Igor Villareal
Geopolítica de la energía
(Página Abierta, nº 136, abril de 2003)
En vísperas de la intervención norteamericana en Irak, el movimiento contrario a la guerra esgrime que la principal razón de este conflicto es el petróleo. Las líneas que siguen ofrecen una visión del consumo de energía a nivel mundial y su tendencia, enfatizando los aspectos básicos del consumo energético de EEUU.
1.- Situación actual
La distribución del consumo de petróleo
Una de las paradojas de este siglo entrante es que, a pesar de la transformación creciente de la sociedad y de nuestras vidas diarias, el mundo del siglo XXI sigue basado en el medio que ha servido para mover el siglo XX: el petróleo, la mayor fuente de energía primaria utilizada hoy en día. El 38% ,* del consumo de la energía primaria mundial proviene del petróleo, y actualmente se consumen 75 millones de barriles por día (mb/d), tendencia que no ha parado de crecer en las últimas décadas. Por otro lado, es obvio que la utilización del petróleo no es igual en todo el planeta. Así, EEUU, por ejemplo, consume 8 veces más que todo África.
El principal consumidor de petróleo del mundo es EEUU, con un 26% del consumo mundial, a pesar de que representan el 5% de la población mundial.
Asimismo, el continente que registra una mayor subida en el uso del petróleo es Asia, que en los diez últimos años ha visto aumentada su cifra de consumo petrolífero en un tercio, alcanzando la cifra de 20.9 mb/d. Dentro del continente asiático China es el país que mayor aumento ha sufrido: se han duplicado sus necesidades, pasando de 2,5 mb/d en el 1991 a 5 mb/d en el 2001. Teniendo en cuenta esta tendencia, en los próximos 20 años se prevé que esa cifra alcance 10 mb/d .
Tras EEUU y Asia, Europa es la tercera en consumo de petróleo (16 mb/d).
La única región en la que ha habido un descenso neto del consumo de petróleo es la formada por los países de la ex URSS. Con un descenso de más del 50%, pasa en 1991 de 8 mb/d a 3,5 mb/d en 2001.
La situación de las reservas de crudo
Además de lo brevemente expuesto en cuanto al consumo, es interesante tener en cuenta la situación de las reservas de crudo existentes. En primer lugar, cabe señalar que los valores varían de forma apreciable en función de la fuente de información consultada. Estos diferentes resultados son debidos a los intereses propios de las diversas fuentes, es decir, intereses de las compañías petrolíferas (para obtener mayores beneficios fiscales) o de los países productores (para obtener mejores contratos). Al mismo tiempo, a medida que el avance tecnológico experimentado permite extraer petróleo de áreas anteriormente no previstas, o se descubren nuevos pozos, el nivel de las reservas de crudo fluctúa, lo que hace que cada año varíen las estimaciones de la reserva mundial.
En 1981 la reserva estimada era de 679 billones de barriles, cifra que aumentó hasta 1000 billones en la siguiente década, pero en el 2001 las reservas se han mantenido prácticamente en los niveles de 1991. Dicho esto, cabe subrayar que no ha habido un incremento significativo en la última década a pesar de que tampoco se registró una disminución debido al consumo.
La reserva mundial de petróleo no está distribuida de forma equitativa. En la Figura 1, en la que se muestra la importancia relativa de cada zona en cuanto a las reservas, podemos observar que el 65% de las reservas mundiales están situadas en el Golfo Pérsico. En segundo lugar está Latinoamérica y en el tercero los países de la antigua Unión Soviética. De la misma figura podemos resaltar que los tres principales consumidores de petróleo (Norteamérica. Asia y Europa) son aquellos que se sitúan en las tres últimas posiciones respecto a las reservas de petróleo.
Figura 1: La distribución de reservas en 2001
“BP statistical review of world energy June 2002”
La producción de crudo
La principal zona de extracción mundial de petróleo es Oriente Medio, con una producción de 22 mb/d. Le sigue Norteamérica (México y Canadá inclusive), con 14 mb/d.
Hay que destacar que EEUU es el país que ha sufrido una mayor disminución de sus reservas en los últimos diez años, al mismo tiempo que un descenso de su producción. Esta tendencia es ascendente, por lo que cada vez va a depender más de la importación de crudo.
