Rafael Arias Carrión
El fenómeno de la prensa gratuita
(Página Abierta, 162, septiembre de 2005)

En estos últimos cinco años se ha producido el nacimiento y desarrollo de una prensa de gran alcance desconocida en nuestro país: la prensa gratuita (1), un modelo de diario diferente de los de pago, que ha conseguido encontrar un hueco dentro del panorama periodístico español. Aquí nos limitaremos a describir este fenómeno, sin entrar en la valoración de contenidos ni de intenciones ideológico-políticas.
A día de hoy, parece indudable que la prensa gratuita no es un fenómeno accidental sino que se ha convertido en un medio altamente competitivo. Es hora de saber algo más de estos medios de masas, sus cauces de producción y distribución, proveniencia, modelos de información, tiradas y público al que van dirigidos, y los perjuicios y beneficios que pudieran ocasionar.

Citando una serie de pertinentes preguntas formuladas por Cecilia Ballesteros (2), vamos a tratar de responder a ellas: «El formato de Metro y 20 Minutos despierta numerosas cuestiones, a favor y en contra: ¿puede alguien estar informado leyendo noticias deliberadamente sencillas y breves, sin páginas de opinión?

¿Puede resumirse la complejidad del mundo en el que vivimos en pequeñas píldoras? ¿Cómo puede medirse la distribución de un diario que no se vende? ¿Es posible exigir calidad por algo que no se paga? ¿No debería considerarse positivo que aumente de forma tan espectacular el número de lectores de prensa escrita en la era de Internet?

¿No es bueno que Metro y 20 Minutos no sean prensa amarilla, como lo es The Sun, o delirante, como Newsof the World, sino que ofrezcan noticias sobre la zona en que viven los lectores y también internacionales, basándose en los despachos de agencias de prensa fiables?

Si la radio y la televisión privadas se financian en España a través de la publicidad, ¿por qué no puede hacerlo la prensa escrita? ¿Por qué nadie ha puesto en duda la calidad de The Village Voice, una de las revistas con más tradición de Nueva York, a pesar de ser gratuita?

¿Significa el éxito de la prensa gratuita el fin a largo plazo del modelo de los periódicos de calidad o, al contrario, esos jóvenes lectores se pasarán a los diarios tradicionales con el tiempo?».
Los orígenes
No vamos a profundizar en aquellos diarios gratuitos de información para un público concreto (periódicos universitarios) o para un colectivo social concreto (el gay, por ejemplo), distribuidos por correo (revistas de barrio) o de carácter provincial. Nuestro punto de inicio parte con la llegada a España, en el año 2000, de dos diarios de gran tirada, provenientes de holdings escandinavos. Son el diario  20 Minutos y el diario Metro.

El diario 20 Minutos llegó a España (comenzando a distribuirse sólo en Madrid) en 2000, con el nombre de Madrid y m@s y, un poco más tarde, a Barcelona como Barcelona y m@s, nombre que cambió al año siguiente por el que conocemos ahora, 20 Minutos, al ser adquirido por el grupo noruego Schilbsted (3). En el mes de mayo, el grupo Zeta adquirió el 20% de las acciones del diario. La tirada del grupo ronda los 800.000 ejemplares, lo que significa que, más o menos, el público potencial del diario es de algo más de dos millones de personas (según el último Estudio General de Medios, con respecto al primer trimestre de 2005), repartido entre un número de provincias en constante aumento (4). Actualmente su distribución abarca Madrid y Barcelona desde sus inicios, Zaragoza y Sevilla desde 2003, Valencia y Alicante desde 2004; en Málaga comenzó su andadura el pasado 13 de enero con una tirada de 50.000 ejemplares (cuando el diario de pago de mayor tirada no supera los 36.000); poco después era Granada, con 30.000 ejemplares, y desde el 5 de abril, Murcia, con 25.000 ejemplares diarios.

El diario Metro proviene del grupo sueco con sede en Londres Metro International. Tiene una presencia importante a escala mundial, con 53 ediciones en 17 países (5) y en 16 idiomas. En España está presente en Málaga, Barcelona, Madrid, Sevilla, Zaragoza, A Coruña, Santiago de Compostela, Vigo, Alicante, Valencia, Ciudad Real, Toledo, Albacete, Guadalajara, Cuenca, Puertollano, Talavera de la Reina y Elche. Se ha convertido en el tercer diario más leído, con 1,7 millones de lectores (según el último Estudio General de Medios, con respecto al primer trimestre de 2005), una tirada de más de 5 millones de ejemplares a escala mundial, y unos beneficios en España de 5,74 millones de euros durante el primer trimestre del año.

Tenemos que avanzar hasta este año, 2005, para ver cómo el consolidado éxito de estos dos periódicos implica a corporaciones españolas inmersas en el nacimiento de otros dos periódicos de carácter nacional, uno matutino y el otro vespertino.

El diario matutino Qué! nació el pasado 18 de enero con una tirada inicial de más de un millón de ejemplares y una campaña publicitaria enorme, para una distribución inicial en 9 ciudades (A Coruña, Oviedo, Gijón, Bilbao, Zaragoza, Valencia, Palma de Mallorca, Sevilla y Madrid), a través de 6.000 puntos de entrega, casi un tercio de ellos sólo en Madrid (quioscos, hospitales, hoteles, grandes empresas, cafeterías, universidades). La propiedad del diario es del grupo Recoletos (propietario también, entre otros, del diario deportivo Marca y del periódico de economía Expansión), que hace poco ha vendido al grupo Godó el 30% de las acciones. Hay que señalar, además, que es el primer diario que aparece en provincias en donde no existían ni 20 Minutos ni Metro.

