observatoriosociallacaixa.org, Septiembre de 2021.
España se ha convertido en un país muy desigual, donde cada vez hay más
ricos, pero, también, más pobres. Esto genera unas dinámicas de polarización
que conducen a una sociedad dual que avanza a dos velocidades. Una brecha
multidimensional que, a partir de los diferentes indicadores analizados,
podemos afirmar que existe, es amplia y tiene distintas implicaciones sociales,
económicas e, incluso, políticas, por lo que no obedece simplemente a la mera
ausencia de ingresos.
La desigualdad en España es alta, supera a la media europea y, además,
tiene un componente estructural. Altos niveles de inequidad de renta y
de riqueza, así como serios problemas de igualdad de oportunidades, con un
ascensor social que no funciona como debería, dan lugar a una transmisión
intergeneracional de la pobreza o, lo que es lo mismo, a que la pobreza se
convierta en hereditaria.