David Perejil
Jovencuentro 2012. Derechos en tiempos de crisis

Una vez más, como ha sucedido cada dos años desde 2000, tuvo lugar el séptimo Jovencuentro, organizado por la Federación de ONG Acción en Red los pasados 2 y 3 de noviembre. Esta vez se volvió a elegir la localidad malagueña de Mollina para albergar este espacio juvenil de reflexiones, intercambio de experiencias de acción social y expresiones artísticas.

Doce años después de su nacimiento, en este Jovencuentro 2102 hubo cuatro plenarios, nueve sesiones simultáneas, cuatro talleres lúdicos, una noche de “cultura en red” y una representación musical. A los encuentros asistieron 162 personas procedentes de Madrid, Granada, Sevilla, Málaga, Almería, Canarias, Navarra, Asturias, Murcia, Castilla-León, La Rioja y Barcelona.

El grueso de la organización práctica volvió a recaer en los integrantes de Acción en Red Granada, que desplegaron trabajo y buen humor para que todo estuviera a punto. Nora Miñán, de la ONG granadina, fue una de las responsables de las tareas organizativas. Ella comenta que al estar pendiente de la organización del Jovencuentro «eres  consciente de las necesidades que hay detrás de este tipo de jornadas, desde las más nimias a las más grandes, y de la cantidad de gente implicada, cosa muy impresionante y revigorizante». Además, señala que supone trabajar «codo con codo con muchas personas que dedican tiempo a esto y eso crea un ambiente genial, te sientes parte de un engranaje en el que la corresponsabilidad es palpable».

Las jornadas siguen girando en torno al trabajo relacionado con los derechos humanos realizado por la Federación Acción en Red en diferentes aspectos como la integración de las personas inmigradas, los buenos tratos en las relaciones interpersonales, contra la exclusión social, por la memoria histórica, el ecologismo, por los derechos laborales, por unas relaciones internacionales más justas y solidarias, y otras muchas. A ellas se añaden un buen número de reflexiones sobre los asuntos generales que preocupan y ocupan a los miembros de la ONG tanto en sus trabajos estables como en su vertiente de pensamiento y formación. Con la presencia de numerosos voluntarios y voluntarias, que se implican de manera ocasional o continuada, en un proyecto ciudadano de acción social, denuncia y sensibilización que busca incidir en graves problemas de nuestra sociedad y de otros países.

Esta vez bien podríamos calificar a los Jovencuentros 2012 como los de los “Derechos en tiempos de crisis”. Derechos, así en plural, porque no solo se reivindica la puesta en práctica de los derechos humanos, sino también la defensa de aspectos tan básicos y esenciales como el Estado de bienestar, la educación pública o una democracia de calidad. Todos ellos fueron analizados en tres de los cuatro plenarios, para dejar la última sesión para profundizar en estos tiempos de indignación.

Los plenarios

El viernes 2 de noviembre, después de la divertida presentación de Eduardo, de Sevilla, y Cristina Brito, de Canarias, se celebró la primera sesión plenaria. Como introducción, Íñigo Rudi dijo que no había mucha necesidad de presentar un asunto central estos últimos meses en la vida de este país: la situación menguante de nuestro Estado de bienestar. María Valvidares, profesora universitaria, y Carlos Pérez, también docente, ofrecieron definiciones, contexto histórico, etapas y modelos, para acabar perfilando las diferencias entre nuestro país, de tardía incorporación para llegar a una especie de estado del “medioestar” ahora en proceso de recortes, y otros europeos. Fue una charla muy pedagógica en la que hubo espacio para personajes históricos como Bismarck o Keynes, extractos del programa Salvados de la Sexta o fragmentos de películas como Las  nieves del Klimanjaro. María y Carlos terminaron su exposición dejando dos asuntos para la reflexión. El primero, la relación entre economía y política, dado el desfase provocado por el hecho de que la primera supera ampliamente las fronteras del Estado-nación. El segundo, cómo abordar la pérdida de la capacidad democrática y de influencia en entornos internacionales como la UE.

