El País, 13 de septiembre de 2021.
En la mayoría de democracias intervienen otros poderes en la formación del gobierno de la judicatura, porque la independencia judicial no se garantiza con un inexpugnable reducto corporativo.
Con la reclamación insistente de esta fórmula mágica se quiere justificar la resistencia a renovar un caducado Consejo General del Poder Judicial. Como si dicha fórmula fuera la más común para organizar el gobierno de los jueces. No lo es. En los países democráticos, la organización y el gobierno de la judicatura adopta diferentes modelos. Pero no una receta tan corporativa y endogámica como la condensada en el eslogan “jueces elegidos por jueces”, que el PP propone para designar a la parte mayoritaria de nuestro controvertido Consejo.