David Perejil
Jovencuentro 2010. Derechos humanos,
voluntariado y mucha... mucha energía

(Página Abierta, 212, enero-febrero de 2011).

 

Fieles a su cita bianual, los pasados 4 y 5 de diciembre se celebraron los sextos Jovencuentros en Mollina (Málaga).  Organizados por la Federación de ONG Acción en Red, en esta ocasión se cumplían diez años desde que se decidiera poner en marcha un espacio juvenil de debates, intercambio de experiencias de acción social y expresiones artísticas. En total tuvieron lugar: tres plenarios, siete sesiones simultáneas, tres talleres lúdicos, varias actuaciones de teatro, un concierto y una fiesta.

El título de estas jornadas “Derechos humanos y voluntariado”  reflejaba la importancia de estos dos asuntos en el trabajo cotidiano de las distintas organizaciones que componen la Federación Acción en Red. Los derechos humanos como un eje central de todas las actividades realizadas por la ONG a través de miembros estables y un buen número de voluntarios y voluntarias que dedican parte de su tiempo y energías a implicarse en los problemas de su entorno. Siempre combinando actividad, reflexión y espíritu crítico.

 

            Al Jovencuentro asistieron 185 personas procedentes de Andalucía, Madrid, Canarias, Asturias, País Valenciano, Murcia, Castilla y León, Navarra y País Vasco. El inicio de la huelga no declarada de los controladores aéreos dejó, por desgracia, en tierra a más de la mitad de los canarios que habían proyectado asistir. Buena parte de la organización recayó en Acción en Red Granada, que desplegó mucho trabajo y muy buen humor para que todo estuviera más que a punto.

            Estas líneas que siguen intentan resumir los principales debates e ideas expuestos de todo lo allí contado. Es muy difícil transmitir el ambiente, la alegría y las ganas de participar de todos los asistentes. Esa mezcla de inquietudes, alegría y dinamismo que para muchos, sean recién llegados a la experiencia del Jovencuentro o tengan más de uno a sus espaldas, supone una recarga de energía para afrontar nuevas actividades y reflexiones.

Los plenarios: otro derecho penal es posible

            Antes de despegar el Jovencuentro 2010, dos compañeros de Granada dieron no solo el saludo de apertura y bienvenida, sino también las instrucciones de “vuelo”. Y a continuación, el primer pleno del sábado 4 de diciembre se dedicó a “Repensar el Código Penal”. Enrique Cuesta, de Madrid, introdujo las intervenciones de María Acale, catedrática de Derecho Penal de la Universidad de Cádiz, y Luhé Palma, profesora y mediadora. En su presentación hizo ver las contradicciones entre el descenso de delitos y el aumento de penados en los últimos años, con los problemas sociales que ello acarrea. Algo que motivó que Acción en Red se sumara a la campaña promovida por la plataforma “Otro Derecho Penal es Posible”.

            María Cale comenzó la sesión haciendo un repaso a los diferentes códigos penales promulgados en nuestro país desde 1995, «códigos a los que no se les ha dado tiempo para analizar si eran efectivos o no» y que se han sucedido encadenando tres fases distintas: todos los ciudadanos han pasado a ser potenciales “enemigos” del sistema penal; la cárcel se ha quedado sin ideario, como un mero “depósito de personas”; y se han dinamitado los presupuestos para llevar a cabo cualquier tipo de política judicial. Cale siguió su intervención advirtiendo del aumento de “alarma social”, que lleva a la existencia de lo que ella denominó como «un Código Penal popular en el que todo el mundo se siente legitimado a pedir más y más penas». Algo que se contradice con los datos aportados por el Ministerio del Interior, que avalan un descenso de los delitos y que colocan a España en el tercer lugar con más baja criminalidad de Europa. Además, Cale criticó unos cambios que «han desmantelado la libertad condicional al dificultarla» y que han abandonado la «resocialización del condenado». Con la misma energía con que abordó toda su charla, María Cale afirmó: «Nuestra sociedad debe asumir que los condenados son unos ciudadanos más, que deben ser sujetos de reinserción posterior y no tratados con la política del palo y la zanahoria, por lo que hay que normalizar experiencias piloto como los módulos de respeto, en los que los penados ponen sus propias normas».

