El País, 23 de marzo de 2021.
Exijo que el temario de Historia obvie la Revolución Francesa, madre de todos los males que han corrompido a la sociedad moderna.
1. Me acojo a mi derecho, que va a ser reconocido de una vez por todas en la Región de Murcia, a impedir que a mis hijos se les eduque en lo que llaman diversidad afectiva y sexual, como si merecieran igual respeto todas las prácticas o tendencias. Por lo mismo, no deseo que se les imparta educación sexual, ni por supuesto sobre anticoncepción. Del feminismo, perdón, de la ideología de género ni hablamos. Nosotros les formaremos en que solo existe un tipo de matrimonio, tradicional e indisoluble, que no pone impedimentos antinaturales a la concepción. Vivirán sin mezclarse con un gay ni, cielo santo, con un depravado que se hace pasar por mujer. Pongo la mano en el fuego por ellos porque jamás usarán un condón.