Fabio Gándara
Del 15-M a las acampadas
(Página Abierta, 215, julio-agosto de 2011).

  Intervención de Fabio Gándara, uno de los portavoces de la plataforma Democracia Real Ya, en una charla-debate titulada “Del 15-M a las acampadas”, pronunciada el pasado 16 de junio, en la que ofreció una visión general de la gestación del movimiento 15-M y de cuanto ha sucedido en estos meses.

Realmente, algo ha cambiado en el último mes en este país. Todos hemos visto cómo hemos pasado de una sociedad dormida, una sociedad incapaz de articularse, de defender sus derechos, una sociedad cabizbaja con respecto a lo que veíamos en el resto todo el mundo, a una sociedad que de repente ha despertado, una sociedad que ve que también es capaz de organizarse, de salir a la calle para luchar por sus derechos, para mostrar su indignación, para exigir a los poderes políticos y económicos un cambio de rumbo.

Es lo que ha sucedido en el último mes, aunque ciertamente aún no hemos conseguido cambios concretos en nuestra democracia, en nuestro sistema político, en nuestro sistema económico. Pero hay que ver las cosas con perspectiva. Llevamos un mes de protestas. No se puede pedir que cambie en un mes aquello que no han sido capaz de modificar políticos y expertos. No se nos puede pedir a nosotros ahora mismo que tengamos unas propuestas desarrolladas y articuladas en tan corto periodo de tiempo.

Sin embargo, sí podemos afirmar que en ese mes se han logrado grandes cosas. Como he dicho, la sociedad ha despertado, el debate político ha salido a la calle por primera vez. Paseamos y vemos a gente discutir sobre los problemas que existen, sobre las cuestiones que hay que cambiar en nuestro sistema político, sobre las cuestiones que ahora mismo están afectando a todos. Vemos a chavales de 15 años discutir sobre política. Vemos, en definitiva, que la plaza, la calle, vuelve a ser el ágora pública en el que se discute de los asuntos que afectan a toda la ciudadanía. Esto unido al hecho de que todas las protestas de esta semana, a pesar de los incidentes que tristemente las han empañado ayer, han sido absolutamente cívicas, absolutamente pacíficas y se han convertido en un ejemplo para todo el mundo.

Podemos decir, por lo tanto, en esta breve síntesis de lo que ha sido el último mes, que la denominada por medios extranjeros y propios, e incluso por parte de los indignados, “spanish revolution” ha sido un ejemplo de civismo a nivel mundial. Ahora mismo se ha acuñado en algunos países el término de “protestar a la española”, para hacerlo de forma pacífica y de forma poco agresiva. Yo creo que eso ya es algo que nos tiene que hacer sentirnos muy orgullosos.

¿Cómo nació todo esto? Muchos analistas, muchos tertulianos han creído ver manos negras detrás de ello, han querido ver siempre alguna influencia especial. Parece que a muchos les cuesta concebir que en este país los ciudadanos puedan autoorganizarse, que los ciudadanos tengan la capacidad, los conocimientos y las herramientas para poder articular una protesta y unas propuestas.

Esta protesta surge hace aproximadamente unos cinco meses, alrededor de los meses de diciembre y enero, cuando en las redes sociales, Twitter, Facebook y distintos blogs, una serie de personas, entre las que me incluyo, de toda la geografía española, preocupadas por la situación política y económica actual, atentas a lo que estaba sucediendo en el resto del mundo, a las protestas en el mundo árabe, a los hechos acontecidos en Islandia, a las que se iban sucediendo en Portugal, en Francia y en otros países europeos, empezamos a pensar, a analizar que la situación en España era muy grave. La situación de la juventud, con paro sangrante, la situación de miles de familias desahuciadas, la existencia de un descrédito y una deslegitimación de la clase política completamente inaceptable en una democracia avanzada. Empezamos a darnos cuenta de que la cantidad de problemas que ahora mismo se estaban produciendo en España era (y es) tal, que había que hacer algo al respecto.