La otra zona que ha experimentado un descenso de su producción son los países de la antigua Unión Soviética, a pesar que tras 1996 ha vuelto a activar su poder de extracción. Pero, a diferencia del caso anterior, sus reservas se han incrementado respecto a las estimaciones de 1991. Por último, cabe destacar que Europa es el continente que menos produce a nivel mundial con 6,8 mb/d.
Para poder entender mejor los valores relativos a la producción y las reservas es necesario recurrir a la relación entre dichas variables, es decir, cuantos años va a durar el petróleo manteniendo el nivel de producción actual.
Entre 1981 y 1989 esta variable presenta una variación ascendente: pasan de 35 años a casi 45 años, a causa principalmente del incremento en los valores de reserva hallados. Pero entre 1991 y 2001, el retroceso ha sido paulatino; lento pero constante. En principio, ateniéndonos a los cálculos actuales de la British Petroleum, en el mundo actual existe petróleo para poco más de 40 años.
Si observamos la distribución por áreas de la relación entre reservas y producción (Figura 2), los datos que hallamos son muy significativos. En el Golfo Pérsico, la relación nos da 90 años; en Latinoamérica (México excluido), cerca de 40 años; los países de la antigua Unión Soviética apenas llegan a 30 años, y en Norteamérica (Canadá y México incluidos) cerca de 15 años. Estos datos son muy indicativos a la hora de observar de la importancia de Oriente Medio como fuente de energía en un futuro no muy lejano.
Si, además, establecemos esta relación por países, dispondremos de una estimación muy reveladora. Así EEUU nos da un valor de 10,7 años y Canadá 8,8. Por el contrario, Irán refleja un valor de 67,4 años, Arabia Saudita 85, los Emiratos Árabes Unidos más de 100, Kuwait 116 e Irak 526 , lo que permite advertir que el Golfo Pérsico presenta una importancia estratégica. Irak, a causa de la Primera Guerra del Golfo y su posterior bloqueo, tiene una producción que está muy por debajo de sus posibilidades.
Figura 2: Ratio reservas/producción por áreas en 2001
“BP statistical review of world energy June 2002”
Según el Foro de Política Global (órgano consultivo de la ONU), el petróleo iraquí supone un valor en el mercado de billones de dólares. Tras la nacionalización del petróleo Iiaquí, las compañías estadounidenses y británicas se quedaron al margen en 1972. Hoy en día los contratos de petróleo en suelo iraquí están en manos de la francesa TotalfinaElf, la rusa Loukoil y la china National Oil Company, por lo que con la guerra y con un nuevo gobierno pro EEUU habría una nueva distribución de los recursos petrolíferos de dicha región.
EEUU
El los tiempos en los que nos movemos resulta absolutamente clarificador analizar la situación particular de EEUU en la materia. En el año 2001 EEUU consumió 19,6 mb/d, y hace 10 años dicha cifra era 16,7 mb/d. Pero EEUU produce sólo 7,7 mb/d, por lo que EEUU es un importador neto de petróleo (actualmente importa 9,1 mb/d), y esta tendencia tiende a crecer con el tiempo tal como ya he indicado.
Los principales exportadores de petróleo a EEUU son (Figura 3): Canadá, Arabia Saudita, Venezuela, México, Nigeria y paradójicamente Irak (con 620.000 barriles por día). En los últimos 20 años y tras la crisis de 1973, EEUU ha variado el origen de su importación. En 1977 los países de la OPEP representaban el 70,3% y los países del Golfo Pérsico el 27,8%. En cambio, en la actualidad los países de la OPEP representan el 47% y los países del golfo pérsico el 23%. Pero todo indica que en un futuro cercano esta relación se va a volver a invertir y que va a depender cada vez más de los países árabes.
Figura 3: Principales fuentes de importación de crudo en los EEUU
Departamento de Energía, EEUU
Es interesante precisar qué actividades son las que suponen un mayor consumo de petróleo. El 68% del consumo de petróleo en EEUU se centra en el transporte y el 24% en actividades industriales, porcentajes llamativos que resultan comprensibles si tenemos en cuenta que en la actualidad existen cerca de 200 millones de vehículos por las carreteras estadounidenses.
