Project Syndicate, 27 de abril de 2020.
LONDRES – En las primeras semanas de 2020, la gente comenzó a darse cuenta de
que la COVID‑19 podía ser la muy temida pero previsible «Enfermedad X»: una
pandemia global causada por un virus desconocido. Tres meses después, la mayor
parte de la población mundial está confinada, y resulta claro que, en los niveles
local, nacional e internacional, nuestra salud depende de la de nuestros vecinos.
Para la protección de las sociedades contra la COVID‑19 será clave contar con
sistemas sanitarios fuertes, una adecuada capacidad de testeo y una vacuna eficaz
y de acceso universal. Pero para que nadie quede excluido, además de una
inversión colectiva de un nivel inédito, también se necesita un importante cambio
de metodología.
Investigadores de universidades y empresas de todo el mundo trabajan a toda
prisa para desarrollar una vacuna. Y los avances actuales son alentadores: ya hay
73 vacunas candidatas en investigación o en desarrollo preclínico, y cinco que ya
pasaron a la fase de ensayo clínico.