El País, 9 de enero de 2023.
Muy pocas herramientas pueden equipararse en rapidez y magnitud al efecto que produce la emigración ordenada por motivos de trabajo en quienes se desplazan y en sus países de origen. Buena parte de este potencial, sin embargo, se queda en el camino.
El Gobierno dio luz verde, durante el verano de 2022, a una reforma del reglamento de extranjería que facilitaba la llegada de trabajadores extracomunitarios a España. Más migrantes temporales, menos burocracia y un abanico de sectores en busca de las capacidades que no encuentran en la Unión Europea (UE). La medida fue objeto de un intenso debate en el que no quedó fuera casi nadie, con una llamativa excepción: ninguna agencia pública o privada de desarrollo vio necesario comentar una decisión que podría cambiar la vida de millones de personas y aliviar la pobreza mucho más allá de los programas en los que la Cooperación Española hace inversiones millonarias cada año.