Ejército Zapatista de Liberación Nacional
A la organización político-militar vasca Euskadi Ta
Askatasuna (ETA). País Vasco.

(México. 9 al 12 de Enero del 2003)

Señoras y señores:

Recibimos la carta que, fechada el 1 de enero del 2003, nos enviaron a
través de agencias de noticias, periódicos, páginas web y etcétera.
Supimos de la existencia de su misiva el día 6 de enero, pero no en la
versión completa hasta que salió publicada en el periódico mexicano La
Jornada. A esa versión nos referiremos.

La noticia llegó como de por sí llegan las noticias acá. Estaba yo en la
letrina, pensando en lo que pasaría si ETA me tomaba la palabra y cumplía
mis deseos justo cuando estuviera yo cumpliendo con necesidades que llaman
fisiológicas. Ya me imaginaba las cabezas de los periódicos del día
siguiente: "Muere el Sup víctima de su bocota", y luego el balazo (es un
término periodístico, no lo que ustedes piensan): "Quedó hecho mierda"
(bueno, los periódicos que cuidan las buenas maneras y salvaguardan las
buenas costumbres pondrían "Quedó hecho popó"). Y todos los diarios
publicarían un desplegado, firmado por las mentes más lúcidas y elegantes
de México y España, que rezaría "De por sí nosotros siempre dijimos que
ese tío era una mierda". En fin, estaba yo en reflexiones de este tipo
(que tanto entusiasman a Savater y cía) y regresando a la comandancia,
cuando llegan a buscarme los comandantes Tacho, Mister y Brus Li (y no
"Bruce Lee", como ponen en los periódicos) y me dicen:

-Escuchamos en las noticias que ya respondió ETA.

-¿Ah sí? ¿Y qué dicen?

-Te regañan.

-Bueno, eso ya es un deporte internacional. Además ¿cómo que "te regañan"?
Será "nos regañan", ¿no que por mi voz habla la voz del ezetaelene?

-No, te regañan a ti. Así es el trato: a ti te tocan los regaños y a
nosotros las felicitaciones -dice Mister. Y agregó: -Tal vez alguien manda
la carta completa.

Eso tardó un tiempo bastante largo, sobre todo si se toma en cuenta que,
se supone, somos una guerrilla "posmodernista", con todos los adelantos de
la tecnología y que "surfeamos" por el ciberespacio.

Ya con la carta en las manos, la leyeron y después me la pasaron con un
"¡Uy!" sarcástico.

Tacho preguntó: -¿Por qué será que dicen eso de que "sabemos que no
siempre acertaron"?

Omar respondió, sonriendo: -Yo creo que porque no acertamos cuando pusimos
al Sup de vocero.

Las carcajadas deben haberse escuchado hasta el País Vasco.

El comandante David se me acercó y me consoló: "No les hagas caso, están
bromeando". La comandanta Esther trató de decir algo pero la risa se lo
impidió. En cambio, la comandanta Fidelia ofreció prepararme un té y me
dijo: "Hay que responderles, sobre todo lo de los niños y niñas del EZLN".

"También esto otro", dice Tacho y me marca, con un lapicero que alguna vez
fue del General de División Absalón Castellanos (General del ejército
federal mexicano, famoso por asesinar indígenas y perseguir, torturar,
encarcelar y matar voces disidentes; fue tomado prisionero por fuerzas
zapatistas en 1994, juzgado y condenado a la pena de cargar el resto de su
vida con el perdón de quienes fueron sus víctimas), algunos párrafos de su
carta de ustedes.

Así que aquí les va:

Primero.- Les aclaro que los niños y niñas del EZLN no entienden todo sin
palabras, como ustedes suponen erróneamente en su carta.

Nosotros los tratamos de por sí como niños. Es el poderoso con su guerra
el que los trata como adultos. Nosotros les hablamos. Les enseñamos que la
palabra, junto con el amor y la dignidad, es lo que nos hace seres
humanos. No les enseñamos a pelear. O sí, pero a pelear con la palabra.
Ellos aprenden. Saben que si nosotros estamos en esto es para que ellos no
tengan que hacer lo mismo. Y hablan y también escuchan.