Una de las premisas básicas de las que se empieza a hablar en estos foros de Internet es la de la necesidad de coordinarnos. Sabíamos y sabemos que en España hay una gran ebullición social, en cierto modo; hay muchas asociaciones y muchas protestas que hasta el momento venían funcionando de forma muy disgregada. La idea, entonces, era unir a gente con distintas sensibilidades, con distintas ideologías, con formas distintas de ver el mundo y de aportar soluciones distintas, pero toda preocupada por unas cuestiones básicas, unas cuestiones de sentido común que nos afectaban a todos.

En ese momento, aproximadamente alrededor del mes de febrero, se crea un grupo de coordinación en Facebook, llamado, simplemente, Plataforma de Coordinación de Grupos Promovilización Ciudadana. En él se empieza a realizar, por parte de varios internautas que estamos ahí discutiendo y que nos hemos incorporado a este grupo, una labor de mailing a blogueros, a gente de distintos grupos en Facebook dedicados a difundir noticias sobre la crisis, sobre lo que sucede en el resto de Europa, invitando a todo tipo de personas a unirse a este grupo y empezar a discutir qué podíamos hacer. Sabíamos que había que hacer algo, pero no sabíamos qué, ni cuándo, ni cómo, y es en ese grupo donde se empieza a debatir todo esto.

Poco a poco, de forma muy horizontal, de forma muy abierta, discutiendo en plan de tormenta de ideas, van surgiendo unas líneas básicas. Vamos determinando los problemas que afectan a la mayor parte de la gente, se van perfilando estos ocho puntos de discusión en los que van surgiendo propuestas concretas. Se empieza a redactar de forma transversal, de forma consensuada entre todos, un manifiesto a través de todas esas herramientas que se nos ofrecen en Internet, como la que permite la redacción de documentos por varias personas al mismo tiempo.

Se va haciendo todo esto de forma muy participativa, utilizando las redes sociales, una herramienta que debería haber tenido esa función desde hace mucho tiempo. Algunos las quieren ver como meros foros donde se discute de todo tipo de naderías y cosas poco trascendentales, pero la potencialidad que tienen es tan grande –nos lo demostraron los países árabes– que era el momento de aprovecharla aquí.

Es, por tanto, Facebook el foro donde empieza a funcionar esto a nivel organizativo. Y muy pronto se empieza a coordinar con el Twitter a nivel de difusión. Podríamos decir que Twitter es una herramienta ideal para difundir, como un virus, todas estas ganas de protesta, toda esa indignación que nacía en la Red, extenderlas lo máximo posible. Y Facebook, el instrumento ideal para contactar con gente de distintas situaciones geográficas, de distintas extracciones sociales, de gente de todo tipo que tiene ahí un foro donde conocerse y donde empezar a discutir.

Poco a poco, como he dicho, se van definiendo estas propuestas, se va definiendo el manifiesto que conocéis. Se llega a la conclusión de que la indignación no puede quedarse en la Red, de que es necesario hacer una gran movilización en toda España, sacar a la gente a la calle, mostrar ese descontento y mostrar que la ciudadanía quiere un cambio. Se fija, por tanto, esa fecha del 15 de mayo, no por querer influir en las elecciones municipales, sino por estar presentes la semana antes y, de forma simbólica, intentar representar el papel que debe tener la ciudadanía en la vida política de un país frente a una campaña electoral en la que los políticos realizan promesas cada cuatro años para olvidarlas posteriormente y no atender a la ciudadanía hasta el próximo momento en que deba ser introducido el voto en una urna. Por eso se eligió esta fecha, una fecha redonda, una fecha fácilmente recordable, que coincidía en domingo, lo que permitía que mucha gente que tiene trabajo pudiese acudir.

