista- que busca anclar el marco de resonancia ética fundamental en la educación en –y para los- derechos humanos y otro programa, más específico, que pretende ir perfilando de forma progresiva una estrategia de educación para la paz particularmente atenta a nuestra realidad de Euskadi y, dentro de él, a las necesidades educativas que se derivan de una sobrepresencia de la cultura de la violencia y particularmente de su interiorización como forma pretendidamente legítima, o al menos tolerable, de consecución de objetivos políticos».
            La política nos tiene (mal)acostumbrados a una notable distancia entre la letra y la realidad. Esperemos que no sea así en este caso. Desde hika queremos colaborar en el debate sobre este tema de importancia estratégica para nuestra sociedad.