Iosu Perales

III Foro Social Mundial en Porto Alegre.
Someternos o construir la Tierra
(Hika, 141zka. 2003ko otsaila)

Por tercera vez consecutiva, la ciudad gaucha de Porto Alegre recibió al Foro Social Mundial (FSM) con unánime alegría. Paradoja de las paradojas, un encuentro multitudinario para denunciar que el mundo no es una mercancía, fue acogido con entusiasmo por los libros contables de grandes y pequeños empresarios de la ciudad. Esto refleja que de una u otra manera, también los que estamos contra el sistema y dispuestos a ir más allá del sistema, nos encontramos insertos dentro del sistema. Ello da seguramente la razón a quienes reflexionan sobre nuestra propia responsabilidad en la reproducción de mecanismos económicos y de los valores predominantes. También da la razón a quienes opinan que no será fácil romper con el círculo del capitalismo, pues es cierto que nuestras críticas advierten al sistema sobre sus disfunciones.

La nicaragüense Mónica Baltodano indica que cada vez que señalamos las diversas exclusiones a las que están sometidas las grandes multitudes y reclamamos sus derechos, estamos indicando al sistema la orientación de una probable rectificación. La moraleja es que el capitalismo ha demostrado una gran capacidad de adaptación y tiene, con frecuencia una mayor capacidad de aprendizaje y de rectificación que las izquierdas. Es una tontería, dice Baltodano, no darnos cuenta que quienes hegemonizan el nuevo orden aprenden de sus errores, cambian sus discursos, afinan su instrumental conceptual e ideológico, cooptan y asumen como propias no pocas ideas de sus críticos.

¿A qué viene todo esto? Sencillamente a la necesidad que tenemos de dimensionar los avances del movimiento contra la globalización actual, con humildad, sin caer en la tentación de ponernos mejor de lo que somos, sin embellecer innecesariamente los valores del nuevo movimiento, pues el proceso de los cambios es largo y complejo. Algo que no quita para nada el derecho a celebrar los resultados del Foro Social Mundial como una gran fiesta de los ideales y un magnífico laboratorio de propuestas para Otro mundo posible.

Hablando de la ciudad de Porto Alegre hemos de poner en primer plano a su ciudadanía. He asistido a las tres ediciones del FSM y en esta última he percibido más que nunca el orgullo de la gente al saberse punto de observación de la opinión pública mundial por unos días. Hay en ese sentimiento mucha empatía con los contenidos del FSM, algo que se concreta en miles de participantes activos en las actividades grandes y pequeñas, y formando parte del ejército de voluntarios y voluntarias que te orientan y te miman. Es la misma ciudad en la que habitan las dos ciudades, la que recibe al FSM desde un ánimo mercantil y la que lo hace desde un compromiso tan coherente como es la del presupuesto participativo que ya dio merecida fama a Porto Alegre antes del primer foro.

Precisamente, la ciudad, fue objeto de debate en el Consejo Internacional del FSM, formado por 150 personas. El tema: sí o no a Porto Alegre como sede de la cuarta edición el próximo año. La delegación de Cuba y parte de la brasileña defendieron la tesis de seguir manteniendo la sede en Porto Alegre. Sucede que Porto Alegre, su nombre, representa ya una simbología. El presupuesto participativo, la fuerza del Movimiento de los Sin Tierra y del Partidos de los Trabajadores, y la realización de dos ediciones anteriores han permitido acumular un capital positivo en el campo mediático pero también como referencia política global.

Sin embargo, para la tesis contraria, este hecho despierta algunas inquietudes, como por ejemplo, la visualización del peligro de una excesiva institucionalización, así como la posibilidad de que el FSM se estabilice como un movimiento occidental y cristiano, en palabras del líder del MST Joao Pedro Stédile. Por otra parte, algunas redes de movimientos sociales temen que la administración del evento por el Partido de los Trabajadores termine dando excesivo espacio, por razones de pragmatismo, a corrientes de pensamiento de centro-izquierda que pueden desplazar a los propios movimientos sociales como eje del FSM de acuerdo con el impulso fundacional. Lo cierto es que el debate se saldó finalmente con un acuerdo salomónico: la cuarta edición del próximo año será en la India, para volver a Porto Alegre en el 2005.