Y a partir de este momento es cuando ya se empieza a trabajar muy en serio. Se empiezan a conformar, a medida que se va añadiendo más personas a este grupo, distintos grupos locales; primero, también, en las redes sociales, y luego, reuniéndose en las distintas ciudades. De repente bajamos de las redes sociales al mundo real y por fin nos vimos las caras. De repente esto era real. Pasaba de ser, en el fondo,  algo completamente etéreo y poco materializado, a algo real. Y ahí ya empezamos el trabajo de calle, a contactar con asociaciones en donde coincidir con otras personas, a difundir nuestras ideas mediante asambleas (por ejemplo, aquí en Madrid, en el Retiro) donde se invitaba a la gente a que contara sus problemas.

Un trabajo, digamos, ímprobo, realizado por gente muy normal: parados, gente mayor, gente joven, estudiantes, trabajadores…; gente sin una mano negra detrás que simplemente tiene ganas de cambiar las cosas y de trabajar. Parece muy difícil concebir que se puedan organizar 60 movilizaciones en toda España, con cientos de miles de personas, y que salgan bien; pero es posible y así lo hemos demostrado.

Al final hemos visto que el 15 de mayo ha sido un rotundo éxito, la primera vez en este país que un movimiento de la base ciudadana es capaz de movilizar, sin apoyo de políticos, sindicatos e instituciones, a cientos de miles de personas. Solo con eso, ya fue un hito.

¿Qué ha pasado? Pues, que, desde ese momento, nos ha sobrepasado amplísimamente todo lo ocurrido, de forma muy positiva y más allá de las mejores expectativas que hubiésemos tenido. Desde la primera noche, el mismo 15 de mayo, empezamos a tener información de que un grupo de 20 o 30 personas había decidido quedarse en la Puerta del Sol de forma reivindicativa para mantener esa movilización, esa ocupación simbólica de las plazas y lugares públicos por parte de la ciudadanía.

Y desde Democracia Real Ya empezamos también a apoyarlo, aceptando, desde ese primer momento, que habían de ser los propios acampados en Sol quienes se autoorganizasen a partir de la asamblea que en esa noche ya se realiza allí y que empieza a funcionar como organismo decisorio, político, autónomo, tanto en Madrid como posteriormente en el resto de ciudades, Barcelona entre ellas. En otras ciudades, Democracia Real Ya es la que toma más la iniciativa para conseguir también fundamentar estas acampadas. Y en otros sitios, como en Madrid, simplemente se limita a apoyar. Hay quien ha considerado que esto era un desmarque con respecto a las acampadas. En ningún caso ha sido así, sino que era la respuesta de respeto a la independencia de los que estaban allí acampados, entre los cuales nos encontrábamos gente que había participado también en esta plataforma, que, ya digo, es una plataforma ciudadana abierta. Se respetaba la independencia de las decisiones que se iban tomando en las asambleas y en estas comisiones.

Lo que hemos visto estas semanas ya ha sido mostrado por los medios de forma mucho más amplia. Yo creo que también ha sido un ejercicio precioso de discusión democrática en las calles, de la apropiación del espacio público para los ciudadanos, de, como hemos dicho, una muestra de protesta pacífica, cívica y absolutamente ejemplar que ha sorprendido a propios y extraños, que ha sido un modelo en todo el mundo, como hemos visto. No solo se ha extendido por decenas de ciudades españolas, sino que en todo el mundo, tanto españoles emigrados como gente de otros países se solidariza con nosotros con problemas similares, y están realizando también protestas con acampadas; protestas de forma pacífica, mostrando el apoyo a España, como ha pasado con la huelga general que ahora mismo están llevando a cabo en Grecia en la que se gritaba “No nos moverán”, en español, como muestra de solidaridad. Yo creo que esto ha sido algo increíble, algo que estamos viviendo todos con mucha intensidad.

Ahora nos encontramos en un momento delicado. Algunos quieren dar por muerto este movimiento del 15-M. Otros consideran que va a derivar hacia supuestas acciones violentas. Otros consideran que va a ser muy difícil que concrete propuestas. Nosotros lo que pedimos es calma y tranquilidad. Esto va a seguir, hay que tenerlo claro; esto no es flor de un día. Las acampadas han sido algo muy bonito, pero no se limitarán a lo mismo. Las acampadas ahora están derivándose hacia las asambleas que se están produciendo en los barrios. El trabajo de la plataforma Democracia Real Ya va a seguir por medio del desarrollo de movilizaciones, por medio de la concreción de propuestas. Es decir, esto no acaba aquí.

