Gustave Massiah, Nathalie Péré-Marzano

Desafíos del Foro Social Mundial 2011 de Dakar
(ALAI, América Latina en Movimiento, febrero de 2011).
http://www.alainet.org/active/43716

            Los desafíos del Foro Social Mundial de Dakar se organizan en torno a tres grandes problemáticas: la situación mundial y la crisis; la situación de los movimientos sociales y ciudadanos; los procesos de los foros sociales mundiales.

La situación mundial y la crisis

            La situación mundial se caracteriza por la hondura de la crisis estructural de la globalización capitalista. Las cuatro dimensiones de la crisis, social, geopolítica, ecológica e ideológica, se tratarán en Dakar. Se tratará la crisis social desde el ángulo de las desigualdades, de la pobreza, de las discriminaciones, entre otros. La crisis geopolítica se tratará desde el ángulo de las guerras y los conflictos, del acceso a las materias primas y de la emergencia de nuevas potenciales mundiales. La crisis ecológica estará presente a través del cambio climático, del agotamiento de los recursos naturales, del agua, del acaparamiento de las tierras, de la desertificación, de la biodiversidad... La crisis ideológica se debatirá desde el ángulo de las ideologías de seguridad, del cuestionamiento de las libertades y de la democracia, de la cultura, de la ciencia, de la modernidad. Se profundizará la hipótesis de una crisis de civilización, muy presente desde el Foro Social de Belém.

            La evolución de la crisis revela una situación contradictoria. Los análisis del movimiento altermundista son aceptados y reconocidos y contribuyen a la crisis de la ideología neoliberal. Las propuestas que surgen de los movimientos se consideran como base de referencia; por ejemplo, el control del sector bancario y financiero, la supresión de los paraísos fiscales y judiciales, los impuestos internacionales, el concepto de seguridad alimentaria, considerado no hace mucho como una verdadera herejía, están en el orden del día del G8 y del G20. Sin embargo, no se traducen en políticas viables; son desviadas y recuperadas y chocan con la arrogancia de las clases dominantes muy seguras de su poder.

            La validación de las hipótesis se traduce en una cierta banalización de la palabra del movimiento. Se necesita precisar las perspectivas y dar más espacio a un debate estratégico, a la articulación entre lo urgente y el largo plazo, las resistencias y la transformación profunda. La situación demuestra la doble naturaleza de crisis, la imbricación entre la crisis del neoliberalismo, que es una fase de la mundialización capitalista y una crisis del capitalismo en sí, una crisis de sistema que puede interpretarse como una crisis de civilización, la de la civilización occidental que se impuso a inicios del siglo XV.

            En esta situación, las alianzas estratégicas deben responder a una exigencia doble. La primera exigencia es la lucha contra la pobreza, la miseria, las desigualdades, la precariedad, los ataques a la libertad en el mundo, para permitir una mejora de las condiciones de vida y de expresión de los sectores populares directamente afectados por las políticas económicas y sociales imperantes. La segunda exigencia demuestra que otro mundo posible y necesario pasa por la ruptura con los modos de producción, de consumo y de redistribución económica, social, ecológica, con las relaciones geopolíticas impuestas en las últimas décadas y los modelos democráticos planteados por occidente.

            Tres propuestas surgen como respuestas a la crisis: la del neoconservadurismo que propone mantener la lógica dominante de los privilegios que le son inherentes al costa de restringir libertades, de seguir profundizando las desigualdades y la extensión de los conflictos y las guerras; la de una refundación profunda del capitalismo propuesta por los defensores del “Green new-deal” que propone una regulación mundial, redistribuciones relativas y una promoción voluntarista de las “economías verdes”; la de una alternativa radical, ecológica y social que corresponde a una superación del actual sistema dominante. El espacio del Foro Social Mundial agrupa a todos quienes rechazan la opción neoconservadora y la continuidad de la lógica neoliberal. Constituye un espacio de discusión dinámico y evolutivo entre los movimientos que se sitúan en la perspectiva del “Green new-deal” y aquellos que abogan por alternativas radicales.

La referencia al contexto africano

            El Foro Social Mundial de Dakar priorizará varios temas esenciales que la referencia al contexto africano evidenciará mucho mejor. Se insistirá sobre la posición de África en la situación mundial y en la crisis. África es un revelador y un analizador de la situación mundial. África no es pobre, está empobrecida. África no está marginalizada, está explotada. Es indispensable para el equilibrio financiero y ecológico del mundo por sus materias primas y sus recursos naturales y humanos que son codiciados tanto por los países del norte como por los países emergentes, con la complicidad activa de una parte de los dirigentes de los Estados africanos.

