letraslibres.com, 08 de agosto de 2018
En el marco de las negociaciones mantenidas alrededor de las propuestas de reforma
planteadas por Emmanuel Macron, Alemania –con el remolque de los llamados países
donantes– se muestra reticente a transformar una unión monetaria que funciona, por el
momento, en condiciones subóptimas en una unión política de la zona euro.
Con el fin de alcanzar ese objetivo, una zona euro democrática no debería estar solo
concebida para resistir a todas las tempestades especulativas –con una unión bancaria
controvertida y su procedimiento de liquidación de responsabilidad, con una garantía
común de depósitos que protegen los activos de los ahorradores y un fondo de dinero
controlado a nivel europeo–. Una zona euro democrática debería sobre todo estar dotada
de competencias y de medios presupuestarios necesarios para que dejen de ampliarse las
diferencias económicas y sociales entre los Estados miembros.