En primer lugar, desde todo el movimiento, desde las acampadas, desde la plataforma, desde todos los foros sociales que se están creando queremos ir dando una imagen de unidad, una imagen de que vamos a seguir luchando, y que será concretada este domingo 19 de junio. Como sabéis hay manifestaciones esta vez, manteniendo los mismos principios, pero también protestando contra el Pacto del Euro que ahora mismo están acordando los líderes de las grandes potencias europeas, que tendrá una incidencia muy negativa sobre las condiciones de vida de los ciudadanos; un acuerdo que, como siempre, como hemos visto en los últimos años, carga el precio de la situación actual en los más débiles. Y sin olvidar todas las propuestas que hemos seguido manteniendo.

Asimismo, esta propuesta del 19 de junio será complementada con todas las acciones que a nivel local se están desarrollando. Como sabéis, ayer en Madrid hemos logrado un hito histórico también. Hemos parado en esta ciudad el primer desahucio. Cientos de personas se han manifestado y han impedido que expulsen a una familia y a sus hijos de su casa. Vamos a seguir trabajando en este sentido, apoyando a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y con otro tipo de acciones locales de apoyo a todas las iniciativas que consideremos oportuno que se desarrollen a este respecto.

Del mismo modo, es esencial también lo que se está preparando para el 15 de octubre. Como sabéis, también las redes sociales no están sirviendo solo para organizar a la sociedad en España, sino también para ponernos en contacto con activistas de las sociedades civiles de otros muchos países. Ya que muchos de los problemas que estamos viviendo ahora mismo derivan de las instituciones económicas, financieras y demás instituciones internacionales, nuestro objetivo es conseguir que la globalización económica se convierta en una globalización ciudadana. Para ello es necesario articular protestas de forma conjunta en Europa y, si es posible, a nivel mundial. Y es lo que vamos a intentar para el 15 de octubre.

Por lo tanto, vamos a seguir trabajando, vamos a seguir movilizándonos. Y todo esto acompañado de un desarrollo que ya se está haciendo ahora mismo y que va a llevar más tiempo. Pedimos paciencia. Estamos trabajando con asociaciones, con las decisiones que están saliendo en las asambleas de barrio, en las asambleas de las acampadas, para decidir unas propuestas de mínimos para desarrollarlas de forma clara. Propuestas que tienen que ver con una economía más responsable, con la reforma de la ley electoral, con la reforma de cuestiones como la dación en pago, con una mayor transparencia de la financiación de los partidos políticos, del funcionamiento democrático, con una mayor participación ciudadana. Por lo tanto, vamos a seguir trabajando con estas propuestas.

Nuestro objetivo para después del verano es conseguir, con la ayuda de expertos informáticos que trabajan con nosotros, programadores y distintas organizaciones, articular un referéndum electrónico y a nivel también de firmas a pie de calle que reúnan no cientos de miles, sino millones de apoyos para estos cambios que la ciudadanía española está demandando. Por lo tanto, hay que tener en cuenta que no solo estamos mostrando nuestra indignación, que no solo estamos protestando por protestar, sino que tenemos propuestas claras que van a ser desarrolladas que, creo, redundarán en beneficio de todos y que poco a poco iremos exponiendo y explicando.

En el coloquio

Las demandas: ¿amplias o acotadas?

– Yo creo que es importante ser lo más transversales posible y poder sumar a la mayor parte de gente posible. Pero, claro, ello no puede ir reñido con la concreción y con el desarrollo de propuestas claras y propuestas con contenido; es decir, ser amplios no quiere decir ser descafeinados. Queremos ser amplios porque consideramos que muchas de estas cuestiones son de sentido común. Creo que cualquier persona, a lo mejor, con independencia de su sesgo más o menos conservador o de su concepción más social o cultural, puede estar de acuerdo en que todos tenemos que aportar recursos de forma igualitaria en la fiscalidad proporcional a nuestra riqueza, porque todos tenemos que contribuir al futuro de nuestro país. Que la existencia de paraísos fiscales no es viable. Que la corrupción en la política debe ser completamente erradicada. Yo creo que hay cuestiones de base que nos unen a todos.

