“Decir que un cáncer aparece por miedo a la muerte está al nivel de la chamanería”

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elpais.com, 15 enero 2018.

Los oncólogos advierten del riesgo para la salud de seguir terapias alternativas sin evidencia científica

Ni una hora se sostuvo el argumentario con el que Coco March, la organizadora del autodenominado Congreso Internacional Un Mundo Sin Cáncer: lo que tu médico no te cuenta, explicaba la temática de las conferencias y negaba estar en contra de la quimioterapia y la radioterapia para tratar el cáncer. “Vamos a hablar de hábitos de vida saludables para prevenir el cáncer. No somos contrarios a los tratamientos oncológicos convencionales. Estamos para ayudar a los oncólogos”, dijo March antes de iniciar el acto el pasado sábado en Barcelona. El evento estaba en el punto de mira del Departamento de Salud de la Generalitat tras una denuncia del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB) y ante el riesgo de que se atentase contra la salud pública. Una hora después de las palabras de March, otro de los ponentes, Antonio Jiménez —que se presentó como médico y fundador de una clínica de medicina alternativa en México—, exponía ante una sala entregada: “La quimioterapia y la radioterapia son una curita (…). No estoy 100% en contra porque como médico sé que hay ciertas indicaciones donde tenemos que darlas temporalmente, pero siempre con las siete claves del cáncer [entre las que está la “sanación emocional y espiritual”]”.

Los ponentes se despacharon a gusto. Pese a estar bajo vigilancia de la Generalitat, que envió un inspector para estudiar el contenido del acto, los conferenciantes no escatimaron en ideas peregrinas sobre el origen del cáncer y supuestos ejemplos para desacreditar, entre otras cosas, el uso de la quimioterapia y la radioterapia para tratar el cáncer. Un ejemplo: según el naturópata Txumari Alfaro, el cáncer se produce por un conflicto interno sufrido con anterioridad. “Mi cuerpo va a gritar lo que mi inconsciente ha callado”, justificaba. Llegó a decir incluso que una mujer diestra que ha padecido la pérdida o el sufrimiento de un hijo desarrollará un cáncer en la mama izquierda. Y viceversa. Y si hace metástasis es porque tiene “conflictos diferentes”. La metástasis de hueso es, por ejemplo, “por una desvalorización que ha vivido tras el conflicto del diagnóstico [del cáncer primario] producido por el médico”. Y la metástasis de pulmón es “por miedo a morir de forma inminente”.

A la espera de que el Departamento de Salud se pronuncie sobre el contenido del acto, que duró todo un día, los oncólogos advierten del riesgo para la salud de los remedios milagrosos de charlatanes y embaucadores. “La biología es muy imparcial. Decir que un cáncer viene por miedo a la muerte es estar al nivel de la chamanería, como si existiese el castigo divino. Es demencial. Van de modernos y esto es lo más retrógado que hay. La teoría de la vinculación entre el cáncer y los conflictos internos está abandonada desde hace años por la ciencia”, zanja Miguel Ángel Seguí, de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Los médicos temen que estas terapias, sin evidencia científica alguna, interfieran en el tratamiento oncológico de un paciente o hagan que, directamente, el enfermo abrace este tipo de remedios y abandone lo pautado por un especialista clínico. En la sala, varias decenas de personas alzaron la mano cuando se les preguntó quién tenía cáncer. “Nos preocupa cuando esta pseudoterapias, que no son alternativas ni complementarias ni integrales, evitan que se haga un tratamiento. Además, algunos tratamientos herbales pueden interaccionar y alterar la eficacia de otros fármacos que está tomando el paciente”, advierte Seguí. Pero los médicos poco pueden hacer si les llega a la consulta un paciente que recurre a estas pseudoterapias. El enfermo es, en última instancia, quien decide si se somete o no al tratamiento recomendado por el médico. “Les advertimos de los riesgos, de que vigile qué nivel de estafa hay detrás, de que no sabemos si el tratamiento le irá bien, de si hay riesgo de perder opciones terapéuticas porque esa terapia alternativa interfiera con su tratamiento…”, enumera el oncólogo.

Durante el evento, los ponentes también apelaron a investigaciones científicas ya publicadas e incluso a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para justificar tesis tan exóticas como que la ingesta de según qué alimento puede reducir hasta un 40% el cáncer de colon o que los malos pensamientos “son más dañinos que un patógeno como una bacteria o un virus”. Sin embargo, alertan los oncólogos, “hay que tener cuidado con las medias verdades”. El doctor Joaquim Bosch-Barrera, médico en el Instituto Catalán de Oncología (ICO), publicó unos mensajes en Twitter después de que uno de sus estudios fuese mencionado en el acto por Josep Pamiès, el agricultor que llegó a decir en plena crisis del ébola que tenía el remedio para curar la enfermedad. Pamiès citó una investigación del oncólogo sobre la silibinina (un flavonoide presente en las semillas del cardo mariano) para presumir de que la ciencia había demostrado lo que él ya venía diciendo sobre la eficacia de esta planta para tratar el cáncer. “Me molesta que utilicen mis trabajos para confundir a la gente. El extracto del cardo mariano tiene efectos positivos pero si te tomas la semilla, que es lo que él vende, no funciona porque nuestro organismo la absorbe muy mal y solo llega a la sangre el 0,4%. La sustancia puede ser eficaz, pero no administrada de esa forma”, explica el oncólogo.

Los médicos avisan, además, de que no necesariamente los productos naturales son beneficiosos para la salud. “En la naturaleza hay sustancia medicinales y otras que son muy tóxicas. Natural no es sinónimo de bueno porque las cosas naturales también pueden matar”, apunta Bosch-Herrera. Y agrega: “Lo que pasan es que esta gente utiliza dosis infinitesimales y no espera que haya un efecto tóxico porque lo te está dando es igual que nada”.

El Departamento de Salud todavía está “evaluando” los contenidos del acto, en el que también se abordó la tradicional teoría conspiratoria de lobbys empresariales y pérfidas empresas farmacéuticas para enfermar a la población: “¿Por qué no hablamos claramente de que hay medicamentos que matan? El 80% de los medicamentos son inútiles y perjudiciales para la salud”, se preguntaba Pamiès sin mencionar ni un solo estudio que avale tal tesis. Los médicos, no obstante, rechazan entrar en la polémica. “Tienen un discurso que va desde la secta hasta la estafa. Estamos enfrentando ciencia y fe”, apunta Seguí.  De encontrar indicios de delito, la Generalitat podría iniciar un expediente sancionador contra este acto e incluso elevar el caso a la Fiscalía para que estudie actuaciones por la vía penal.

El COMB, que denunció ante el Departamento de Salud el contenido de la conferencia, teme que los médicos colegiados asuman estas terapias como veraces y eficaces. “El problema no es ideológico, es de evidencia científica. Es inadmisible que charlatanes aparezcan como profesionales sanitarios, que muestren apariencia de que hay algo de ciencia. Queremos llamar la atención para que la gente conozca a dónde va y que los médicos sepan que si hacen esto están contraviniendo las normas del ejercicio profesional”, avisa el presidente del COMB, Jaume Padrós, que ya ha tenido que inhabilitar a algún facultativo que recurría a terapias alternativas sin evidencia científica para tratar el cáncer y otras dolencias.

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