Sergio Ferrari
Concluye en Túnez el Foro Social Mundial
más difícil de su existencia

(rebelion.org, 30 de marzo de 2015).

Arrancó en las calles capitalinas con una nutrida movilización ciudadana el martes 24 de marzo y concluyó el último sábado con otra manifestación. Esta vez en solidaridad con Palestina, menos concurrida que la del inicio y significativamente menos nutrida que la de clausura del Foro Social Mundial (FSM) 2013.

Con ausencia casi total de grandes actores de los dos foros tunecinos: la Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT), los Diplomados Desempleados e incluso las Mujeres Democráticas. Y con menos presencia de organizaciones internacionales de primer nivel como Vía Campesina. La presencia activa de la Marcha Mundial de Mujeres y de la red del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM), junto con algunos militantes de un puñado de sindicatos europeos fue la excepción.

La complejizada coyuntura política desde los hechos del Museo Bardo el 18 de marzo, aportan una clave de explicación. El país no termina de sacudirse del “shock” y las prioridades de movilización miran hacia adentro. Este domingo, miles de ciudadanos –incluida la UGTT- salieron a la calle convocados por del gobierno y por los principales partidos políticos tunecinos junto con varias decenas de invitados internacionales especiales para reforzar la débil unidad nacional bajo las banderas de la lucha condena al terrorismo.

Convergencia en la acción

Hasta un par de horas antes de la manifestación de clausura, el FSM protagonizó en la Universidad El Manar, lo que es su esencia: el debate, el intercambio y el consenso sobre una agenda común para las principales movilizaciones de la sociedad civil internacional.

Desde el jueves a la tarde, una treintena de Asambleas de Convergencia temáticas, buscaron sistematizar conclusiones. La del Clima, de cara a la Cumbre de París de las Naciones Unidas de diciembre próximo, agendó acciones y movilizaciones que se realizarán en los diversos continentes durante todo el año para concluir en la capital francesa en una especie de contra cumbre de los pueblos que incluirá acciones pacíficas de desobediencia ciudadana.

La del Agua y la Tierra, elaboró una Declaración detallada que reitera que “al agua, la tierra y las semillas son bienes públicos y no mercancías”, dándole continuidad a un proceso de reflexión que nació en el FSM de Dakar en 2011.

La propuesta de la asamblea de los Medios Libres, insiste en reforzar la información y la comunicación al servicio de los movimientos sociales.

En tanto, el Foro Parlamentario Mundial que se reunió el jueves 26 en la misma universidad y que funcionó como un espacio de convergencia de legisladores progresistas, emitió cinco mociones sobre temas de actualidad: la construcción de la paz; la migración; la deuda injusta; las multinacionales así como el ingreso mínimo ciudadano.

El futuro del FSM

Volvió a aparecer como tema transversal durante todo el FSM. Y centraliza la agenda del Consejo Internacional del foro en su reunión evaluativa de ayer domingo y hoy lunes. El futuro del FSM animó numerosos espacios de reflexión en Túnez y fue el tema central una de las asambleas de síntesis del sábado a la mañana, convocando a una buena centena de participantes.

Lo que está en juego no es solo el lugar de realización del próximo Foro Social Mundial. Sino también el momento de su realización; la metodología de funcionamiento; la presencia y visibilidad del mismo en el plano mediático internacional e incluso, el rol del actual Consejo Internacional que actúa como “instancia facilitadora” . En síntesis, todo el foro se abre al debate.

“El FSM es una nueva invención política. Expresa otra forma de concebir y hacer la política…Tiene apenas 15 años de existencia y los cambios exigen tiempo”, sintetizó el dirigente brasileño Chico Whitaker, uno de los co-fundadores y persona de referencia de este espacio altermundialista.

Whitaker no ahorró críticas, que dada su participación en esa instancia tienen el sentido de autocrítica: “el Consejo Internacional está totalmente perdido en cuanto a propuestas. Ya hace algún tiempo propusimos la eutanasia de este elefante blanco y buscar una nueva fórmula. Por ahora no lo logramos. Hubo gente que asumiendo la vieja forma de hacer política se integró a esta instancia creyendo que ahí había una cuota de poder a disputar. Pero no es así. El FSM no tiene una dirección. Debemos recrear métodos innovadores de coordinación y facilitación”.

El premio nobel alternativo 2006 reiteró dos propuestas para los próximos meses: volver a realizar el FSM en paralelo al Foro Económico de Davos, “para recuperar la visibilidad perdida. Para volver a existir internacionalmente”. Y convocar a un seminario de reflexión en 2016 en Porto Alegre, Brasil, “para conmemorar los 15 años de la existencia del Foro, demostrando que el proceso sigue y para reflexionar a fondo sobre su futuro. Retomando todas las nuevas ideas que circulan”.

