NUSO, 9 de diciembre de 2022.
El presidente intentó cerrar el Congreso, que lo quería destituir, en un casi inexplicable salto al vacío. Pocos minutos más tarde, era detenido y reemplazado por la vicepresidenta. La analista Marisa Glave ofrece algunas claves.
La crisis política peruana ha dado un vuelco. Tras asumir el poder el 28 de julio de 2021 como expresión del “Perú profundo”, despreciado por las elites limeñas, Pedro Castillo nunca encontró un rumbo. Cambió un gabinete de ministros tras otro, perdió aliados, se mostró políticamente errático y terminó dependiendo de círculos oscuros de asesores y envuelto en crecientes denuncias de corrupción de su entorno y su familia. Pero fue su decisión de cerrar el Congreso –al que acusó de obstruccionista en un discurso con voz temblorosa– lo que selló su fin. Dos horas después, el Congreso que hasta ese momento no tenía mayoría para “vacarlo” la consiguió, y en pocos minutos el mandatario fue detenido, al parecer mientras buscaba llegar a la embajada mexicana. ¿Cómo se explican esta aceleración de la crisis y los errores del mandatario peruano? En esta entrevista, Marisa Glave ofrece algunas claves de lectura. Entre 2007 y 2013, Glave fue regidora de la Municipalidad Metropolitana de Lima y entre 2016 y 2019, congresista de la República. Actualmente es investigadora asociada del Centro de Estudios y Promoción del Desarrollo (DESCO).