El País, 6 de mayo de 2021.
Después de casi 70 años de presencia de agencias internacionales y organizaciones no gubernamentales, el país adolece de una serie de problemas estructurales que se repiten y profundizan. ¿Debería la ayuda al desarrollo reconsiderar sus objetivos?
El Acuerdo de Paz de 2016 entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC en Colombia se orientó a facilitar la reforma del Estado, de estructuras económicas (especialmente en el sector rural) arcaicas y de políticas discriminatorias. La cooperación internacional se volcó masivamente en favor del Acuerdo. Cuatro años después, lo pactado sobre la reforma agrícola, la sustitución de cultivos de coca y la participación política se encuentran estancados.