orcid.org, 24 de Mayo de 2017.
En el presente artículo se analiza el modo en que se ha conceptuado la transexualidad en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM). Veremos que los sucesivos cambios de denominación y de criterios diagnósticos obedecen a las presiones recibidas por los redactores del manual por parte de científicos, académicos, organismos políticos y organizaciones por los derechos “trans”. Fruto de estas tensiones se ha reconceptualizado la transexualidad en diversas ocasiones, pero se han mantenido las connotaciones mórbidas de la categoría diagnóstica. Abordaremos asimismo el debate sobre la patologización de la transexualidad, que está dominado por dos discursos contrapuestos: el que justifica su inclusión en el DSM porque cree que de este modo se garantiza el acceso a la terapia hormonal y quirúrgica, y el que la critica porque considera que el diagnóstico contribuye a la estigmatización de las personas “trans”. Concluiremos el artículo sosteniendo que el acceso a los recursos sanitarios para personas “trans” ha de entenderse como un derecho básico que no puede estar sujeto a requisitos clínicos.