Por la tarde de ese mismo día, Fernando Fernández-Llébrez y Xabel Vegas ofrecieron “Reflexiones críticas sobre la democracia y la (anti)política”. Fernández-Llébrez, profesor universitario de Ciencia Política en la Universidad de Granada, estableció como puntos de partida las características de la democracia representativa y los elementos que la caracterizan. Habló también de sociedad civil, participación y cultura democrática en tres ámbitos: individuo, asociaciones y movimientos sociales. Acabó su intervención  expresando que «hay que defender la democracia, pero ¿cómo hacerlo? ¿Es universalizable? ¿Cómo hacer frente a sus problemas?». Le siguió Xabel Vegas, bloguero y articulista, que empezó diferenciando entre potestas, poder efectivo, y autoritas, autoridad y legitimidad en la política. Citó tres etapas en la vida española ante la política: cierto interés en los 70, desinterés después y ciertos rasgos de antipolítica en nuestros días. Desgranó los problemas que afronta la política en los últimos tiempos debido a la crisis económica, distancia con la sociedad, corrupción o déficit democrático de las instituciones de la UE, por sólo citar algunos aspectos. Vegas caracterizó algunas visiones como poco ajustadas a la realidad: situar a los políticos como responsables de todos los males de la sociedad y cierto desprecio por la representación al sacralizar la democracia directa o ensalzar formas tecnocráticas. Acabó su intervención, primero, con una alerta de los «riesgos de populismo, extremismo y autoritarismo» que pueden traer ciertas maneras de ver la política en nuestros días. Y, segundo, con una serie de propuestas de más control ciudadano, más crítica concreta de partidos y políticos y más mecanismos de participación. Txema Mauleón, que presentaba la mesa, cerró las intervenciones en tono irónico. Para fomentar que la gente se involucre, a su manera, en temas políticos citó un tweet: «En un plato de huevos con chorizo, la gallina colabora y el cerdo se compromete».

Al día siguiente, Lluïsa Cifre presentó una mesa en la que María Pastor, estudiante y miembro de la asociación Ciudadanos por la Pública, y Carmen Heredero, docente y responsable de la Federación Estatal de Enseñanza de CC OO, empezaron la mañana con la pregunta “¿Hacia dónde va la educación? Stop ley Wert”. Comenzó María Pastor desgranando las actividades de sensibilización de su recién creada asociación, que busca ensalzar los valores de aquellas personas que han estudiado en la educación pública. Mediante campañas de sensibilización, como un vídeo en el que diferentes personalidades muestran su orgullo de haber estudiado en colegios públicos, luchan contra uno de los estigmas en boga: lo privado supera siempre a lo público. Acabó anunciando una nueva campaña contra la ley Wert, que Carmen Heredero se dedicó a desgranar de manera exhaustiva. Un borrador de ley que da una nueva vuelta de tuerca a la estructura educativa de nuestro país. No sólo vuelve la vieja pugna entre populares y socialistas, con sus constantes cambios de orientación de la educación, sino que en ella destacan aspectos más económicos y mercantilistas. Ya desde el preámbulo legislativo se olvidan principios de formación de  la ciudadanía, para formar personas en su inserción laboral. Algo que luego se desarrolla en los itinerarios educativos y medios de los centros.

La última sesión plenaria, que cerró el Jovencuentro, fue “El ciclo de protestas actual: la acción colectiva después de la indignación”, que impartió Juan Manuel Brito, historiador e investigador social. Presentado y entrevistado por Nora Miñán, Brito empezó, en un plano más teórico, definiendo los ciclos de protesta sociales y la vida sociopolítica española actual. La caracterizó aludiendo al bajo tono participativo, al sistema político bipartidista y a una protesta en las calles normalizada, como manera de resolver conflictos que no tienen cauce en las instituciones. Después abordó otras cuestiones como la relación entre la izquierda social y el movimiento del 15-M. «Lo más relevante del 15-M es el “ciudadanismo” que promueve. Busca que mucha gente se “active”», declaró Brito para pintar este movimiento como una caja de resonancia de valores de la sociedad, republicanismo político, abierto y plural. Después se preguntó sobre el papel que desempeñó Internet en la movilización, así como los cambios que motivan el uso de nuevas tecnologías en las formas de organización. Por último, reflexionó sobre la no violencia, clave en los primeros momentos de las protestas indignadas, y cómo puede cambiar esa característica en el momento actual (*).

Una gran variedad de sesiones simultáneas

Durante la estancia en Mollina, los asistentes debieron elegir entre varias sesiones simultáneas sobre asuntos muy variados. La primera tanda de ellas la abrieron Cristina Izquierdo, trabajadora social, y Noemi Parra, antropóloga y sexóloga, para explicar una experiencia de trabajo social. En concreto, dieron a conocer los objetivos, la fundamentación y el trabajo práctico de la asesoría sexual con jóvenes de Acción en Red Canarias “Enróllate con buenos tratos”.

