(CTXT, 24 de abril de 2019).
Desde el punto de vista que interesa a la presente reflexión, hay izquierda
cuando una parte relevante del electorado se identifica con esa palabra –aunque no haya
un significado común ni bien definido– y cuando el electorado de izquierda apoya a
partidos que se declaran de izquierda. Y no hay izquierda cuando esto no se produce.
Parto de este supuesto.
Los comportamientos electorales están condicionados por las opciones
personales en relación con contraposiciones, divisiones o ejes varios. Entre las líneas de
fractura figuran las distinciones y los conflictos entre distintas identidades nacionales; o
la división feminismo-machismo, o la de izquierda-derecha.
En estas líneas no voy a referirme a los distintos problemas de la izquierda en el
orden ideológico o en el político. Me ocuparé solo de la siguiente cuestión: En qué
medida sigue habiendo izquierda en España en el campo de las identidades ideológicas
y en el de la representación política, aspectos ambos especialmente relacionados con la
participación electoral.