La segunda decisión importante tomada por el Consejo Internacional fue la de desligar las próximas convocatorias del Foro de Davos. Me parece una buena medida pues como dice Noam Chomsky, el FSM no debe presentarse como anti-Davos pues ello presupone que este último es legítimo y reduce a aquél a un marco de contestación que pareciera necesitar de un pretexto para reunirse. Durante tres años, Porto Alegre ha sido el lugar de encuentro de organizaciones populares de todo el mundo que ahora mismo necesitan elaborar su propia agenda, independiente de los ritmos de ese otro encuentro que llevan a cabo los amos del universo en palabras del Financial Times de Londres. Esta separación de aguas puede beneficiar la búsqueda de procesos de continuidad para la construcción de alternativas y de redes, superando poco a poco esa brecha actualmente existente entre el impacto mediático global anual del FSM y su escaso arraigo local.

LA HORA DE LA MULTITUD. El enorme desfile de una multitud imposible de contar recorriendo la larga y céntrica avenida de Borges de Medeiros en dirección al parque de la Armonía, abrió el jueves 23 la tercera edición del FSM. La denuncia de la guerra contra Irak, la solidaridad con el pueblo palestino -cientos de banderas- y la lucha contra el ALCA presidieron una manifestación llena de gestos, símbolos, banderas y voces.

Pero en las pancartas y en los gritos estaban también todas las otras causas de la humanidad: la defensa del planeta, de la alimentación, de la salud y la educación, de la libertad sexual y de una vida digna, y la denuncia del racismo, del machismo, de toda forma de discriminación. La manifestación convertida en una coral polifónica con cien partituras cantadas al mismo tiempo fue la comunión perfecta entre el caos y un orfeón de ángeles. Todo fue como un ordenado desorden. Debe destacarse la gran participación de la juventud brasileña llegada de todos los rincones del país, aportando diversión, disfraces, ingenio y radicalidad en una fiesta de la protesta y de la propuesta de que otro mundo es posible.

En el FSM la multitud ha estado en todas partes. Bastaba visitar el campamento de la Juventud con más 30.000 habitantes. Las conferencias diarias en el Gigantinho con asistencias de quince mil o más personas. La presentación del nuevo periódico de la izquierda, Brasil de fato, en el recinto Araujo Viana, ante unas doce mil personas. Las mesas redondas simultáneas en la Universidad Pontificia en espacios para dos mil y más personas en cada una de ellas. Los encuentros en Usina Gasómetro y en el Almazén del Puerto, con centenares de asistentes.

En cualquier punto de la ciudad, millares de personas llegadas de todo el mundo reflexionaban y discutían sobre los ejes temáticos del FSM: 1) Desarrollo democrático y sustentable; 2) Principios y valores, derechos humanos, diversidad e igualdad; 3) Medios, cultura y contra hegemonía; 4) Poder político, sociedad civil y democracia; 5) Orden mundial democrático, combate a la militarización y promoción de la paz. Esta multitud es justamente la expresión de una globalización de la solidaridad, una ilustración de globalización construtiva.

Siento, por cierto, que en esta tercera edición del FSM el empleo de la palabra globalización ha sido adecuadamente matizado. A muy pocas gentes he escuchado oponerse contra la globalización en un sentido general. Es frente a la globalización neoliberal, o si se prefiere capitalista, que la multitud protestó en las calles y elaboró propuestas en los talleres y conferencias. Es un hecho que revela madurez, rigor, y la aceptación de que el panorama es complejo y diverso, y no algo que puede resolverse con un discurso de verdades sencillas presididas por un no a lo que constituye un proceso histórico. Más todavía, un tipo de globalización ha constituido el afán de la izquierda desde finales del siglo XIX, en los intentos de construir una Internacional de la clase obrera y enseguida una Internacional socialista.

Entre la multitud, sectores muy interesados en temas específicos y en metodologías de trabajo interactivas, son lo que han asistido a los cerca de 1.700 talleres durante los cuatro días. Los había para todos los gustos: desde talleres contra el ALCA y contra la guerra, en solidaridad con Palestina y con el Sahara _taller este último promovido por la Asociación de Amigos del Sahara-, a otros sobre Cooperación Internacional _promovido por Hirugarren Mundua ta Bakea y el grupo Sur-, ciudadanía y democracia, economías solidarias y una larga lista de propuestas. Es en el ámbito de los talleres donde las posibilidades de construir redes sectoriales, de afinidad, resulta más fácil y a medio plazo más eficaz.

