Mayo de 2024.
La población mundial en 1979 era de 4.366 millones de personas. Veinte años después alcanzó los 6.062, unos 1.700 más. En 2023 la cifra ha pasado a ser más de 8.000 millones, casi 2.000 más que veinticuatro años antes. La población mundial se ha duplicado en 44 años. Hace mucho tiempo que saltaron las alarmas y las demandas de parar el crecimiento demográfico se emiten desde muy diversos sectores políticos, sociales e intelectuales. Sin embargo, estudios recientes sugieren que ese crecimiento tocará a su fin en 2050 e incluso se convertirá en decrecimiento para 2100, lo que dispara nuevas alarmas (alarmas que demógrafos serios rebaten, como lo hizo en El Periódico del 3 de agosto de 2023 Julio Pérez Díaz). De todos modos, la preocupación por un supuesto exceso de población se basa en que para 2050 se espera una población cercana a los 10.000 millones, que bastantes creen que no es sostenible. Pero habría que precisar que la capacidad de carga del planeta depende del estilo de vida de la mayoría de sus habitantes. Así, si la media fuera el estilo de los multimillonarios europeos y norteamericanos, solo podrían mantenerse unos 2.000 millones y si fuera el de los campesinos y pastores etíopes podría llegar a los 40.000.