Contra lo que ustedes dicen, nosotros les enseñamos que las palabras no
matan, pero que sí se puede matar a las palabras y, con ellas, al ser
humano.

Les enseñamos que hay tantas palabras como colores, y que hay tantos
pensamientos porque de por sí el mundo es para que en él nazcan palabras.
Que hay pensamientos diferentes y que debemos respetarlos.

Que hay quien pretende que su pensamiento debe ser el único y que
persigue, encarcela y mata (siempre escondido detrás de razones de Estado,
de leyes ilegítimas o "causas justas") a los pensamientos que son
diferentes.

Y les enseñamos a hablar con la verdad, es decir, con el corazón. Porque
la mentira es otra forma de matar la palabra.

En la lengua de los hombres murciélagos, los que hablando se van
orientando en su caminar, los tzotziles, hablar con la verdad se dice
"YALEL TA MELEI".

Les enseñamos a hablar y también a escuchar. Porque aquel que sólo habla y
no escucha, termina por creer que lo que dice es lo único que vale.

En la lengua de los tzotziles, los que escuchando se van orientando en su
caminar, escuchar con el corazón se dice "YATEL TAJLOK 'EL COONTIC".

Hablando y escuchando palabras es como sabemos quiénes somos, de dónde
venimos, y a dónde va nuestro paso. También es como sabemos del otro, de
su paso y de su mundo. Hablando y escuchando palabras es como escuchamos
la vida.

Segundo.- Veo que tienen sentido del humor y que nos descubrieron:
nosotros los zapatistas, que nunca hemos tenido la atención de la prensa
nacional e internacional, quisimos "usar" el conflicto vasco que, como es
evidente, tiene buena prensa de sobra. Es más, desde el día en que nos
referimos públicamente a la lucha política en Euskal Herria, los
comentarios positivos sobre los zapatistas, en la calle y en la prensa
nacional e internacional, han ido en ascenso.

Respecto a que no quieren ser parte de ningún tipo de "pantomima" u
"opereta", lo entiendo. A vosotros os gustan más las tragedias.

En lo que se refiere a que rechazan "ser un motivo para la próxima
camiseta de moda en la Gran Vía madrileña", pues eso malogra nuestro plan
de poner un puesto de souvenirs zapatudos en dicha vía (que era como
pensábamos cubrir los gastos del viaje). Además dudo que alguien se atreva
a llevar puesta una camiseta con ETA de motivo (y no por que les falten
simpatizantes -que los tienen y no lo olvidamos-, sino porque si
ilegalizan a Batasuna porque no condena la lucha armada de ETA, imagínense
lo que le harían a alguien con una camiseta que dijera "Gora ETA"). Por lo
demás no pensábamos pedirles autógrafos o pelearnos con nadie por
compartir el estrado con ustedes.

Que el encuentro sería algo serio estaría garantizado porque no lo
organizaríamos nosotros (que sólo nos especializamos en zarzuelas y teatro
del absurdo), sino las fuerzas políticas y sociales vascas, que fue a
quienes propusimos, públicamente, que lo organizaran y realizaran, aun
cuando no se pudiera hacer el debate con Garzón, sea por obstáculos de los
gobiernos español y mexicano, o sea por el desacuerdo de él o de ETA.

Tercero.- "La manera pública, sin consulta previa", en que lanzamos
nuestra iniciativa de UNA OPORTUNIDAD A LA PALABRA es de por sí como
hacemos las cosas los zapatistas. No hacemos previamente acuerdos "en lo
oscurito", para luego fingir que proponemos cosas que ya fueron pactadas
de antemano.

Además no tenemos ni los medios, ni el interés, ni la obligación de
"consultar" a ETA antes de hablar.

Porque los zapatistas hemos conquistado el derecho a la palabra: a decir
lo que nos venga en gana, sobre lo que nos venga en gana y cuando se nos
venga en gana.

Y para eso no tenemos que consultar ni pedirle permiso a nadie. Ni a
Aznar, ni al rey Juan Carlos, ni al juez Garzón, ni a ETA.

Cuarto.- Lo de que le hemos faltado el "respeto al pueblo vasco" es algo
de lo que también nos acusó Garzón (el cual, en consecuencia, debe
auto-declararse ilegal, por coincidir con ETA en sus planteamientos) y
toda la derecha hispana y vasca.