CONTINUIDAD Y CAMBIOS EN EL FSM. El primer foro representó una rebelión moral, ideológica y política, contra las tentativas de imponer un pensamiento único que se presentaba cabalgando sobre la globalización económica. Fue una edición con fuertes acentos sociales. El segundo foro se enfrentó con la extensión del miedo a escala global tras el 11 de noviembre, y fue capaz de articular propuestas, según afirma Emir Sader. Tal vez uno de los principales actos fue la conferencia Un mundo sin guerras es posible en la medida en que dotó al FSM de un marco de compromiso en una coyuntura difícil.

En esta segunda edición la considerable presencia de fuerzas sociales y políticas socialdemocratas e institucionales desplazó la hegemonía de los movimientos sociales y dio al FSM un carácter más abierto y, a la vez, un poco más difuso. Visto positivamente, este desembarco de una corriente más moderada sirvió para ratificar la enorme capacidad de convocatoria de un evento en el que todas las izquierdas quieren estar presentes.

Este tercer FSM ha representado en lo fundamental una continuidad con las dos ediciones anteriores, en tanto que expresión de una rebelión moral y política que supera a los propios partidos políticos y a los movimientos más clásicos, y como espacio de pluralidad, pensamiento crítico, movilización y laboratorio de reflexiones y propuestas económicas, sociales, culturales y políticas.

Sin embargo se han observado también cambios en dos sentidos: por un lado en el orden cuantitativo se han roto todas las expectativas con unos 100.000 participantes, frente a los cincuenta mil del año pasado que ya era una cifra considerable, y los veinte mil de la primera edición. Semejante participación ha multiplicado el número de talleres y seminarios hasta un número cercano a los 1.700, dispersando en cierto modo las temáticas a tratar; por otro lado y a pesar de esta dispersión se observa que se ha superado la vieja dicotomía entre protesta y propuesta y en esta edición la calidad de las ponencias me han parecido algo superior. Se ha complejizado el debate y esto es muy bueno.

Otro aspecto muy positivo en esta edición ha sido el hecho que los movimientos sociales no se hayan apartado como el pasado año a un recinto distinto de la ciudad sino que han estado en espacios compartidos, dando posibilidad a una relación dialógica mayor.

Si hablamos del porqué de este éxito de convocatoria creo que hay tres razones generales: la realización de foros continentales previos, como el europeo de Florencia, el de Argentina para los países de Mercosur, y el Mesoamericano en Managua; la propia capacidad del FSM como motor que multiplica expectativas y suma sinergias y nuevos participantes en el movimiento antiglobalización; y la victoria de Lula que ha despertado el interés de mucha gente de venir a Brasil a palpar lo que significa una nueva época para este enorme país.

Sin embargo, la mayor convocatoria y la mejora de los debates no ocultan la necesidad de un mayor arraigo local. El movimiento antiglobalización tiene una descompensación entre el impacto mediático global y su peso social real en cada sociedad concreta. Por eso fue positivo que el año pasado se decidiera la realización de foros continentales e incluso de regiones, nacionalidades y grandes ciudades. Es por eso que hay que ver una complementariedad necesaria entre los distintos foros.

Esto que digo me parece esencial pues el movimiento hace propuestas positivas que aún carecen de sujetos sociales que encarnen esa transformación social. Y los sujetos reales hay que localizarlos en lo local. Es en todo caso cierto que hay actores globales que están emergiendo, como por ejemplo la juventud. La dimensión juvenil del movimiento es acentuada, si bien su presencia en foros como los de Porto Alegre presenta una menor participación por un problema económico. De ahí que sean muy necesarios foros locales potencialmente más idóneos para la participación.

En otro sentido el FSM sigue representando un espacio plural, amplio, unido por principios fundamentales: El mundo no es una mercancía; No a la guerra; Otro mundo es posible. Son ideas-fuerza que contienen un gran potencial movilizador. Ideas que van acompañadas de reivindicaciones concretas contra la deuda externa, contra la OMC, contra los paraísos fiscales, contra los transgénicos, a favor de la tasa Tobin, del desarme, etc.