             Dicho esto, hay que decir que muchas de estas propuestas son de carácter más progresista, es algo evidente. Pero creemos que también  es innecesario estar dentro de esos clichés tan cerrados, tan ortodoxos de izquierda y derecha. Creemos que esas propuestas, partiendo de que son de un cariz progresista, pueden ser compartidas por muchísima gente.

La continuación de la estructura de su grupo DRY y la relación con otros grupos y la estructura del movimiento 15-M.

– Con respecto a la primera pregunta, esta plataforma, Democracia Real Ya, se ha configurado, en principio, de forma abierta. No se trata de un grupo cerrado. Ya digo que se está invitando a todo aquel que quiera participar. Funciona también de forma asamblearia para autoorganizarse internamente. En Madrid, por ejemplo, se produce una asamblea todos los viernes a las 7 en el Patio Maravillas, a la que estáis invitados. Y en cuanto a la relación con otro grupos, la idea de esta plataforma era coordinarnos con los ciudadanos. También hay grupos con visiones distintas y distintos actores sociales. Por ejemplo, en este movimiento de la plataforma estaban colaborando y participando grupos como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, como Attac, como la Plataforma por una Vivienda Digna, como organizaciones ecologistas. Es decir, actuar con transversalidad, no ser un grupo cerrado sino un foro ciudadano de discusión lo más abierto posible, de todo tipo de asociaciones y ciudadanos de toda clase.

Conveniencia de no concretar las propuestas y no tener un programa muy concreto y amplio, debido a la heterogeneidad del movimiento. Ante la acusación de falta de alternativas, el mismo movimiento es la mejor alternativa.

– Digamos que hay dos puntos de vista un poco divergentes en ese aspecto. Hay gente que considera que este movimiento tiene que limitarse a enseñar de forma genérica los problemas que vayan surgiendo sin que sea necesario que él mismo proponga cuestiones desarrolladas y concretas, ya que eso, en el fondo, es el deber de nuestros representantes: dar solución a esos problemas; y gente que piensa que sí debemos tener un programa concreto y un desarrollo más específico. Yo, personalmente, soy de una opinión un poco intermedia. Considero que debemos ser lo más amplios posible y estar abiertos a la mayor parte de convocatorias posibles, ser un movimiento dinámico que se adapte con el tiempo, que vaya señalando aquellos problemas que vayan surgiendo sin tener un programa concreto.

Pero, dicho esto, considero también importante que puedan ir surgiendo propuestas desarrolladas, propuestas con un contenido claro que podamos ir defendiendo y podamos ir apoyando paso a paso, sin que eso signifique que sea un programa cerrado punto por punto, completamente estructurado y poco flexible. Creo que es compatible el hecho de tener cuestiones clave, puntos desarrollados, y ser a la vez lo más amplio y lo más flexible posible para poder ir adaptándose a los problemas que vayamos identificando.

El papel de las organizaciones, sindicatos y partidos, si estos son todos iguales, si cabe hacer alianzas con alguno o no.