            Después de ella, Luhé Palma abordó «desde fuera del Código Penal y desde la práctica» su intervención. Explicitó que el derecho penal solo responde al hecho cometido, no al conflicto creado, una situación más amplia que no se suele abordar. Según ella, hay que empezar a hablar de “reparación”, hasta ahora un concepto solo económico, para cerrar los problemas creados. Palma opina que una vez cometido el delito, el sistema penal vigente solo aborda la pena para el infractor sin tener en cuenta la reparación que pide la víctima y sin que el victimario entienda el valor del castigo. Cree que en ciertos delitos o faltas es muy útil una mediación que lleve, por un lado, a la persona que los ha cometido a ver y comprender la magnitud del daño hecho a otra persona, y, por otro, a “recompensar” moralmente y atender las demandas psicológicas de la persona afectada. Para ello, propugnó utilizar las penas para los aspectos más graves y servirse de la justicia restaurativa y la mediación para los menos graves, y siempre que se den las condiciones para ello. Se trataría, en sus palabras, de intentar buscar un sentido de justicia más profundo en el que víctima y victimario queden en “paz” al conocer el daño infringido y al sentirse reconocido y reparado.

Víctimas del terrorismo: reconocimiento, verdad, justicia y memoria

            Pocas horas más tarde, se convocó a todos los asistentes al Jovencuentro a escuchar las reflexiones sobre “Memoria de las víctimas”. Idoia Merino, miembro de Batzarre y del Programa por los Buenos Tratos de Navarra, presentó las intervenciones de Antonio Duplá, profesor de Historia de la Universidad Pública del País Vasco, y dos víctimas del terrorismo: Iñaki García Arrizabalaga y Cristóbal Díaz Lombardo. Duplá dedicó su intervención a explicar la «necesidad de deslegitimación del terrorismo» y analizar las causas del retraso en su consideración como gran problema social en una sociedad vasca que calificó de “enferma” en relación con esta especial situación. Cómo durante mucho tiempo se han contaminado medios y fines, lo que ha llevado a no ver el sufrimiento de muchas personas. Bajo conceptos como violencia estructural del Estado o ideología de las víctimas, muchas personas y organizaciones se han deslizado por “terrenos perversos”, lo que ha supuesto un nuevo castigo para unas víctimas que ya habían sufrido mucho. Algo que han hecho ETA durante su historia y los GAL.

            Por otro lado, Duplá dedicó la segunda parte de sus palabras a hablar del papel de las víctimas y la necesidad de reivindicarlas, «más allá de las asociaciones a las que pertenezcan y distinguiendo solidaridad y compasión de sentido político». Cree necesario un compromiso “pre-político”, concepto que se repetiría más veces en el plenario, para poder cumplir con las necesidades de las víctimas: «Reconocimiento, verdad, justicia y memoria».

            Después fue el turno de las víctimas en dos intervenciones claras, concisas y que emocionaron a un público asistente que las siguió con mucha atención. Comenzó Iñaki García, profesor de la Universidad de Deusto, con una intervención grabada en vídeo, ya que no pudo asistir en persona a las jornadas. La pantalla del salón de actos de Mollina nos trajo las contestaciones a diferentes temas. Para empezar, la importancia de «no cerrar en falso sino extraer lecciones para el futuro». En este sentido, habló de perdonar a los asesinos, algo «que no debe imponerse y debe darse cuando se acabe cualquier violencia o chantaje y se dé un proceso de reconciliación». Para ello, se debe deslegitimar el terrorismo en toda la sociedad, con valores transversales y “pre-políticos” que acaben con los complejos de la “izquierda vasca”, que es «capaz de solidarizarse con muchas víctimas de conflictos lejanos y coloca una pantalla frente a las víctimas de sus cercanías». Cree que hay acabar con los valores utilitaristas que sustentan estos razonamientos y que provocan grandes perversiones éticas. Su objetivo es que se dé una reconciliación social que permita convivir en paz a la generación de su hijo.