Debe ser porque el proponer darle una oportunidad a la palabra contraviene
los intereses de quienes, desde posiciones aparentemente contrarias, han
hecho de la muerte de la palabra su negocio y su coartada.

Porque el gobierno español mata la palabra cuando ataca al idioma
vascuense euskera o lengua navarrorum, cuando hostiga y encarcela a los
periodistas que "osan" hablar del tema vasco incluyendo todos los puntos
de vista, y cuando tortura presos para que confiesen lo que le sirva a la
"justicia" hispana.

Y ETA mata la palabra cuando asesina a quienes la atacan con palabras, no
con armas.

Quinto.- Respecto a que ETA está dispuesta a "hacer todo lo posible para
que el EZLN se informe mejor sobre el conflicto que enfrenta al País Vasco
con los Estados francés y español", rechazamos su disposición. No estamos
pidiendo que nadie nos informe. Estamos informados, y mejor de lo que
muchos suponen. Si no expresamos esta información, que es también una
opinión, es porque entre nuestros principios está el de que los asuntos de
cada Nación corresponden a cada pueblo, por eso señalamos que nosotros no
hablaríamos en el encuentro "Una oportunidad a la palabra".

Pero ya que están tan dispuestos a informar, creo que a quien deberían
informarle es al pueblo vasco.

Nosotros pedimos una oportunidad para la palabra. Para eso debimos
dirigirnos a varios actores del conflicto vasco. Lo hicimos porque es
nuestro deber, no porque nos apasione escribirle a Garzón o a ETA. De una
u otra forma, desde distintos puntos del espectro político e intelectual
mexicano, español y vasco (ustedes incluidos), han tomado esa oportunidad
y han hablado (aunque la mayoría para regañarnos). Así que, aunque sea
refunfuñando y pontificando, están ya dándole una oportunidad a la
palabra. Y de eso se trata.

Sexto.- Está el asunto éste de la representatividad.

El juez Garzón alega representar a los pueblos español y vasco (y une a
esa representación al rey, a Pepillo y a Felipillo), y si ofendo a los
susodichos entonces ofendo a todo el pueblo español y vasco.

ETA alega representar al pueblo vasco, y si la ofendemos al proponer una
oportunidad a la palabra, entonces ofendemos a todo el pueblo vasco.

Ignoro si los pueblos vasco y español están de acuerdo con ser
representados por unos y otros. Toca a ellos decidirlo, no a nosotros.

A diferencia del juez Garzón y de ustedes, nosotros no alegamos
representar a nadie, sólo a nosotros mismos. No representamos a todo el
pueblo mexicano (hay muchas organizaciones políticas y sociales en este
país). No representamos a la izquierda mexicana (hay otras organizaciones
de izquierda consecuentes). No representamos a la lucha armada mexicana
(hay cuando menos otras 14 organizaciones político-militares de
izquierda). Tampoco representamos a todos los pueblos indios de México
(hay, afortunadamente, muchas organizaciones indígenas en México, algunas
mejor organizadas que el EZLN).

Así que nunca hemos dicho que las tonterías que nos han dedicado, tanto
Garzón como ustedes, ofenden "al pueblo de México" o "a los pueblos
indios". Nos conciernen a nosotros, y no nos escondemos detrás de
supuestas representaciones que, en la mayoría de los casos, se asumen sin
que los "representados" se enteren.

Séptimo.- Sabemos que en el (des) concierto de las organizaciones
revolucionarias y de vanguardia en el mundo, los zapatistas no tenemos
lugar ni en la retaguardia. Eso no nos hace sentir mal. Al contrario, nos
satisface.

No nos apena el reconocer que nuestras ideas y propuestas no tienen como
horizonte la eternidad, y que hay otras ideas y propuestas mejor
planteadas que las nuestras.

Así que hemos renunciado al papel de vanguardia, y a obligar a nadie a
aceptar nuestro pensamiento con otro argumento que no sea la fuerza de la
razón.

Nuestras armas no son para imponer ideas o formas de vida, sino para
defender un pensamiento y un modo de ver el mundo y relacionarse con él
que, sí, puede aprender mucho de otros pensamientos y vidas, pero también
tiene mucho que enseñar.

