La Organización Internacional del Trabajo (OIT), en su centésima reunión
celebrada en junio de 2011, aprobó un Convenio sobre Trabajo decente
para las trabajadoras y los trabajadores domésticos, y una Recomendación
complementaria, con la finalidad de establecer pautas mínimas comunes y
mejorar las condiciones de trabajo de los millones de personas, mujeres en su
inmensa mayoría, que desempeñan en el mundo un trabajo doméstico remunerado.
Dicho convenio responde a la demanda planteada desde hace tiempo por
muchos colectivos interesados en visibilizar el sector doméstico y a la iniciativa
de representantes institucionales de distintos países para construir plataformas
normativas estandarizadas que contribuyan a hacer del servicio doméstico un
empleo digno. Buena parte de la población que desempeña esta actividad es
inmigrante, originaria de zonas rurales y pobres que emigra a las ciudades, o
procedente de países con menor renta y menores oportunidades laborales que
se desplaza a otros más desarrollados.
01Nov
Inmigrantes en el servicio doméstico
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