– También es uno de los objetivos de este movimiento revitalizar un poco el panorama de la sociedad civil española y poner en contacto a distintas asociaciones. Precisamente, una de las cosas que más defiendo es que la sociedad civil en una democracia ha de tener un papel muy fuerte; es decir, no todo se canaliza a partir de la participación en las elecciones o a partir de la participación en sindicatos institucionalizados. El papel de las asociaciones tiene que ser fundamental. Y, precisamente, uno de los problemas congénitos de España en los últimos años ha sido el tener una sociedad débil. El sociólogo Alain Touraine dice que la existencia de una sociedad civil diferenciada de la sociedad política es un requisito esencial para una democracia. Algo parecido señala también al respecto Habermas, para quien, en la sociedad civil, el papel de las asociaciones, el asociacionismo es fundamental. Y esperamos que siga tomando fuerza en este país y que este movimiento también sirva para revitalizarlo.
En cuanto al poder de los partidos políticos, nos hemos cansado de repetir muchas veces que este es un movimiento apartidista, no antipartidista o antipolítico. Nosotros somos apartidistas porque queremos mantenernos como un foro neutral en el que incluso pueda participar gente de distintos partidos.

            ¿Por qué parece que realizamos un ataque a la clase política de forma general? Porque realmente lo que estamos viendo es que los partidos que han estado en el poder, tanto a nivel estatal como a nivel autonómico y local, en los últimos años han cometido todo tipo de desmanes. Hemos visto corrupción, hemos visto poderes políticos sometidos y de rodillas ante el poder del dinero, ante los poderes financieros, incapaces de defender los intereses de los ciudadanos, incapaces de garantizar un Estado de bienestar en el momento que más falta hace. Hemos visto políticos municipales hinchar las burbujas inmobiliarias, hemos visto a políticos municipales destrozar las cuentas públicas en los Ayuntamientos. Hemos visto la destrucción de servicios públicos a nivel autonómico. En fin, hemos visto que la gran parte de los partidos políticos que han estado en el poder lo han hecho mal en los últimos años, tanto el PSOE, a nivel general, como el PP, fomentando la burbuja inmobiliaria en los años anteriores. Y una economía basada en la precarización y en el ladrillo. Es decir, esa crítica a la clase política es legítima porque cuando han tenido el poder no han sabido resolverlo.

            Dicho esto, sí que hay muchos partidos minoritarios y muchas asociaciones muy válidos. Muchos de ellos coinciden con lo que estamos defendiendo en nuestra plataforma. Y yo personalmente he ido a votar y defiendo también la participación mediante el voto como una vía más, que no debe ser la única. Nosotros lo que propugnamos es que esto tiene que ser más que votar cada cuatro años en unas urnas, que la vía política y democrática no se acaba ahí, que eso es legítimo pero que se tiene que ir más allá. No es que estemos atacando el parlamentarismo, sino que creemos que esto tiene que ir más allá del parlamentarismo.

El marco clásico de derecha-izquierda, ¿estrecho para lo que pretende su plataforma? Significado de los conceptos derecha e izquierda y cómo denominar lo que existe.

            – Es una cuestión bastante delicada. Yo, a título personal, me considero de izquierdas. Pero creo que, partiendo de que hay una serie de cuestiones básicas que sí son de tinte progresista, hemos llegado a un momento en el que veo incluso a gente que puede ser conservadora o tradicional, gente muy religiosa, gente con una serie de ideas a nivel social muy características de lo que es la derecha tradicional que ahora mismo está igualmente indignada por el robo sistemático que las grandes fortunas están realizando, la evasión fiscal, el recorte de servicios públicos, las injusticias que hay con muchas familias desahuciadas, la corrupción política.

            Es decir, creo que es muy legítimo el seguir pensando en la existencia del concepto de izquierda frente a un concepto de derecha, que yo creo que siguen totalmente vigentes. Pero, dicho esto, también hay que partir ahora mismo de muchas cuestiones de sentido común que, como digo, afectan a muchísima gente y afectan a gente que, a lo mejor, desde un punto de vista más ortodoxo se consideraría de derechas, que no tiene nada que ver conmigo, pero que en el fondo estamos de acuerdo en muchas cuestiones básicas. Queremos ser inclusivos

Lo sucedido ayer [15 de junio] en la protesta ante el Parlamento catalán y cómo pueden esos hechos violentos desprestigiar al movimiento.

