nuevatribuna.es, 20 de octubre de 2022.
Vivimos tiempos en los que proliferan las profecías de una inminente catástrofe
energética en Europa y se ensanchan los espacios sociales de escucha de tales
predicciones. Así, según los profetas del desastre, este próximo invierno los cortes de luz
serán inevitables, morirá gente de frío, la industria acabará colapsando y su hundimiento
provocará despidos masivos, escasez de alimentos y pobreza generalizada.