Isaac Bigio

Los gases se hicieron gas
(isaac.bigio@ntlworld.com)
16-IV-2003

La guerra iraquí ha concluido con la toma de dicho país por parte de tropas anglo-americanas y el derrumbe del régimen de Husein. Bush y Blair se sienten reivindicados y su popularidad interna ha aumentado.

Sin embargo, muchos se acuerdan que la causa para desencadenar la invasión fue que Irak representaba un riesgo para la comunidad internacional al poseer armas de destrucción masiva. El Informe Blair publicado en Octubre afirmó que Husein mantenía significativas cantidades de armas químicas y bacteriológicas, las mismas que podría activar a 45 minutos de dada la orden. Estas estaban almacenadas en laboratorios móviles y en plantas camufladas como fábricas que producen bienes civiles. Irak seguía teniendo mísiles de largo alcance incluyendo los al-Husseini capaces de hacer detonar gases con un alcance de 650 kilómetros. Se aseguraba que Bagdad estaba muy cerca de adquirir bombas nucleares pues había adquirido uranio de países africanos y tubos especiales.

En su presentación ante Naciones Unidas el secretario de Estado, Colin Powell, mostró las fotos de desplazamientos en instalaciones iraquíes lo cual fue mostrado como supuesta prueba que se estaban ocultando armas de destrucción masiva. Hasta la víspera del conflicto Blair decía que éste podría evitarse si Sadam desmantelase todas sus armas químicas, de la cual ellos estaban más que seguros que el régimen las poseía, pero que él se negaba a hacerlo.

Después de haber ocupado Bagdad y Tikrit no se ha encontrado un solo frasco conteniendo cualquier arma de destrucción masiva. Esto, pese a que el aparato militar sadamista ha colapsado y hay más de un cuarto de millón de tropas aliadas en Irak o en sus inmediaciones.

Se especulaba que el 'químico' Alí, el general sadamista que controlaba Basora, iba a defender la segunda ciudad iraquí con las mismas armas que él usó en Halabja (1988) masacrando 5,000 civiles kurdos. No se produjo nada de eso como tampoco la pretendida defensa de los bastiones de Bagdad o Tikrit desencadenando gases.

Irak tampoco pudo detonar un solo misil de mediano alcance. No tuvo uno sólo que pudiese llegar a Israel, como en 1991, y apenas pudo lanzar algunos mísiles a pocos kilómetros de su frontera sur hacia Kuwait. Ninguno de ellos portó armas químico-biológicas.

El informe de los inspectores de armas de Naciones Unidas en el consejo de seguridad abiertamente tildó como falsas las imputaciones que Irak habría adquirido uranio y tubos para fabricar bombas atómicas. Hans Blix sostuvo que las fotos mostradas por Powell no probaban nada. Ahora los EEUU admite que las 'pruebas' de inteligencia en sentido que Bagdad había adquirido material fisible de África fueron fraguadas por agencias como el Mossad o el MI6.

Durante un mes la prensa aliada ha estado encontrando lugares secretos donde habrían armas de destrucción masiva, pero cada una de dichas alarmas ha mostrado ser equívoca. Lo único que se ha hallado son máscaras anti-gas y material industrial.

Diversas personalidades del régimen han sido arrestadas o se han pasado al lado vencedor. Todas ellas, incluyendo el rendido general Amer Hammoudi al-Saadi, consejero científico de Husein, reclaman que Irak desmanteló sus gases después de la guerra de 1991.

Robin Cook, el primer ministro de relaciones de exteriores de Tony Blair, al renunciar a su cargo de Líder de la Cámara de los Comunes sostuvo que Reino Unido estaba ad portas de ir a una guerra pese a que estaba claro que Irak carecía de armas de destrucción masiva y denunció que se iba a la acción militar precisamente por que este país carecía de ésta y de fuertes armamentos.

Países 'parias' como Corea del Norte sí poseen armas nucleares y mísiles que pudiesen detonar éstas en Japón y tal vez puntos de EEUU. Mas, no se le ataca precisamente por que se teme su reacción bélica. A Irak se le atacó no por que tenía armas de destrucción masiva, sino precisamente por que tras 12 años de sanciones e inspecciones, Londres y Washington sabían que este país se había quedado sin sus armas más mortíferas.

Francia fue acusada de 'traidora' e 'ingrata' por buena parte de la prensa anglo-americana. Sin embargo, su labor en ayudar a ir minando al régimen de Husein fue importante. En aras de neutralizar a EEUU Sadam cedía a las presiones franco-rusas al punto de estar destruyendo mísiles a escasos días de la imparable invasión.

Si bien Blair y Bush pueden gozar de una transitoria nueva popularidad su credibilidad ha sido menguada. Ahora los EEUU afirma que Siria es el nuevo peligro y anuncian que ésta posee gases, algo que viene siendo rechazado por varios antiguos aliados árabes de los EEUU.

En esta guerra se ha mostrado que el único bando que utilizó armas de destrucción masiva han sido los aliados quienes emplearon bombas de racimo contra civiles así como las 'deshojadoras de margarita' capaces de destruir toda vida en un radio de medio kilómetro.

Mientras tanto, EEUU sigue controlando la mayoría de las armas nucleares, químicas y biológicas. Posee 10,600 cabezas nucleares y 31,000 toneladas de gases. Una fracción de tal arsenal podría acabar con toda la humanidad. Israel sigue sin ser inspeccionada pese a tener más armas de destrucción masiva que cualquier otro de los 55 países islámicos y de muchos del grupo de los 7 países más ricos.