Al mismo tiempo, Samuel Pérez, coordinador de la ONG Tareas Solidarias y habitual de los foros sociales mundiales, habló de los cambios en “Un mundo a la deriva” a través de seis historias: el orden mundial, la experiencia socialista fallida, la globalización, la pobreza, el poder económico y político, y un esbozo de hacia dónde puede ir el mundo. En este extenso recorrido, reconoció que no quedaba espacio para otros aspectos que le interesaban, como las guerras en el mundo.

También a la misma hora, Francisco Castejón, doctor en física y activista ecologista, concitó la atención de quienes eligieron oír por qué algunas personas que viven en la ciudad deciden volver al campo buscando otra forma de vida.

Todo eso en la mañana del viernes, porque por la tarde los asistentes tuvieron que optar entre otras tres sesiones. Berta L. Kaiser dio una sesión muy participativa e interactiva para hablar de las nuevas tecnologías con el provocativo título “Cuando la Pasionaria se abrió un facebook: Internet y los movimientos sociales”. Tras la descripción de muchas herramientas y usos, abrió interrogantes sobre la democratización o no de la información e hizo una invitación al uso activista de Internet y las redes sociales.

De manera simultánea, hubo un diálogo entre jóvenes investigadores que se preguntaron “para qué servía el I+D”. Mireia Corell, ingeniera agrícola, Francisco M. Vega, trabajador en Biomedicina, y Jara Majuelos y Diego Llusia, biólogos, disertaron sobre un tema de amplio calado social para el futuro del país y las personas que trabajan en un sector, el de la investigación, tan castigado por los recortes y precarizado casi desde su origen.

Cerró esta tanda de sesiones un ya habitual en los Jovencuentros, Manuel Trenzado, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Granada y experto en comunicación política, quien explicó la caída del muro de Berlín a través del cine.

El sábado 3 de noviembre, por la mañana, Josefina Jiménez, del equipo coordinador del Programa Por los Buenos Tratos, habló sobre lenguaje y sexismo. «¿Qué hacemos con la @?», se preguntaba para iniciar un tema que ha sido intensamente debatido en los últimos años.

Por su parte, Beatriz López, coordinadora del programa de formación integral de jóvenes de Acción en Red Madrid, se ocupó de la sesión “Diversidad cultural y convivencia”. Profundizó en los modelos teóricos sobre la integración, la experiencia obtenida en diversos lugares de Europa como Francia o Inglaterra, para acabar hablando de la situación en nuestro país y de las experiencias extraídas de los trabajos prácticos que se vienen realizando en dicho programa.

La última sesión de esta tanda vino precedida por la proyección del documental Mi Makhzen y yo. Con él se abrió un debate sobre el Movimiento 20 de Febrero de Marruecos, las revueltas árabes y las relaciones entre sociedad, palacio, religión y movimientos sociales en el país vecino. Intervinieron Marouan Sakr, activista del 20-F en Rabat, y Amanda Andrades, responsable de proyectos de cooperación en Marruecos.

Un poco de ocio y cultura

Las últimas sesiones se dedicaron a asuntos de ocio y culturales. Como las “Pistas para acercase al flamenco” que de la que se encargó David Roldán, explicándolo en vivo a través del quejío de un cantaor y un guitarrista, que tuvieron tanto éxito que repitieron con un puñado de canciones ante todo el público. O la sesión de cortometrajes, seleccionados por Josep Martínez y María Izquierdo, que dejaron con la sonrisa a más de uno. Otros prefirieron empezar a aprender cómo se monta uno su propio vídeo con su portátil y algunas herramientas que ofreció Roberto García. Por último, algunos quisieron sentir “Los puentes del dolor” a través de algunos poetas de la época de la Guerra Civil, sesión que corrió a cargo de Medinaceli Parrilla, Isa Abellán, Ioseba Eceolaza y Paco Doblas. Estos dos últimos leyeron, a su vez, algunos de sus poemas.

