CTXT, 13 de abril de 2022.
Para el PCCh, la democracia se debe medir por la capacidad del sistema político para responder a las demandas mayoritarias de la sociedad, no por su nivel de participación formal.
La “cumbre de la democracia” que convocó el presidente de EE.UU., Joe Biden, en diciembre del año pasado levantó ampollas en China por partida doble. Primero, por su indudable carga ideológica de signo confrontativo. Es decir, fue formulada para escenificar una partición de aguas en el sistema internacional, el trazo de una línea divisoria entre democracias y no democracias que debería beneficiar su estrategia de prevalencia hegemónica. Pero también en lo filosófico-político, por el creciente rechazo de ese mesianismo que invoca un cierto modelo de democracia como “único” para todos los países del mundo, una contradicción con la propia esencia de la democracia, dicen en Beijing.