El concepto de crítica, a partir del siglo XVII, adquirió un sentido peculiar.
Para Pierre Bayle significaba sopesar los puntos fuertes y los débiles de una
idea o de un razonamiento. En el siglo XVIII, Hume la entendió como examen
y discernimiento. En Kant, purificación y catarsis. A través de la crítica, era
la razón misma la que se sometía a examen. La crítica desbordó las fronteras
anteriores: dejó de detenerse, como sucedía con Bayle, ante la religión o ante
la política.
El Informe Delphi define el pensar críticamente como un proceso que, de
manera decidida, regulada y autorregulada, trata de llegar a un juicio razonable.
Se caracteriza por ser el resultado de un esfuerzo de interpretación, análisis,
evaluación e inferencia, y por la posibilidad de que sea explicado y justificado
por consideraciones conceptuales, contextuales y de criterios.
01Nov
Pensamiento crítico y conocimiento (Inconformismo social y conformismo intelectual)
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