elDiario.es/Euskadi, 20 de noviembre de 2021.
Los gobernantes coinciden en el diagnóstico de la crisis del clima, pero en vez de establecer tratamientos de choque para evitarla, aplican cuidados paliativos que prolongan la agonía.
Los resultados de la conferencia convocada por la ONU para evitar las trágicas consecuencias de la emergencia climática son desalentadores. No aportan avances significativos respecto a los incumplidos acuerdos de París del 2015. En realidad poco importan las conclusiones, se trata de simples recomendaciones, no de obligaciones. Es una competición para precisar los términos del relato. Se valora más la redacción de la declaración final que las medidas precisas para proteger la vida del planeta. El balance es tan decepcionante que a quienes caminamos 1.000 km a través de Gran Bretaña para llegar a Glasgow al comienzo de la cumbre, nos toca reflexionar sobre la utilidad del penoso esfuerzo realizado a lo largo del mes de octubre.