Pero el ocio y la cultura no pararon allí. El viernes 2 de noviembre cerca de diez pequeños grupos de personas animaron a los asistentes con una “velada cultural” hecha a ritmo de parodia. Tu cara me suena, pero no mucho fue una caricatura de los concursos actuales en la que cupo poesía, cuentos, actuaciones teatrales, música y hasta un poco de break dance. El  broche casi final lo puso, el sábado 2 de noviembre, la actuación de Bubble Drag y sus Burbujitas, que cada año se supera en una actuación digna del colorido carnaval canario. Esta vez aprovechó la celebración de Halloween para poner a bailar a todo el público. Porque el punto final de este Jovencuentro 2012 lo puso el “himno oficioso” de la vaca lechera en el que jóvenes y no tan jóvenes soltaron sus cuerpos gritando y agitando sus manos para salir contentos y relajados hacia la fiesta con la que se despidió el encuentro.

Y algunas valoraciones

Después del Jovencuentro 2012 algunos de sus asistentes expresaron sus primeras valoraciones de las jornadas. Una pequeña puerta a la que asomarse para saber qué y cómo es un encuentro de estas características. Los “novatos” expresaron sus sensaciones ante unas jornadas que les resultaron totalmente nuevas. Los “repetidores” revivieron algunos temas conocidos y escucharon otros más nuevos. Este es el caso de Dani López, sevillano de  32 años, que ha asistido a todas las ediciones. Para este activista «el Jovencuentro es un lugar perfecto para gente con inquietudes, que tenga muchas ganas de darle vueltas al coco, pero también de reír y pasarlo bien». La valoración de Dani no se limita  a los contenidos, sino también al poso que le deja. «Espacios como éste son revitalizadores, cargan de energía a personas, como nosotros, que mostramos interés por los diferentes aspectos del mundo en el que vivimos o, incluso, trabajamos en algunas iniciativas relacionadas con ellas. Los conocimientos, las diferentes experiencias, el contacto y la charla con personas con inquietudes similares, y, por supuesto, el baile, la música y las risas, hacen que regreses a casa con más energía y ganas de seguir trabajando porque las cosas sean algo mejores».

La asturiana María Valvidares describe el Jovencuentro como «un espacio de convivencia entre gente joven, y no tan joven, como es mi caso, que comparte el deseo de ejercer una ciudadanía activa, reflexiva y responsable, y comprometida con la sociedad de su tiempo. Que trata de abrir espacios de debate sobre temas que nos preocupan y también de tener la mente abierta hacia otros que pensamos que no eran importantes y descubrimos que sí lo son. Y todo ello, en un ambiente especialmente divertido y donde una siente el cariño de personas a las que no conocía personalmente pero con quien me unen valores básicos». Para la también ponente del plenario del Estado de bienestar estas jornadas son «una inyección de energía al ver a tantas personas, de poco más de veinte años, decidiendo que lo mejor que pueden hacer un puente es juntarse a escuchar charla tras charla, y además, buscando el tiempo para preparar veladas culturales y humorísticas».

Jenny Sadhwani, canaria de 23 años, ha disfrutado, sobre todo, de «los plenarios, tanto por el contenido de los mismos como por la forma en que los ponentes explicaron temas tan complicados en lenguaje sencillo y resumido, por el tiempo limitado que tenían». Tras su segundo encuentro, Jenny considera la experiencia como «algo increíble por la variedad de temas interesantes y actuales que se tocan y por su relación con el trabajo social que se realiza en cada zona».

Íñigo Mateo, navarro de Tudela, de 32 años, pese al interés y equilibrio del programa, ha echado en falta un plenario similar al de «Otro Derecho Penal de hace dos años», que le marcó de manera especial. Su asistencia a todos los encuentros, a excepción de uno, le permite valorar las simultáneas como «más equilibradas y mejor escogidas que otros años». Preguntado por cuál le ha parecido mejor, Íñigo destaca que «salió impresionado del taller de flamenco. En dos palabras, im-presionante», dice con un toque de humor.

Por último, para Ramón Ruiz, de Madrid, el fin de semana «de charlas y conferencias ha tenido un nivel altísimo, tanto en conferenciantes como en temas de actualidad». Ramón dice que le gustaron mucho todas las charlas a las que asistió. «Destacaría el plenario sobre la ley Wert, la charla sobre el Movimiento 20 de Febrero, las reflexiones sobre democracia y antipolíticos...». Para acabar manifestando su satisfacción por todas las sesiones en las que estuvo.
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(*) Los asuntos tratados en su intervención se desarrollan en el texto del propio Juan María Brito publicado en esta entrega de www.pensamientocritico.org.