Ojo Avizor, septiembre de 2024.
El comienzo del curso es un buen momento para elaborar un inventario de los desafíos que tiene ante sí tanto la economía mundial, como las áreas de integración económica y las economías nacionales. Este inventario debe servir para tomar decisiones y actuar. Sin embargo, la observación de la realidad nos hace ver que los problemas son los mismos años tras año y se encuentran lejos de solucionarse. Es la hora de actuar y no se actúa. El siglo XXI está siendo realmente un desastre. Su comienzo no pudo ser peor. En los inicios tuvo lugar la crisis de las empresas tecnológicas, que fue un avance de lo que luego vendría: la crisis financiera de 2008. Cuando ya se estaba levantando cabeza surgió la pandemia en 2020, y tras la recuperación de esta calamidad se produjo la guerra de Rusia y Ucrania, lo que se tradujo, entre otras cosas, en un crecimiento de la inflación.