Propuesta que, en la práctica, contradice la iniciativa impulsada por organizaciones canadienses de realizar la próxima edición a mediados de 2016 en Montreal. “Hoy no existe más un Norte y un Sur. Debemos globalizar las luchas. Canadá y sus movimientos sociales necesitan ser reforzados” subraya Rafael Canet, joven promotor del Colectivo de Comités pro FSM en Montreal en 2016. “Debemos superar el concepto tradicional de Norte-Sur. Hay movilizaciones y resistencias por igual en los dos hemisferios. Necesitamos innovación y energía para dinamizar este proceso. Buscar nuevas formas de relacionar el arte, la creatividad y el compromiso político. Integrando metodologías más abiertas para empujar hacia adelante al FSM”, subrayó.

El FSM abre puertas nuevas y cierras viejas ventanas conceptuales. No hay fórmulas ni recetas a la vista. Pero el cuestionamiento interno aparece como sinónimo de vitalidad. Concluyendo esta segunda edición tunecina. La más compleja de los diez foros centralizados realizados hasta ahora en los últimos tres lustros. Por interrogantes internos; por problemas logísticos de los organizadores locales –mayores que dos años atrás- y por la realidad política de Túnez. Nunca antes una edición del FSM estuvo tan amenazada como la actual.

Asamblea de los Movimientos Sociales

La Carta de Porto Alegre desestima que el Foro Social Mundial publique una declaración final aunque no impide que actores importantes divulguen sus propios pronunciamientos. Desde la primera edición, la Asamblea de los Movimientos Sociales ha elaborado su propia declaración. Dinámica repetida una vez más en Túnez 2015. Los puntos centrales expresan la continuidad de la lucha contra las trasnacionales y el sistema financiero, convocando para el próximo 18 de abril a una jornada de acción internacional contra los tratados de libre comercio. El compromiso por la justicia climática y la soberanía alimentaria, estableciendo el 2015 como año de la movilización por la justicia climática culminando con una gran movilización ciudadana en diciembre en París, Francia, al margen de la COP21. Además denuncia la violencia contra las mujeres, llamando a apoyar la 4ta Marcha Mundial de Mujeres que comenzó el 8 de marzo y concluirá en octubre del 2015. La Declaración expresa su compromiso por la paz, contra la guerra, el colonialismo, la ocupación y militarización de los territorios, exigiendo la reparación de los pueblos víctimas del colonialismo. Se pronuncia por la democratización de los medios de comunicación y la construcción de medios alternativos. Así como convoca a multiplicar la resistencia y la solidaridad. Llamando a una semana de acciones mundiales contra el sistema entre el 17 y el 25 de octubre próximos.

S. F.

La edición 2016 será en Montreal El Foro Social Mundial
se traslada al “norte geográfico”

(rebelion.org, 31 de marzo de 2015).

Futuro y presente. ¿Hacia dónde va su rumbo y cuánto ha avanzado en su pasaje por Túnez? Dos de las preguntas que surgen al concluir el Foro Social Mundial (FSM) en esta capital magrebí. Sin olvidar una tercera: el estado de salud de este espacio que reúne una parte significativa del movimiento altermundialista. Finalizado el FSM, el Consejo Internacional (CI), su instancia “facilitadora” ha develado parte de estos interrogantes. Otros, más estructurales y organizativos, son parte de las tareas y prioridades de los meses futuros. 

Los pasos futuros 

Desde el segundo semestre del año pasado, diversas organizaciones de la sociedad civil canadiense se asociaron con sus pares tunecinas para presentar un “paquete común” proponiendo que el próximo Foro Social Mundial se realice en 2016, por primera vez, en un país del norte: Canadá. 

En paralelo, no faltan los que recetan un electroshock rápido al FSM regresándolo para la próxima edición a América Latina, en particular a Brasil e incluso hablan de volver a la cuna, es decir Porto Alegre. Otros círculos altermundialistas sueñan a voz baja con un FSM en Grecia aprovechando del Gobierno de Syriza. 

Voces “nostálgicas” pero con perspectiva histórica sugieren que este evento debería realizarse, como en sus primeras ediciones, en la misma fecha y en paralelo al Foro Económico Mundial. Y así aumentar una visibilidad internacional que se ha ido debilitando, recordando que el Otro Mundo Posible debe encontrar su brújula en la diferencia antagónica de modelos con el cónclave de Davos. 