            – Yo creo que lo que se está dejando claro de forma global desde todo el movimiento 15-M, incluso desde la plataforma Democracia Real Ya, y también por parte de las asambleas y de todas las organizaciones que van surgiendo, es la condena rotunda que se ha hecho y se hará en todo momento de la violencia, de uno u otro bando. Una de las cuestiones básicas de esto es la defensa de la acción pacífica y de la defensa de la desobediencia civil que nunca utilice la violencia. Y hasta el momento se ha conseguido.

            Ayer, desgraciadamente, hemos visto estos hechos desafortunados en Barcelona, pero hay que tener en cuenta que los hechos llevados a cabo por una minoría no pueden  empañar el trabajo de tanta gente que se ha indignado y ha protestado estos días, no pueden empañar la indignación legítima y la protesta legítima de cientos de miles de ciudadanos pacíficos. Yo lo he comentado también esta mañana, en un programa de televisión, con un paralelismo. Es un poco cínico cómo los políticos hace tres días hablaban de que los corruptos son cuatro y la corrupción no se puede generalizar a toda la clase política y hoy dicen que el movimiento 15-M ha acabado desprestigiado y que hay que aplicar porra a todos. O cuando el club de fútbol del Barcelona gana la Copa de Europa y se celebra y hay cientos de violentos y eso no desluce la celebración pacífica de todos los aficionados. Es decir, son generalizaciones y simplificaciones completamente ilegítimas, que es algo que obedece a una estrategia para desprestigiar al movimiento
.
            Hoy se puede leer, por ejemplo, un artículo muy interesante en la página de opinión en El País que hace referencia a la utilización por parte de este personaje, Felip Puig, de lo sucedido en el Parlamento, cuando conocía previamente lo que iba a pasar. Realmente, los mossos d’esquadra no actuaron de forma diligente precisamente para desprestigiar el movimiento y poder actuar de aquí en adelante con mayor contundencia. Se trata, por un lado, de desprestigio por unos hechos aislados y, por otro, de utilización irresponsable y estratégica de esta violencia por parte de determinados políticos.

Acerca de su reflexión sobre los principales problemas con los que se han encontrado y con los riesgos a los que se enfrentan para el futuro.

            – Principalmente nos estamos dedicando a actuar. Siempre existe el riesgo de disgregarse, de que las diferencias surjan, de que incluso sean irreconciliables, de que esto se difumine. Es decir, pueden pasar miles de cosas. Pero más que tener esa preocupación por lo que pueda pasar, hay que seguir trabajando para que no suceda. Y eso se hace actuando, como lo estamos diciendo. En la calle, creando nuevos nodos con otros países, con asociaciones, propuestas, acciones. Intentamos evitar que esto se desinfle –que por supuesto puede pasar–, algo que se tiene en cuenta para seguir trabajando al respecto. Lo importante es trabajar y estar centrados en ir paso a paso.

Diferencia entre Democracia Real Ya y el 15-M, y su relación con el movimiento de acampadas.

            – En primer lugar he de matizar eso, pues también Democracia Real Ya, aunque tenga de alguna manera la idea de ser una plataforma de organización, es claramente algo muy abierto. Ni siquiera tiene una estructura jurídica y política. Dicho esto, es verdad que el movimiento 15-M es amplio. Democracia Real Ya propuso lo del 15-M y a partir de esto surgen debates ciudadanos en las plazas, aumenta mucho más el debate, se hace mucho más amplio. Y precisamente es algo que queremos respetar completamente.
Cuando hablo de articular un poco las propuestas y seguir trabajando en esto no se trata de absorber ni de apropiarse, sino respetar precisamente lo que se está hablando en las asambleas y de los consensos que están saliendo en ellas, hacer una labor de síntesis, de sistematización de eso, pero respetando el debate ciudadano que está habiendo. Opino que es de las cosas más bonitas de todo esto. Tenemos que ir de la mano, todos estamos en el mismo barco.  Aunque una cosa sea la asamblea que se celebra en la Puerta del Sol y otra la de organización de Democracia Real Ya, al fin y al cabo es una sinergia, es gente, ciudadanos normales debatiendo y trabajando hacia el mismo lado.