            También se priorizará la descolonización como proceso histórico inacabado. La crisis del neoliberalismo y de la hegemonía norteamericana inscribe la posibilidad de una nueva fase de descolonización, así como el debilitamiento de las potencias coloniales europeas. La representación Norte-Sur está cambiando, lo que no anula las contradicciones geopolíticas y económicas entre el Norte y el Sur.

            También se pondrá el acento sobre las diásporas y las migraciones como tema estructural de la mundialización. Este tema se tratará en base a la situación actual de los migrantes y sus derechos. Se inscribirá en una visión histórica a partir de un análisis de la trata de esclavos. Se pondrá en perspectiva a partir del rol económico y cultural, cada vez más importante, de las diásporas.

            Se priorizará la evolución del sistema internacional, las instituciones internacionales y las negociaciones internacionales. Se tratará con especial interés los temas que muestran la imperiosa la necesidad de una regulación mundial: los equilibrios ecológicos, las migraciones y las diásporas, los conflictos y las guerras.

Situación de los movimientos sociales y ciudadanos

            La convergencia de movimientos que constituye el espacio del Foro Social Mundial, es objeto de resistencias a nivel social, ecológico y democrático. Las luchas sociales se prolongan en las luchas ciudadanas en pro de las libertades y en contra de las discriminaciones. Las resistencias son indisociables de las prácticas concretas de emancipación que defienden los movimientos.

            La orientación estratégica de los movimientos se estructura en torno al acceso a los derechos para todos, a la igualdad de derechos y al imperativo democrático. Los movimientos acarrean un nuevo movimiento histórico de emancipación que prolonga y renueva los anteriores movimientos. Un nuevo periodo de emancipación posible se define entorno a la definición de los derechos, de su aplicación y de su defensa. Ello implica revisar la concepción que las distintas generaciones han tenido de los derechos: los derechos civiles y políticos formalizados por las revoluciones del siglo XVIII, reafirmados por la Declaración universal de los derechos humanos, completados por el rechazo de los totalitarismos de los años 60; los derechos de los pueblos que se apoyan en el movimiento de la descolonización y que giran en torno al derecho a la autodeterminación, al control de los recursos naturales, al derecho al desarrollo y al derecho a la democracia; los derechos económicos, sociales y culturales especificados en la Declaración universal y precisados por el Protocolo adicional adoptados por la Asamblea general de las Naciones Unidas en 2000.

            Está surgiendo una nueva generación de derechos. Corresponde a la expresión de la dimensión planetaria y a los derechos que se definen en la búsqueda de otro mundo distinto de la globalización imperante. En este sentido, se plantearán dos cuestiones en Dakar: los derechos medioambientales en la perspectiva de la preservación del planeta; los derechos de los migrantes y de las migraciones que nos incitan a reflexionar sobre las fronteras y sobre la organización del espacio mundial. El FSM de Belem ha recalcado el interés de que los movimientos tengan un enfoque que abarque las distintas dimensiones de la problemática ecológica, ya se trate del clima, del agotamiento de los recursos naturales o de la biodiversidad, del acaparamiento del agua, de las tierras y de las materias primas. El FSM de Dakar llamará la atención sobre un nuevo enfoque de las migraciones relacionando las migraciones y las diásporas y la Carta mundial de los migrantes.

            El FSM de Dakar también será un espacio para interrogarse sobre la descolonización inacabada y sobre el inicio de una nueva fase de descolonización. En esta perspectiva se sitúa la evolución de las relaciones entre el Norte y el Sur. Es obvio que la representación Norte-Sur está cambiando; desde el punto de visa de la estructuración social, hay un Norte en el Sur y un Sur en el Norte. La emergencia de grandes Estados está modificando el equilibrio económico y geopolítico mundial. Hay más de treinta Estados que están experimentando un ascenso espectacular y a los que se puede considerar como emergentes. Sin embargo, las formas de dominación siguen siendo determinantes en la organización del mundo. La noción de Sur sigue vigente. El Foro social mundial resalta una nueva problemática, la del papel histórico y estratégico de los movimientos sociales y ciudadanos del conjunto de países emergentes, con relación a su Estado y al lugar que ocupan dichos Estados en el mundo con vistas al futuro. Esta problemática que ya estuvo presente en otros foros, especialmente con el papel de los movimientos brasileños e indios, cobra aquí una importancia estratégica con la evolución geopolítica ligada a la crisis.