No es a nosotros a quienes tienen que exigir respeto. Ya ven que como
"vanguardia revolucionaria" somos un fracaso, así que nuestro respeto no
les serviría de nada.

Con quien tienen que ganarse el respeto es con su pueblo. Y una cosa es
"respeto", y otra muy distinta es "miedo".

Sabemos que están enojados porque piensan que no los tomamos en serio,
pero no es su culpa.

Nosotros de por sí no tomamos en serio a nadie, ni siquiera a nosotros
mismos.

Porque quien se toma en serio acaba por pensar que su verdad debe ser
verdad para todos y para siempre. Y, tarde o temprano, dedica su esfuerzo
no a que su verdad nazca, crezca, dé frutos y muera (porque ninguna verdad
terrenal es absoluta y eterna), sino a matar a todos aquellos que no
acatan esa verdad.

No vemos por qué pudiéramos preguntarles qué hacer o cómo hacerlo. ¿Qué
nos van a enseñar? ¿A matar periodistas porque hablan mal de la lucha? ¿A
justificar la muerte de niños por razones de la "causa"?

Ni necesitamos ni queremos su apoyo o solidaridad. Tenemos ya la
solidaridad y el apoyo de mucha gente en México y en el mundo.

Nuestra lucha tiene un código de honor, heredado de nuestros antepasados
guerreros, y contiene, entre otras cosas: el respetar la vida de los
civiles (aunque ocupen cargos en los gobiernos que nos oprimen); el no
recurrir al crimen para allegarnos de recursos (no robamos ni en la tienda
de abarrotes); y el no responder con fuego a las palabras (por mucho que
nos hieran o nos mientan).

Pudiera pensarse que al renunciar a esos métodos tradicionalmente
"revolucionarios", renunciamos a avanzar en nuestra lucha. Pero, a la
tenue luz de nuestra historia, parece que hemos avanzado más que quienes
recurren a tales argumentos (más por demostrar su radicalidad y
consecuencia, que por su efectividad para la causa).

Nuestros enemigos (que no son pocos ni sólo están en México) desean que
recurramos a esos métodos. Nada sería más agradable para ellos que el EZLN
se convirtiera en la versión indígena y mexicana de ETA. De hecho, desde
que hemos tomado la palabra para referirnos a la lucha del pueblo vasco,
nos han acusado de eso.

Desgraciadamente para ellos, no es así. Y no será.

Por cierto, en la lengua de los guerreros de la noche "Luchar con honor"
se dice "PASC 'OP TA SCOTOL LEQUILAL".

Vale. Salud y no pretendemos decirle a nadie lo que debe hacer, sólo
pedimos una oportunidad a la palabra. Si no se la quieren dar, ni modos.

Desde las montañas del Sureste Mexicano y, pese a quien le pese, a nombre

de los niños, niñas, hombres, mujeres, ancianos y ancianas del EZLN.

Subcomandante Insurgente Marcos.

Cuartel General del Ejército Zapatista

de Liberación Nacional.

México, Enero de 2003.

P.D. Antes de que se me olvide (Tacho me lo ha recordado), respecto a su
final de "¡Viva Chiapas Libre!": Nosotros no les pedimos respeto, sino
conocimientos de geografía. Chiapas es un estado del sureste mexicano.
Ninguna organización ni individuo se plantea luchar por liberar Chiapas
(bueno, sí, una vez lo planteó el PRI chiapaneco, molesto porque el
ejército federal mexicano no se decidía a aniquilarnos), mucho menos los
zapatistas. Nosotros no queremos independizarnos de México. Queremos ser
parte de él, pero sin dejar de ser lo que somos: indios. Así que, puesto
que nosotros luchamos por México, por los pueblos indios de México, y por
todos los hombres y mujeres mexicanos, sin importar si son indios o no lo
son, el final debería decir: ¡Viva México con sus Indígenas!

P.D. "ACCIDENTAL".- Algo debe haber pasado, en tiempos anteriores, en las
fechas en las que se inicia y termina esta carta.

OTRA P.D. Tal vez sea ya evidente, pero como quiera lo remarco: también me
cago en las vanguardias revolucionarias de todo el planeta.