Mustafa El M’Rabet
(Presidente de ATIME, Asociación de Trabajadores
e Inmigrantes Marroquíes en España)
Hay una nueva generación de musulmanes en España
y yo reivindico esa generación”

Entrevista de Peio M. Aierbe
(Hika, 156 zka. 2004ko ekaina)

El debate sobre la situación en que se encuentra la práctica del Islam en sus lugares de culto, las mezquitas, viene de la mano de la necesidad de perseguir las tramas extremistas que puedan dar lugar a actividades terroristas ¿No es algo que vicia ya todo el debate posterior?

MUSTAFA EL M’RABET. Si es éste el punto de partida, puede viciar, en parte el debate, y con un debate viciado tenemos unos resultados viciados. El punto de partida en este debate debe ser consensuado. Ha pasado demasiado tiempo en España sin un debate serio sobre el Islam. Aquí no se ha debatido nunca, y se ha hablado del Islam únicamente cuando un imam no ha querido saludar a una alcaldesa mujer, o cuando un imam ha publicado un libro que justifica pegar a las mujeres y cómo hacerlo sin dejar huellas, y ahora cuando los atentados terroristas de Madrid han puesto encima de la mesa que existen emigrantes musulmanes, ciudadanos marroquíes, implicados en la trama terrorista. Entonces, ante esta situación, lo que nosotros no podemos hacer en ATIME es seguir la tónica general y me refiero a la comunidad musulmana y sus líderes, hasta el momento, que es limitarse a condenar los actos terroristas, eso me parece perfecto, y decir que el Islam es una religión de paz y cruzar los brazos. Por eso hemos dicho, vamos a hablar del Islam en España sin complejos, sin miedos, y si en la práctica del Islam en España hay elementos que hay que explicar a la sociedad española, se lo vamos a explicar. Y si tenemos extremistas en el seno de la comunidad musulmana, se lo vamos a decir y le vamos a decir por qué y le vamos a pedir ayuda para deshacernos de ellos.

Sin embargo, la represión de las actividades terroristas está sobradamente contemplada en el Código Penal y su jurisdicción también abarca lo que pueda realizarse en ese sentido en el interior de los lugares de culto ¿por qué, entonces, es necesario plantear figuras jurídicas nuevas?

M.E.M.R. Es necesario, en primer lugar, el debate. Nadie puede negarse a debatir sobre el Islam en España. Yo creo que, con la excusa de que están tildando al Islam de terrorista, los musulmanes, por inteligencia, deben salir a presentar cuál es el verdadero Islam, el Islam moderado, el Islam moderno. Ahora, seguir una actitud de victimismo permanente, no va a ayudar ni al Islam ni a los musulmanes. Pero la necesidad de una nueva articulación política y jurídica del Islam en España, de la práctica del Islam, es un hecho más que obvio. ATIME ha planteado la propuesta de un Consejo de musulmanes en España.

¿Puede concretar más esa propuesta?

M.E.M.R. Pues consiste en que, con un proceso transparente, democrático, participativo, previo, no posterior, a un censo de musulmanes en España, queremos saber cuántos son, y su distribución en las comunidades autónomas. Y a partir de ahí, vamos a ver cómo articular un mecanismo representativo, democráticamente elegido, de la comunidad musulmana que sirva de interlocutor ante las instituciones y que se encargue de la transparencia de todo el proceso y que, a la vez, se encargue del autocontrol de toda la comunidad musulmana, sin ningún tipo de intromisión de factores exteriores, sea proveniente de otros países o de aquí mismo.

O sea que el factor clave, en su opinión, es la puesta en pie de manera plenamente democrática de un organismo representativo que sea el interlocutor para las cuestiones relacionadas con el culto del Islam.

M.E.M.R. Y eso tanto a nivel interno de la comunidad de cara a emprender debates y hablar de jurisprudencia, porque igual resolver un caso en España no es lo mismo que resolverlo en Arabia Saudí; igual el Código Penal aquí no es igual al de Marruecos; ni el Código Civil, ni otros Códigos y otras leyes. Éste es un mundo distinto y es de lo primero que hay que concienciar a la comunidad. Los musulmanes que han venido a este país, o sus padres en el caso de los nacidos aquí, lo han hecho para buscar una oportunidad y no podemos olvidar nunca que estamos en un país que nos ha acogido. Y aunque no podamos olvidar tampoco otros aspectos como la necesidad del mercado laboral, la esclavitud, la mano de obra barata y tanto otros, ahora estamos hablando de otra cosa. Vivimos en un país conformado en un estado democrático de derecho y tenemos la obligación, de cara a esta sociedad de abrirnos más, ya que a veces se da la sensación de que el Islam se practica en una especie de clandestinidad, y es eso lo que ha dado cobijo a algunos extremistas para irse implantando en el seno de la comunidad, al aprovecharse de esta sensación de la práctica clandestina del Islam en muchos centros.

¿Cabe pensar que todo lo que está ocurriendo puede servir para enderezar la situación y que podemos ser optimistas de cara al futuro inmediato?

M.E.M.R. Yo creo que sí, que hay elementos para ser optimistas. Y me refiero a la voluntad general de la comunidad. Si hablamos con la gente a nivel individual encuentras que se respira un ansia de quitarse de encima un peso. Es necesario que se empiece a hablar sin complejos. Este debate ya lo hizo la iglesia católica en los años de la Ilustración y salió ganando. La sociedad occidental salió ganando. Y nosotros, que estamos en occidente, ¿no vamos a beneficiarnos de los desarrollos conseguidos en estos países en los que vivimos, e intentar influir en nuestros países? ¿Vamos a dejarnos influir por unos extremistas que nos quieren devolver al pasado? Pues yo, la verdad, no lo concibo y no estoy dispuesto a que pase una oportunidad así sin que la aprovechemos la comunidad musulmana en occidente. Y a ello nos tiene que ayudar el gobierno y todas las instituciones y por supuesto la sociedad española, que tiene que ser conscientes de que necesitamos esa ayuda y de que la pedimos.