            García Arrizabalaga teme que los procesos en torno al fin de ETA provoquen una euforia que pueda acelerar un proceso que vive como esencial. Para ello estima muy importante que se manifiesten víctimas de distintos grupos en la sociedad vasca, sean de ETA o el GAL, para mandar un mensaje a la sociedad y que nunca más se asesine por pensar diferente. En ese sentido, cree que las «víctimas tenemos derecho a dar nuestra opinión en asuntos políticos, pero no pretender ir más allá», sin tener capacidad de veto y más centradas en que nunca más se repita ninguna justificación al terrorismo.

            Cerró la mesa, Cristóbal Díaz, periodista, que empezó su intervención desde un plano más personal, explicando sus sensaciones y vivencias tras el asesinato de su padre, un guardia civil tiroteado en el País Vasco. Díaz contó cómo el odio que sentía y la incomunicación le hicieron sufrir en su adolescencia sin saber por qué, y cómo se sintió abandonado por las instituciones. Luego continuó con reflexiones similares a las de sus predecesores. Así, piensa que, a veces, se jerarquiza el dolor de las víctimas, algo que considera injusto. Cree que la sociedad vasca está empezando a saldar una cuenta pendiente con las víctimas, algo muy importante «porque a mí los vascos no me han hecho nada, solo ETA» y porque cree que la misma gente de Euskadi ha sido también «otra víctima más».

¿Cuándo los inmigrantes dejan de serlo?

            La última sesión plenaria del Jovencuentro 2010 se dedicó a la integración de la población inmigrante. El equipo Arkoun, llamado así en homenaje al intelectual argelino Mohamed Arkoun, expuso sus dinámicas reflexiones sobre la integración de la población recién llegada a nuestro país, trabajo que lleva a cabo Acción en Red en Madrid, Granada, Las Palmas...

            Las dos integrantes del equipo señalaron algunas características del fenómeno migratorio en nuestro país, a partir de determinados hechos particulares: el gran incremento de inmigrantes en pocos años; su visibilidad en fenómenos como el de las pateras, que afectaban a muy pocos de ellos pero parecían dar una imagen de conjunto, y por su situación en el mercado laboral, en el que ocupan trabajos accidentales o contingentes. Terminaron de dibujar este panorama expresando su opinión sobre dos rasgos más: unas leyes de extranjería que los han «extrañado, al ser leyes especiales para un grupo de población» y por su poca presencia en asociaciones que no sean de “nacionales” de su propio país.

            Después, dedicaron gran parte de su tiempo a hablar de “integración”, el mejor concepto posible pese a su utilización partidista muchas veces, algo que, en su opinión, debería evitarse a toda costa. Según ellas, se trata de un «proceso que no debe ser solo unidireccional», sino en varias direcciones y que suponga un reconocimiento de las minorías y las mayorías, de los esfuerzos que debe hacer cada parte en diferentes ámbitos (económicos, culturales y sociales) y sin ningún tipo de victimismo. De esta manera, todos debemos reconocer y aceptar que nuestra sociedad se halla inmersa en un periodo de cambios que transformarán nuestra situación. Y es muy importante que este proceso se desarrolle con principios de igualdad para que se alcance una real integración, ya que «no es suficiente con formar parte de la sociedad para integrarse, y para ello debe haber igualdad», recalcaron. Por esa razón, hicieron hincapié en «políticas redistributivas y de representatividad».

Una gran variedad de simultáneas

            Durante la estancia en Mollina, los asistentes debieron elegir entre varias sesiones simultáneas sobre asuntos muy variados. La primera tanda de ellas la abrieron Virgina Anta, Caty LópezBeatriz López, del Programa de Formación Integral para Jóvenes de Acción en Red Madrid. Ellas pusieron sobre la mesa una experiencia de trabajo que busca aplicar las reflexiones antes expresadas sobre los inmigrantes: integración en un proceso bidireccional. Para ello, detallaron todos los aspectos de su programa en el que se busca la relación entre jóvenes nacidos en nuestro país (de origen español o inmigrante)  y fuera de nuestras fronteras: apoyo escolar, grupo de madres, talleres de derechos humanos, actividades de ocio...