Pero tal vez, en esta tercera edición han emergido con más fuerza proposiciones hacia la construcción de un partido global de oposición formada por una red de organizaciones políticas que puedan ir aportando al conjunto del movimiento antiglobalización neoliberal programas o proyectos alternativos que disminuyan la brecha actual entre el propósito general de Otro mundo es posible y las propuestas concretas que surgen de los foros. Así Manuel Monereo defiende una internacional abierta a comunistas, anarquistas y socialistas, y Michael Löwy inicia una reflexión acerca de la virtualidad de una Quinta Internacional. Son reflexiones legítimas, pero entiendo que es muy conveniente caminar con cautela en esta dirección, pues es sabida la tentación permanente de la izquierda de organizar estados mayores casi siempre saldados con fracasos.

NO A LA GUERRA. A pesar de que los ejes temáticos previstos para el FSM eran otros, lo cierto es que la cuestión de la guerra ha sido el tema estrella de esta tercera edición por razones obvias. El escritor uruguayo Eduardo Galeano dijo a propósito de la guerra:

"El presidente del planeta anuncia su próximo crimen en nombre de Dios y de la democracia. Así calumnia a Dios. Y calumnia, también, a la democracia, que a duras penas ha sobrevivido en el mundo pesar de las dictaduras que los Estados Unidos vienen sembrando en todas partes desde hace más de un siglo.

El gobierno de Bush, que más que gobierno parece un oleoducto, necesita apoderarse de la segunda reserva mundial de petróleo, que yace bajo el suelo de Irak. Además, necesita justificar el dineral de sus gastos militares y necesita exhibir en el campo de batalla los últimos modelos de su industria armamentista.

De eso se trata. Lo demás, son pretextos. Y los pretextos para esta próxima carnicería ofenden la inteligencia. El único país que ha usado armas nucleares contra la población civil, el país que descargó las bombas atómicas que aniquilaron Hiroshima y Nagasaki, pretende convencernos de que Irak es un peligro para la humanidad. Si el presidente Bush ama tanto a la humanidad, y de veras quiere conjurar la más grave amenaza que la humanidad padece, ¿por qué no se bombardea a sí mismo, en vez de planificar un nuevo exterminio de pueblos inocentes?

Inmensas manifestaciones invadirán las calles del mundo este 15 de febrero. La humanidad está harta de que sus asesinos la usen de coartada. Y está harta de llorar a sus muertos al fin de cada guerra: esta vez quiere impedir la guerra que los va a matar"

La intervención de Galeano, en el Gigantinho, fue seguida por un público que abarrotaba el palacio de deportes y lo interrumpía con aplausos continuamente.

CONFLICTO ISRAELO-PALESTINO. Muy llamativa a lo largo del FSM fue la solidaridad con Palestina. La concentración de 20.000 personas la noche del 27 de enero en el palacio de deportes Gigantinho para escuchar la lectura de una declaración conjunta de ciudadanos palestinos e israelíes se convirtió en un clamor emocionante y combativo. La declaración, llamada carta de Porto Alegre fue la siguiente:

"Internacionalistas israelitas y palestinos estamos determinados a buscar paz, justicia y soberanía para nuestros pueblos. Exigimos el fin inmediato de la ocupación israelí de los territorios palestinos ocupados en 1967; la creación de un Estado palestino independiente, en igualdad de soberanía con el estado de Israel; afirmamos Jerusalén como una ciudad abierta, como capital para los dos Estados; exigimos un acuerdo justo para el regreso de los refugiados palestinos en el mundo. Clamamos a la comunidad internacional y a las Naciones Unidas en particular, la intervención inmediata para poner fin a la violencia trágica de ambos lados, así como la inmediata puesta en marcha del proceso de paz".

A una cerrada y alargada ovación siguió John Lennon con su canción por la paz, formándose una simbiosis impresionante, con los palestinos e israelíes abrazados ante la multitud. Para vivirlo.

PRESENCIA DE LULA EN EL FSM. Era una visita esperada el día 24 de enero. Acudieron decenas de miles de personas al Anfiteatro Por do Sol, al aire libre. Y es que, las expectativas sobre lo que pueda hacer Lula son enormes. Su victoria es una derrota electoral del latifundio y sus expresiones políticas que en un plazo medio debería materializarse como derrota en cuanto a modelo económico; al menos esta es la esperanza. Su victoria, por otra parte, da visibilidad a los explotados y oprimidos, no sólo de Brasil sino de todo el continente. Su propuesta de hambre cero no es un asunto de poca importancia; más bien representa un tipo de revolución social ya que para llevar a cabo este programa deberá mover los cimientos de la estructura de la propiedad de la tierra, crear empleo y hacer posible una soberanía alimentaria de la que Brasil aún está muy lejos.