            El Foro social mundial es un espacio de encuentro de movimientos de distintas índoles y de distintas regiones del mundo. Dicho encuentro ya empezó con las redes que agrupaban a los distintos movimientos naciones. Dos tendencias se consolidan con el proceso de los foros. Primero, el acercamiento entre los movimientos por región, por sus características y por su situación específica. Por ejemplo, los movimientos en América Latina, en América del Norte, en el Sur de Asia y en especial en India, en el Sudeste asiático, en Japón, en Europa y en Rusia. El Foro social mundial de Dakar se caracterizará por dos evoluciones importantes. La envergadura que han ido adquiriendo los movimientos de la región Magreb-Machrek en el 2010 y la preparación del foro de Dakar. La fuerza del movimiento social africano será patente en Dakar, a partir de los movimientos campesinos, sindicales de asalariados, de mujeres, de jóvenes, de habitantes, de migrantes y de desplazados, de los grupos culturales y originarios, de los comités contra la pobreza y la deuda, del sector informal y de la economía solidaria, etc. Dichos movimientos son visibles, a través de su convergencia y su diversidad en las subregiones africanas, en África del Norte, sobre todo en el Magreb, en África del Oeste y central, en África del este y en África Austral.

            En el marco del Foro social mundial de Dakar, una pregunta clave será la de las salidas políticas de las movilizaciones sociales y ciudadanas. Se trata al mismo tiempo de la expresión política de los movimientos y de su representación en las instituciones, en el escenario político y el gobierno de los Estados. A nivel del conjunto de los movimientos, la reflexión avanza sobre la necesidad de precisar, mediante una nueva cultura política, la relación entre poder y política. El proceso de los FSM ha sentado las bases de esta nueva cultura política (horizontalidad, diversidad, convergencia de las redes ciudadanas y de los movimientos sociales, actividades autogestionadas...) pero aún debe innovar en varios ámbitos de la política y del poder para poder así superar la antigua cultura política que aún predomina. Por otra parte, la traducción política de los avances de las movilizaciones depende de las situaciones. Se diferencia en función del tipo de institución y de las representaciones políticas: a nivel local, con la posibilidad de influir en las decisiones de las autoridades locales; a nivel nacional e internacional con el gobierno de los Estados, los regímenes políticos y las instituciones internacionales; a escala regional y mundial con las alianzas geoeconómicas y neoculturales y con la construcción de una opinión política mundial y de una conciencia universal.

El proceso de los Foros Sociales Mundiales

            Tras el Foro social de Belem, durante el año global de acciones 2010, más de cuarenta acontecimientos han mostrado el dinamismo del proceso. Entre otros, el foro de los diez años de Porto Alegre, el foro social de Estados Unidos, el de México y el foro de las Américas, varios foros en Asia, el foro mundial de la educación en Palestina, más de ocho foros en el Magreb y en el Machrek, etc. Cada acontecimiento asociado se ha decidido y organizado a través de un comité de iniciativa local, el cual se refiere a la Carta de principios del Foro social mundial, adopta una metodología que le da un espacio importante a las actividades autogestionadas y declara su iniciativa en el Consejo internacional del FSM. Esta multiplicación abre una perspectiva de extensión del proceso de los foros. Ha cobrado una forma distinta con los “foros ampliados” que consisten en asociar a un foro, mediante Internet, iniciativas locales en distintos países. De tal modo, durante el Foro mundial de la educación en Palestina, más de cuarenta iniciativas se asociaron a las diversas manifestaciones de Ramallah. Las iniciativas asociadas al “Dakar ampliado” innovarán en el proceso de los foros.

            La preparación del FSM de Dakar se ha apoyado en los acontecimientos del año global de acciones 2010 y en una serie de iniciativas cuyo objetivo era fomentar la convergencia de las movilizaciones y que ha permitido explorar nuevas pistas en materia de organización y de metodología de los foros. De tal modo, ya se están viendo las caravanas que convergen hacia Dakar, pasando por el foro de las mujeres de Kaolack, las jornadas sobre las migraciones y las diásporas, las asambleas de convergencia para las acciones, los foros asociados (la Asamblea mundial de los habitantes, de la ciencia y la democracia, sindical, de las autoridades locales y de las autoridades locales periféricas, de los parlamentarios, de la teología de la liberación etc.)

            Después de Dakar, se iniciará un nuevo ciclo de procesos de foros sociales. La consolidación del proceso de los foros sociales podría sumarse a las grandes movilizaciones que como Rio+20, las movilizaciones por el G8-G20 y otras, aceptan la dinámica. Se las reconocería como acontecimientos asociados a los foros, reanudando así con las movilizaciones que, como en Seattle en 1999, han contribuido a su difusión.

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Gustave Massiah y Nathalie Péré-Marzano son representantes del Centro de Investigación e Información por el Desarrollo (CRID – Francia) en el Consejo Internacional del Foro Social Mundial.