Noticias de Navarra, 20 de enero de 2025.
La muerte de Franco no fue el hito fundacional de nuestra democracia, pero no fue tampoco un acontecimiento cualquiera. Recordarlo y conmemorarlo no devalúa lo sucedido en 1977, al contrario, supone una buena coartada para transmitir valores positivos.
En el caso de Portugal el momento fundacional de su democracia fue el 25 de abril de 1974, cuando sonó aquel vibrante Grandola Vila Morena por la radio y los capitanes del ejército salieron a la calle. En Francia todo comenzó en agosto de 1944, cuando las tropas aliadas, entre las que se encontraban un puñado de republicanos españoles, entraron en París. “Ils sont arrivés” titulaba eufórico el periódico Libération el 25 de agosto del 44. La mayoría de países tienen un día, un momento fundacional, una conmemoración redonda. Sin embargo en España, como afirma el historiador Ferran Gallego, para buena parte de las élites el camino hacia la democracia fue “un proceso no deseado”.