Federico Rendina
Cambio climático: Europa, unida en el fracaso
(Il Sole, Milán, 24 octubre 2013).

 

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, ningún país de la UE alcanzará los objetivos fijados para 2020 en materia de energía ecológica y emisiones. Mientras algunas personas opinan que el listón se había puesto demasiado alto, otras afirman que los progresos, aunque sean limitados, ya constituyen un avance.

Ninguno cumplimos los objetivos, es cierto. Pero ¿hay alguien que los cumpla en Europa? Aunque sea por una vez. Esto no sirve de mucho consuelo, porque lo cierto es que al viejo continente le cuesta concentrarse en sus compromisos medioambientales y energéticos (pues los dos van de la mano), recogidos en el famoso protocolo 20-20-20: el compromiso de lograr en todos los Estados miembros de aquí a finales de este decenio una reducción del 20% en las emisiones [de CO2] con respecto a 1990, lo que tendría como consecuencia una mejora de las mismas proporciones de la eficiencia energética, así como el uso del 20% de energías renovables en el conjunto de la producción.

Europa en general no logrará el objetivo, ni ningún país de la Unión logrará alcanzar los tres compromisos de la hoja de ruta marcada en 2008, ni destacará entre el grupo de los Estados que no cumplan los objetivos. Es lo que afirma el informe Trends and projections in Europe 2013 – Tracking progress towards Europe's climate and energy targets until 2020* [“Tendencias y proyecciones en Europa en 2013 – Seguimiento del progreso hacia los objetivos climáticos y energéticos europeos de aquí a 2020”] que acaba de publicar la Agencia Europea del Medio Ambiente.

Para el conjunto de los países europeos, el criterio más difícil de cumplir resulta ser el de la reducción del 20% del consumo energético. Actualmente, según los cálculos de la Agencia, solo cuatro de veintiséis países, ya que Eslovenia y Croacia no se han adherido al compromiso, se acercan al objetivo y son Francia, Alemania, Bulgaria y Dinamarca. Se trata de aquellos países en los que han funcionado las políticas fiscales e industriales para fomentar la reducción del consumo energético. Además, la Agencia advierte que, independientemente de lo que suceda, con o sin crisis, los consumos europeos de energía primaria se acercarán en 2020 a los 1.500 Mtep (es decir, 1.500 millones de toneladas equivalentes de petróleo), con lo que el objetivo de la reducción del consumo claramente se queda fuera del alcance de los países.

La crisis acerca los objetivos

Globalmente, Europa se acerca al objetivo de reducción del 20% de las emisiones de CO2 (la proyección de la Agencia indica un -18%) gracias a la crisis, que ralentiza las máquinas de la economía y del desarrollo. Pero incluso en este sentido, no todos los países han recorrido el mismo camino. La mitad de los Estados, 14 de 28, mantiene el rumbo y por lo tanto podría cumplir lo pactado. Pero España, Bélgica, Irlanda, Luxemburgo, Austria, Estonia e incluso la verde Irlanda se encuentran fuera de la trayectoria correcta. Y los demás países, incluida Italia, únicamente podrán llegar a cumplir los objetivos si refuerzan las medidas en curso.

En la carrera hacia el uso de energías renovables en un 20%, cada uno sigue su propio camino. La estimación para el conjunto de Europa está un tanto desfasada: en 2011 las energías renovables representaban el 13% del conjunto del consumo. Un dato que, a medio camino, podía hacer esperar que se cumpliera el objetivo en 2020. Pero en este sentido, la carrera también se desarrolla a distintas velocidades. Francia (por mucho que pese a los que insisten en pedir en vano que se incluya la energía nuclear en la lista de las energías respetuosas con el medio ambiente), pero también Bélgica, Reino Unido, Países Bajos, Malta y Letonia siguen estando por debajo del mínimo establecido.

La pregunta que se plantea entonces es ¿quién tiene razón? ¿Los que desde el principio sostenían que la resolución 20-20-20 era en realidad un ejercicio irrealista y demasiado ambicioso? ¿O los que afirman que, aunque no se llegue al final, la carrera en sí hacia estos objetivos ya puede considerarse un éxito?