Mientras Tanto, 30 de noviembre de 2018.
I
Llevamos demasiados años a la espera; mucho tiempo en el que una tensión política
extrema esconde la ausencia de políticas reales. Catalunya ha conseguido ocupar el
lugar central de la política española. Nunca había ocupado tanto espacio. El
imperialismo medieval catalano-aragonés sólo llegó hasta Murcia (y acabaron
cediendo esta región al Reino de Castilla). Ahora Catalunya ocupa un lugar central en
el debate de las elecciones andaluzas, y lo volverá a tener a lo largo del nuevo ciclo
electoral que ya llama a la puerta. Un debate en que los símbolos, la tensión
emocional y la vaciedad argumental lo ocupan casi todo, tanto en Catalunya como en
el resto del país.