Nadie duda en la izquierda social y política de Brasil de que Lula tiene presiones externas e internas muy poderosas que tratarán de frenar su ímpetu reformista, a lo que hay que sumar la herencia de una deuda externa gigantesca y un déficit de las cuentas públicas considerable. En este sentido, la posición del Movimiento de los Sin Tierra es clara: apoyar críticamente al gobierno, combinando su defensa frente a presiones neoliberales y conservadoras, y al mismo tiempo acelerar el fortalecimiento de las organizaciones sociales y de las luchas.

Precisamente parece ser que Lula recomienda a los movimientos sociales el estar listos para la presión y la lucha pues en ello puede encontrar el punto de apoyo que necesita para una difícil gobernabilidad. Él está diseñando un plan para estos cuatro años de gobierno y otro más estratégico de quince anos pues sabe que muchas transformaciones irán despacio. La reforma agraria, por ejemplo, que afecta a millones de hectáreas no podrá resolverse en una legislatura.

La gran cuestión, por consiguiente, es, hacia donde tenderán sus políticas económicas teniendo en cuenta los grandes equilibrios que va a necesitar: de un lado seguir dando confianza al empresariado, y de otro no defraudar a millones de pobres _53 en el umbral de la pobreza- y a los movimientos sociales que le prometen apoyo crítico. Habrá que esperar unos meses para tener una opinión razonable al respecto.

En su intervención en el Anfiteatro se le quebraba la voz, ante más de 50.000 personas que lo aclamaban. Explicó largamente su viaje al Foro de Davos. Prometió: "Diré en Davos lo mismo que aquí, que es necesario un nuevo orden económico mundial". Lula hizo una comparación entre Porto Alegre y Davos, afirmando que este último ya no tiene la fuerza de antes y que ahora se ve obligado a discutir temas sociales. Lula, en el escenario a punto de llorar por dos veces, resultó creíble para una multitud que lo arropaba con ovaciones interminables

CHÁVEZ EN EL FSM. Se presentó el domingo 26. Su intervención fue ante parlamentarios de todo el mundo, invitados al parlamento de Río Grande do Sul. Unas 3.000 personas se reunieron ante el palacio Piratini; él salió al balcón dos veces, pero habló adentro a los parlamentarios y la megafonía permitió escuchar sus palabras a los congregados en la plaza.

EL PT dio un bajo perfil a su visita, no recibiéndole oficialmente gente de peso. Como Lula está tratando de erigirse en el centro de la intermediación entre gobiernos y opositores en Venezuela, parece que quiso cuidar al máximo que no se viera al PT junto a Chávez. Su intervención fue en la línea de resistir a la oposición y aseguró que pronto tendrá en funcionamiento todo el complejo petrolero.

Hablando con venezolanos de grupos de derechos humanos que lo apoyan críticamente, señalan que agosto puede retirarse a la oposición para tratar de ganar de nuevo el gobierno por la vía electoral. Les dije que de todos modos lo tiene mal: si continua las cosas pueden empeorar; si se va a la oposición harán lo imposible para que no pueda volver al gobierno, por la vía judicial, por la vía política o por la vía del control del aparato electoral.

BRASIL DO FATO. El día 25, sábado, se presentó ante unas 10.000 personas el nuevo periódico semanal Brasil do fato. Es el resultado de una alianza entre movimientos sociales, con especial presencia del MST. Es semanal. Se presentó como el primero periódico de masas de la izquierda de Brasil. El acto fue espectacular con las intervenciones de Sabastio Salgado, Eduardo Galeano, Aleida Guevara, Joao Pedro Stédile y otras personalidades

LOS MOVIMIENTOS SOCIALES EN EL FSM. Son la pieza central del FSM. El eje inspirador. Su peso y centralidad deben preservarse cualquier que sea el formato de los futuros foros. En sus encuentros pudimos ver gentes de todos los colores; campesinas, urbanas, indígenas, desempleadas, trabajadoras, de toda orientación sexual... un gran mosaico que es la expresión de una fuerza social y de la solidaridad global.

