El Grand Continent, 1 de mayo de 2024.
Hace veinte años, la Unión acogía a diez nuevos países. Hoy, los futuros Estados miembros contribuyen ya a la seguridad del continente.
La próxima ampliación debe inscribirse en esta continuidad. Pero para que sea completa, debe inscribirse también en una serie de transformaciones de la Unión y en la emergencia de un nuevo proceso —creíble y atractivo—. Una perspectiva de Milena Harito, exministra albanesa de Innovación.
Entre los ciudadanos del continente europeo que conocen a Jean Monnet, la mayoría sabe que fue el padre fundador de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), que precedió al Mercado Único y luego a la Unión Europea actual.
Sin embargo, antes de eso, Jean Monnet desempeñó otro papel histórico, que probablemente cambió el desenlace de la Segunda Guerra Mundial y de Europa. Consiguió convencer al presidente Roosevelt de que pusiera las líneas de producción estadounidenses al servicio de los aliados europeos a través del «Victory Program» para armar a Francia y al Reino Unido en cantidades suficientes, sobre todo con aviones. Este programa fue esencial para derrotar a Hitler y propició el surgimiento de la Europa libre y democrática de hoy.