            Al mismo tiempo, Josepe García, miembro del sindicato navarro Solidari, expuso algunas cuestiones prácticas sobre “Jóvenes, empleo y derechos laborales”, palabras que para muchos asistentes era ya difícil situarlas juntas en muchas de sus experiencias vitales actuales. También a la misma hora, Natalia Torres y Laura Martínez disertaron sobre la experiencia de trabajo con personas sin hogar de Acción en Red Madrid. Aportaron una definición de exclusión social, explicaron las causas –estructurarales, sociales y personales– que obligan a muchas personas a vivir y dormir en las calles y acabaron detallando su programa de trabajo: rutas con alimentos, información y compañía para gente que vive en la calle; formaciones y actividades reivindicativas para exigir más derechos y mejores condiciones para estas personas, con más recursos sociales e implicación ciudadana. Y para intentar prevenir que haya más personas en su situación.

            Todo eso transcurrió durante la tarde del sábado, porque el domingo 5 de diciembre los asistentes tuvieron que elegir entre otras dos sesiones. En “Piensas con razón, corazón”, Jose Justicia abordó de una manera didáctica y muy asequible uno de los aspectos sobre los que más se ha reflexionado actualmente en Acción en Red: la importancia del pensamiento racional no solo en la historia de las ideas, sino también para analizar y comprender el mundo que nos rodea.

            Por su parte, Juan Manuel Brito abordó el islamismo en el contexto europeo. En primer lugar, dio unas pinceladas sobre la genealogía del islamismo en el mundo, definiéndolo además, de un modo general,  «como movimiento político e ideológico» que pretende unir fuertemente la religión islámica con la organización y la forma de vida de sus sociedades en todos los ámbitos. Y al hablar ya específicamente sobre este movimiento en Europa, destacó la existencia de dos diferentes islamismos, «el comunitarista y el reformista», de los que analizó sus características y actuaciones.

            La última tanda de simultáneas trató asuntos tan dispares como la solidaridad internacional y los buenos tratos en las relaciones personales. David Perejil, Javier García Guadarrama, Íñigo Mateo y Julia Córdoba relataron su experiencia solidaria y pacifista en Palestina, donde colaboraron en un campo de reconstrucción de casas palestinas demolidas por las autoridades israelíes, organizado por la ONG israelí ICAHD. Con la no violencia como acción y un compromiso con las injusticias diarias sufridas por las personas que viven en Palestina, esbozaron sus problemas cotidianos y la necesidad de implicarse en su resolución, a través de actividades directas en la zona y campañas de sensibilización y presión política. Y en su caso concreto, fomentando el trabajo con organizaciones pacifistas israelíes, ya que «suponen la parte más sana de su sociedad, un factor de cambio y convivencia».

            Por último, Pilar Habas y Carlos Pérez, miembros del equipo de coordinación del Programa por los Buenos Tratos, seleccionaron trozos y cortes de películas que ejemplificaban los comportamientos sobre los que trabajan para conseguir «unas relaciones de calidad, en igualdad»: amor, celos, sexualidad, resolución de conflictos... Durante casi dos horas visualizaron comportamientos y actitudes que son cotidianos, pero que se deben cambiar y trabajar para mejorar nuestras relaciones personales.

Y mucho arte

            El Jovencuentro 2010 aderezó las reflexiones y debates con momentos de relax y disfrute. Como los que impartieron en talleres lúdicos Beatriz Facciola (yoga), María García Noblejas (danza del vientre) y las Olimpiadas “El Meneíllo”. Eso sin olvidar actuaciones diversas como la obra de teatro “Once cuchillos y un poema de amor”, con el humor surrealista y expresionista del Dúo Xupetón; los sketches de Amauta Producciones, que también buscaban provocar  las sonrisas de los asistentes; la música íntima y desgarradora de los almerienses Cover Clap, que demostraron lo grande que pueden ser sobre el escenario dos personas, una voz y una guitarra; y la actuación Drag Queen, encabezada por Néstor Santana y un grupo de canarios, que inició la fiesta y aplacó los nervios de todos aquellos canarios que se pasaron todo el encuentro pendientes de sus compañeros atrapados en las fronteras aéreas de su isla.