El País, 21 de diciembre de 2022.
La discriminación de las minorías en la República Islámica, como azeríes, kurdos, lores, baluchis, árabes o turcomanos, refuerza el apoyo a las revueltas.
Mahsa Amini, la joven cuya muerte bajo custodia policial el pasado septiembre desató las actuales protestas contra el régimen iraní, era kurda. Desde el cementerio de Saqqez, su ciudad natal y donde fue enterrada, el lema del movimiento feminista kurdo (Mujer, vida y libertad) se ha extendido a todo Irán. A lo largo de estos tres meses, algunas de las manifestaciones más numerosas se han producido en las regiones kurdas, con una larga historia de desencuentros con el Gobierno central. Pero también en Sistán-Baluchistán, provincia oriental iraní que asimismo alberga a una minoría que se siente marginada, los baluchis. ¿Influye el factor étnico en lo que está sucediendo en Irán?