El País, 21 de octubre de 2005.
El neurólogo António Damásio (Lisboa, 1944), catedrático y director del departamento de Neurología de la Universidad de Iowa (EE UU) y profesor del Instituto Salk de La Jolla, de California, recibe hoy en Oviedo el premio Príncipe de Asturias por sus contribuciones a la comprensión de las áreas cerebrales que están involucradas en la toma de decisiones y la conducta, y en particular en los procesos de emoción y elaboración de sentimientos, pero también en la memoria y el lenguaje. Damásio aseguró en Oviedo que “la decisión correcta exige emoción, conocimiento y razón”. “La toma de decisiones correctas exige tres elementos: emoción, conocimiento y razón, que deben manejarse en equilibrio”. “Para dirimir qué es correcto y qué no, y para conocer los riesgos, necesitamos sobre todo educación de calidad”.
Pregunta. ¿Somos tan racionales como pretendemos?
Respuesta. No. No somos racionales de forma natural. Tenemos la posibilidad de serlo pero mediante un tremendo esfuerzo personal y merced a un contexto social y cultural que contribuye a hacerlo posible. Somos esclavos de las emociones y del entorno. Ser racionales es posible si controlamos las emociones negativas y potenciamos las positivas.