Representa además el esfuerzo de construcción de una Red Mundial que busca dar continuidad a sus encuentros, de modo y manera de articular la protesta y la propuesta de forma sostenible. Su declaración final (ver en recuadro) es una alegato contra la guerra, contra el neoliberalismo y contra toda forma de opresión. Pero su declaración es asimismo una llamada a la lucha, a la movilización. Durante dos días, algunos miles de personas participaron en sus debates.

OTRAS ACTIVIDADES DESTACADAS. Se llevaron acabo sesiones de parlamentarios y parlamentarias; reuniones de autoridades locales; de Gays y lesbianas; de jóvenes acampamentados; de colectivos latinoamricanos contra el ALCA

Especial mención merece el I Foro de Gobiernos regionales Solidarios. Realizado el día 29 en usina Gasómetro, a convocatoria de la Consejería de Bienestar Social del Gobierno Vasco. La asistencia fue importante: autonomías del estado español, de Euskadi, Catalunya, Asturias, Baleares, Andalucía, Castilla La Mancha; de dos regiones italianas; de Sudáfrica; Quebec; varias de Brasil; Argentina, Suiza; y las que no recuerdo. En sus sesiones debatieron temas como la función pública de las instituciones democráticas ante el modelo neoliberal y sus políticas privatizadoras; la cooperación internacional y la descentralización como apoyo al codesarrollo sostenible; y la democracia participativa y la coordinación institucional.

Angel Elías, vice-consejero de Bienestar Social encabezó la delegación vasca. "Nuestra idea al promover este foro de gobiernos regionales es reunir a instituciones comprometidas en la búsqueda de otras alternativas económicas, sociales y democráticas, a fin de establecer una red mundial alrededor de objetivos estratégicos y respuestas urgentes _me comentaba Elías, para luego añadir-: Necesitamos definir líneas de desarrollo sostenible en clave de firme oposición a las privatizaciones de los servicios públicos. Hemos de garantizar asimismo los derechos individuales y colectivos, el derecho de autodeterminación de los pueblos, incluidos los indígenas". A una nueva pregunta Angel Elías me informa que el foro de gobiernos regionales tratará de la lucha por los derechos de soberanía alimentaria, la vivienda y el habitat, el ecodesarrollo. El foro de Gobiernos Regionales tendrá una continuidad mediante una organigrama organizativo básico.

LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL EN EL III FSM. La Alianza de ONGD europeas, Grupo Sur, de la que Hirugarren Mundua ta Bakea forma parte, organizó un taller bajo el título general Cooperación Internacional: el rol de los diferentes actores en el nuevo escenario internacional. Tuvo lugar el día 24 viernes con la asistencia de unas 45 organizaciones europeas y de América Latina. El documento puesto a debate y aprobado, contiene reflexiones sobre la acción política y la acción social, y de modo particular sobre una Cooperación alternativa (ver en recuadro extractos del texto)

¿DIÁLOGO ENTRE FOROS? Al escribir estas notas me informo que Lula ha hecho la propuesta de reunir a representantes de los dos foros, el de Porto Alegre y el de Davos. Sencillamente no tiene sentido.

Hay un primer problema práctico: el FSM del movimiento contra la globalización neoliberal no tiene representantes, no puede tenerlos cuando se trata de un espacio abierto, plural y de múltiples centros. Y si alguien pretende erigirse en su delegación será probablemente desautorizado.

Pero, ¿discutir sobre qué? ¿Con qué agenda? No visualizo al foro de Porto Alegre compartiendo mesa con las grandes corporaciones para hacer un repaso del mundo en que vivimos en clave de transformación. Los valores de Davos son -como dice Frei Betto-, el dólar, el euro y el yen. Los tres no dejan de tener contradicciones, pero juntos constituyen la escala de valores neoliberal globalizada.

Tal vez Lula pretenda ganar los corazones de banqueros, hombres de negocio y jefes de Estado parala causa de hambre cero a escala universal. Su voluntad es encomiable, pero parece que ha puesto la mirada en la dirección equivocada. Al Dios Mamón sólo le interesa las otras divinidades: el Mercado y el Capital.