Con esta variedad de marcos de análisis, la decisión acaba de tomarse. Por primera vez en su historia de casi 15 años, el FSM se trasladará al “Norte geográfico” para realizarse Montreal, la principal ciudad del Quebec canadiense. Una decisión política arriesgada pero que puede integrar más activamente al proceso del FSM con experiencias participativas muy ricas, como los “occupy” norteamericanos, en cuyo seno hicieron sus experiencias políticas muchos de los jóvenes que asumirán la organización del evento de Quebec en 2016. 

Los pasos tunecinos 

El principal éxito de este FSM, fue su propia realización. A pesar del adverso y complejo clima meteorológico –llovió los cinco días- y político-militar, posterior al sangriento atentado del miércoles 18 de marzo en el Teatro Bardo, apenas 6 días antes de la inauguración del Foro. La multitudinaria movilización de apertura, menos colorida y exultante que la del 2013, fue la primera respuesta ciudadana “globalizada” contra ese atentado terrorista.

El segundo logro perceptible fue el aumento de la calidad de la reflexión. Si bien es prácticamente imposible sintetizar los resultados de más de mil actividades auto gestionadas, propuestas por casi 4 mil quinientas organizaciones del mundo entero, muchas de ellas aportan pistas interesantes. Casi 30 Asambleas temáticas de Convergencia temáticas permitieron profundizar las reflexiones en los dos últimos días del FSM sobre temas generales trascendentes y en espacios amplios. El lanzamiento de una campaña mundial que concluirá en diciembre en París en paralelo a la Cumbre de la tierra de las Naciones Unidas; la Declaración progresista en torno al “Agua y la Tierra” como bienes públicos de la humanidad; el documento final con cinco resoluciones concretas del Foro Parlamentario Mundial; son pasos sólidos. O bien las reflexiones sobre la necesidad de una Programa (Carta) Mundial común sobre derechos económicos y sociales para los desempleados. O bien el impacto de la política migratoria actual de la Unión Europea para los países del Sur. 

Así como los avances hacia un impuesto fiscal internacional; o las nuevas formas de ciudadanía planetaria –por ejemplo los Derechos de los Habitantes-, hicieron parte de esa paleta de reflexiones. 

Avances conceptuales que se confrontaron, sin embargo, con desajustes organizativos. No se pudo dar el salto adelante esperado en el funcionamiento del Foro 2015 con respecto al del 2013. Los organizadores lo fundamentan en el complicado momento coyuntural que vive Túnez. Los críticos lo observan como parte de problemas políticos que no se lograron destrabar oportunamente. 

Tampoco se logró avanzar en la reflexión sobre una nueva forma de Consejo Internacional, a los ojos de muchos, ya exhausto y poco representativo. La instancia facilitadora irá ajustándose a la misma marcha del FSM. Tal vez el proceso que se abra a mitad de año con su reunión en Porto Alegre, que podría realizarse a inicios de julio en Salvador de Bahía, puede introducir cambios para llegar a Montreal y vivir allí su verdadera metamorfosis. 

El estado de salud 

Existen preguntas de fondo que no son nuevas y que vienen desde su propia creación en el 2001. ¿Cómo hacer para que el FSM no se limite a ser una feria altermundialista y canalice acciones políticas concretas y propuestas alternativas? ¿Cuál es la relación entre este espacio anti-globalización y el poder político? ¿Qué ha aportado en concreto en estos 15 años el proceso forístico en marcha? ¿Puede escapar el FSM de las contradicciones intra-árabes que produjeron incluso tensiones evidentes entre argelinos y otras delegaciones del Magreb presentes en Túnez durante la última semana?

No todos estos interrogantes encontraron respuesta en la edición que acaba de concluir en Túnez. La búsqueda de alternativas sistémicas desde la sociedad civil es un proceso lento que no se puede limitar a tres o cuatro lustros. 

Sin embargo, no es a desestimar que muchos de los gobiernos abiertos, democráticos o progresistas de América Latina, embebieron sus concepciones políticas en el altermundialismo. Experiencias políticas innovadoras como Podemos o Siryza en Europa, también surgen de la misma cuna. Numerosas experiencias de empoderamiento ciudadano en distintos rincones del mundo y redes en consolidación como la Marcha Mundial de Mujeres; la Vía Campesina; por la Justicia Fiscal; contra la deuda; contra el calentamiento climático, etc. también apuntan al aporte de la reflexión altermundialista.

Y en ese proceso, la nueva edición de Túnez parece ya confirmar una realidad. El FSM sigue vivo y goza de buena salud. Y ni siquiera el terrible atentado en el Museo Bardo del 18 de marzo pasado ni los desajustes organizativos internos de esta edición logró herirlo o enfermarlo. Solamente, interpelarlo.