Carme Adán


Mujeres decisivas
(Página Abierta, 164, noviembre de 2005)

La Fundación Galiza Sempre ha publicado recientemente el libro Pensares galegos. Mulleres decisivas (*),de 160 páginas, cuyo objetivo es ponerle cara y darle voz a las decisiones, esfuerzos y pensamientos gallegos con nombre de mujer. De este libro, reproducimos uno de los textos de la introducción, redactado por Carme Adán.

Durante muchos siglos vincular el término “pensamientos” a las mujeres habría sido una contradicción ya que, desde antiguo, las mujeres fueron consideradas como el lado natural de la especie y sus actividades e ideas quedaron ocultas en el ámbito de lo privado. Definidas en función de su supuesta naturaleza y, reservando en exclusiva a los hombres el papel de creadores de cultura, las mujeres han sufrido una larga historia de invisibilización y, podríamos decir, silenciamiento consciente de sus aportaciones. No obstante, desde hace ya varias décadas existe un proceso de recuperación de la memoria que, poco a poco, va cristalizando en un proceso de historización de las experiencias femeninas. Así, podemos comprobar cómo las mujeres estuvieron presentes en todos los ámbitos de la vida y de la sociedad y cómo sólo una lectura interesada no permitió que esto se reflejara en la historia oficial.
La construcción de una historia en femenino lleva implícita la revisión de la construcción de la identidad de las mujeres. Frente a los intereses por definir a las mujeres de modo unitario, como el segundo sexo, como las “otras” diferentes, es obligado traer a la memoria toda una trayectoria de cuestionamiento del mismo ser mujeres. En este sentido, podemos recordar cómo Rosalía de Castro se preguntaba de qué tenían el alma aquellas que no cantaban a las flores y a las palomas, y respondía que de mujer. O cómo María Lejárraga, diputada por Granada en 1933, criticaba las dificultades de las mujeres para acceder al conocimiento y a la educación. Afirmaba esta política y escritora, para sorpresa de sus coetáneos, que por saber más una mujer no es menos mujer, ni por tener más conciencia o más voluntad. En esa misma línea, años más tarde la filósofa Simone de Beauvoir también se preguntaba retóricamente por la existencia de las mujeres, para seguidamente acometer el esfuerzo de desentrañar las claves de la dominación secular que sufren. Su pensamiento y los conceptos que ella elaboró servirían de base como categorías de análisis de la situación de las mujeres en la apertura de los estudios de género que se inició a partir de los años setenta.
Ante este legado, lo que no presenta dudas es que las mujeres existen, son muy diversas y tienen intereses distintos. También está claro que llevan recorrido mucho camino en un proceso constante de “autodesignación”, según las palabras de Celia Amorós. Esto es, en un proceso de construcción de identidad desde ellas mismas. Son las mujeres las que tomaron la palabra para cuestionar una identidad rígida asignada por la cultura patriarcal. Al mismo tiempo que buscaban sus propias fórmulas para definir el ser mujeres en relación con las múltiples variables que configuran la realidad. Todo este esfuerzo por romper con las imposiciones y dejar de ser el grupo de las idénticas, de las que sólo pueden ser definidas desde fuera como un todo unitario, es una de las expresiones de lo que significa ser sujetos de acción y pensamiento.
El presente texto nos sitúa justamente ante las contribuciones de una cantidad de mujeres gallegas en la acción y el pensamiento. Mujeres que llevan desarrollando su trabajo en el espacio público, en el ámbito de la acción social y política. La entrada de las mujeres en estos espacios va a producir un cambio sutil pero sin pausa, un cambio que está llamado a enriquecer la vida política con diferentes visiones, con diferentes modos de enfocar y resolver los problemas. Las mujeres protagonistas de este trabajo tuvieron y tienen un papel destacado en la vida política de Galicia, sus aportaciones aparecen recogidas en las biografías que componen la segunda parte del libro.
Los objetivos que se persiguen al hacer visibles las vidas de estas mujeres son por lo menos dos. En primer lugar, estas biografías representan una pequeña contribución al necesario reconocimiento que merecen por su labor. Por otra parte, ayudan al conocimiento y a la puesta en valor de los diferentes modelos en femenino de la praxis política. Este segundo objetivo podríamos decir que tiene dos dimensiones básicas, una simbólica y otra educativa. Cualquiera de ellas es fundamental para configurar una nueva imagen de la vida pública donde la presencia de las mujeres esté totalmente normalizada.
De las mujeres decisivas que se recogen en este libro aparecen en la primera parte de él, bajo el epígrafe de pensamientos gallegos, dieciséis escritos. Son dieciséis pequeñas muestras de las ideas y las reflexiones que contribuyen a tejer nuestra visión del mundo. Se recogen diferentes problemas, temas de actualidad en la discusión política o reflexiones y preocupaciones que recorren a diario los movimientos de mujeres. El reconocimiento de las mujeres como sujetos de pensamiento y de creación es tal vez la transformación más significativa del siglo XX. Con esta publicación se desea señalar y presentar esta dimensión, la de productoras de conocimiento, de unas mujeres vinculadas fundamentalmente al mundo de la participación socio-política en Galicia.
Para cerrar este libro se optó por mostrar las huellas de aquellas mujeres que trabajaron en el primer nacionalismo gallego. Aunque la participación femenina fue pequeña, conviene destacar su iniciativa y persistencia en un momento difícil para las mujeres en las esferas públicas de la vida. Al mismo tiempo, se recogen unas notas sobre las primeras diputadas gallegas y sobre las mujeres que formaron parte de los diferentes gobierno gallegos.
Debemos felicitarnos de que la Fundación Galiza Sempre asumiera este proyecto, trabajara para desarrollarlo y le diera la forma de publicación de la que hoy podemos gozar. Pero lo que debe significar el motivo de mayor satisfacción es que comencemos a reconocer que la creación de pensamiento y la praxis política en Galicia tienen en las aportaciones de las mujeres un pilar básico.

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(*) Bajo el epígrafe “Pensamientos gallegos”, en Pensares galegos. Mulleres decisivas se incluyen textos de Lidia Senra, María Pilar García, Encarna Otero, María Xosé Queizán, María Xosé Agra, Nanina Santos, María do Carme García, María Xosé Porteiro y Margarita Ledo.
Tras ellos, en la segunda parte de la publicación, y bajo el epígrafe de “Mujeres decisivas”, se recogen unas pequeñas biografías de 17 mujeres profesoras, escritoras, periodistas, empresarias, sindicalistas, políticas, etc., además de las ya citadas: Salomé Álvarez, Carmen Avendaño, Carmen Blanco, Olaia Fernández, Ana Gandón, Aurora Marco, María Xesús Sainz y Elvira Souto.