Como resumen de este primer apartado cabe resaltar los siguientes puntos:
• El nivel de consumo de petróleo no deja de aumentar.
• El nivel global de reservas decrece, por lo que destacan como principales fuentes
• La dependencia respecto del petróleo situado en el Golfo Pérsico va a aumentar.
• El país que presenta el mayor valor en la variable Reservas/Producción es Irak.
2.- Futuro
En los próximos años, vamos a encontrar dos novedades en el panorama mundial : en primer lugar, el consumo de energía por parte del mundo en desarrollo va a superar al consumo del mundo desarrollado, y, en segundo lugar, a pesar de haber dudas respecto a cuando va a ocurrir, vamos a alcanzar el máximo en la curva de Hubbert.
El sistema para determinar la producción de petróleo en función del tiempo se conoce como curva de Hubbert, y sirve para medir cuanto tiempo hay para obtener petróleo a los precios actuales. Su planteamiento es sencillo: en un principio la producción de petróleo parte de cero, aumenta con el tiempo hasta alcanzar un pico y posteriormente comienza su descenso, suave al principio y brusco al final, tomando una forma global de campana. Dicho pico coincidirá con el consumo de la mitad del petróleo mundial. La primera consecuencia de llegar al pico de la curva va a ser el encarecimiento del precio del barril de petróleo. De forma que, a medida que se siga avanzando tras el pico, los precios irán subiendo de forma gradual, coincidiendo con un descenso del nivel de producción.
Hubbert fue un geofísico que trabajaba para la Shell, y predijo en 1956 que el pico de producción de EEUU se daría entre 1965 y 1970. En un principio nadie lo tomó en serio, pero el pico de producción de los EEUU llegó en 1970. A partir de ahí la producción de EEUU ha entrado en un lento decrecimiento3. Al mismo tiempo, en la década de los 70 predijo que el pico de petróleo mundial sería se alcanzaría en el año 1999, pero en este caso no acertó con la fecha .
En estos momentos nadie sabe a ciencia cierta cuando se va a registrar este pico. Las previsiones oscilan entre el 2010 de ciertos geólogos y el 2035 de las fuentes oficiales estadounidenses. Aún así pueden preverse ciertos movimientos:
Una vez llegado a lo alto de la curva, el petróleo restante se va a concentrar principalmente en el Golfo Pérsico. Por lo que es cuestión de tiempo que esta región vuelva a predominar como actor principal en la producción del petróleo mundial. Su protagonismo aumentará a medida que el petróleo de las otras regiones del mundo se vaya agotando.
Pronto nos vamos a encontrar con dos movimientos simultáneos: por un lado, un aumento del consumo de petróleo a nivel mundial, y, por otro lado, un descenso de las reservas de petróleo fuera de los países de la OPEC, con lo que estos países van a tener que aumentar su producción para poder cubrir la demanda global. Se espera que estos países incrementen su producción de 27mb/d a 48mb/d de aquí al 2010.
Asimismo, podemos decir que se espera que el 60% de la nueva demanda de petróleo provenga de países en vía de desarrollo (especialmente de China).
A su vez, tal y como se ha descrito anteriormente, las tres principales áreas consumidoras de petróleo del mundo son las que menos reservas presentan, por lo que la dependencia a sufrir por EEUU, Europa y Asia respecto del petróleo del Golfo Pérsico va aumentar de forma significativa. Todo ello nos lleva a concluir que la pelea por este petróleo probablemente va a conducir a nuevas tensiones internacionales.
Ante todo lo expuesto son varias las preguntas que surgen:
• ¿Estamos cerca de quedarnos sin petróleo?
• ¿Cómo van hacer frente a la falta de petróleo los países industrializados? ¿Y los
• ¿Existe alternativa al petróleo, y de cuánto tiempo real se dispone?
• ¿Qué conlleva el actual consumo de petróleo en lo que hace al tipo de civilización?
• ¿Cuáles van a ser las nuevas tensiones internacionales vinculadas a la cuestión
