Noviembre de 2020.
El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la COVID-19
como pandemia. Además de su elevada morbilidad y mortalidad, las repercusiones económicas
están siendo enormemente graves. El Gobierno de España aprobó un Real Decreto
(RD 463/2020, de 14 de marzo) por el que se declaraba el estado de alarma para la gestión de la
situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19, cuyo objetivo era proteger la salud de la
ciudadanía, contener la progresión de la enfermedad y reforzar el sistema de salud pública.
Durante el periodo de alarma se estableció que la circulación debía realizarse individualmente
y estaba limitada a actividades de primera necesidad o desplazamientos al lugar
de trabajo; el transporte de viajeros debía reducir su oferta; los locales de actividades culturales,
artísticas, deportivas y similares deberían permanecer cerrados; se priorizaba el trabajo
a distancia y se suspendía la actividad escolar presencial en favor de actividades educativas
en línea.