Recientemente, ha aparecido un cuarto diario gratuito, con una diferencia con los anteriores: no es matutino sino vespertino. Hablamos del diario Ahora, que comenzó su distribución en Madrid el pasado mes de abril con más de 200.000 ejemplares, a la espera de ampliar su cobertura (Valencia, Andalucía, A Coruña) hasta llegar al millón de ejemplares. Es un diario financiado por varios grupos, entre los que destaca la Asociación Cultural Hispano Mexicana de Castilnovo, con el 35% de las acciones. El director del periódico es Joaquín Vila, primer director de La Razón. El proyecto de Ahora se separa ligeramente de los anteriores. Su carácter gratuito pudiera ser sólo provisional (ha comenzado a publicitarse su suscripción mensual, con un costo de 8,20 euros), y pudiera acabar vendiéndose en quioscos a un precio reducido (entre 30 y 50 céntimos). Pero, por el momento, es un diario gratuito.

Tanto Qué! como Ahora presentan diferencias cualitativas con respecto a Metro y 20 Minutos en el tratamiento de la información. Mientras en los segundos prima la noticia encapsulada, el tratamiento informativo de Qué! y Ahora rehúye cuando puede esta tónica y busca contenidos más amplios.

Destinado a los emigrantes latinoamericanos, nació el pasado 22 de abril el semanario vespertino Latino, que se distribuye en Madrid con una tirada de 80.000 ejemplares. Es un apunte sobre el impulso de la prensa gratuita con tiradas enormes destinadas a un público concreto, un público del que también se nutren los diarios antes mencionados.
Cauces de financiación y equipos de redacción
Sin lugar a dudas, la pregunta obligada después de ver cómo un diario gratuito tiene una tirada mayor que uno de pago es: ¿cómo lo consiguen?, ¿cuál es la receta mágica?

La forma de trabajo de Metro y de 20 Minutos no se separa mucho de la de Qué! y Ahora. En los cuatro, el cauce de financiación es la publicidad (6), aunque hay que tener en cuenta que los cuatro diarios provienen de grandes empresas y que en muchos casos el beneficio a corto plazo no se vislumbra.

El número de páginas de estos periódicos (de 24 a 40) se encuentra salpicado de páginas de publicidad (a veces hasta el 50%), que llegan a formar la propia portada y contraportada del periódico, tal como ha sucedido en alguna ocasión con el diario 20 Minutos y Metro. Se basa, además, en unos costos laborales de edición muy bajos (7), con un equipo de trabajo mínimo en los cuatro, aunque sustancialmente menores en el caso de 20 Minutos y Metro, nutridos de redacciones pequeñas, y cuyo cauce informativo proviene, sobre todo, de las agencias de prensa, aunque se vislumbra que en un futuro tengan mucha mayor presencia las noticias generadas por los lectores (algo habitual en las web de estos diarios). Las redacciones de los otros dos diarios son sustancialmente pequeñas para la información que procesan. En el caso de Ahora, además, busca asemejarse más a la forma de los periódicos de pago en cuanto a contenidos, con mayor número de artículos de opinión, editoriales, etc., es decir, con una línea editorial cercana a la oposición y contraria en muchos casos al grupo más cercano al Gobierno, el grupo Prisa.
El público al que se dirige
Cuando comienzan a distribuirse en Madrid y Barcelona, los diarios 20 Minutos y Metro se plantean la pregunta de a qué público va a ir preferentemente destinada la lectura de estos diarios y se enfrentan a una cierta reacción de oposición por parte de los medios de prensa de pago y de los vendedores correspondientes. La alarma, con polémica incluida, proviene de los diarios de pago, que ven como una gran amenaza la llegada de este tipo de prensa, la cual, afirmaban,  haría descender el número de lectores de los grandes diarios y eliminaría al público de pago.

En relación con el público al que se dirige el modelo de prensa gratuita, hemos venido indicando, en primer lugar, que estas publicaciones son “diarios”, aunque en verdad no es así puesto que salen de lunes a viernes, y no los sábados y domingos. Este hecho, además de los lugares donde mayoritariamente se distribuyen, los puntos neurálgicos del transporte público y los lugares de tránsito y comercio de masas, nos dan una pista de a qué público están destinados: gente trabajadora y estudiantes que diariamente no compran la prensa o que lo hacen sólo los fines de semana.

Este público, en su mayor parte, viene a formar un abanico de edad entre los 20 y los 35 años, de ambos sexos, gente que se informa de la actualidad por otros cauces (radio, televisión, y en menor medida Internet) y a la que la lectura de estos diarios, cuyo formato es a base de titulares y noticias escuetas, no les supone más tiempo del empleado en el viaje hasta su lugar de trabajo.

Por otra parte, como ya se ha dicho más arriba, surgieron las reticencias y los intentos por parte de los medios de prensa de pago y de los lugares de venta por boicotear la distribución de la prensa gratuita. Intentos como no permitir que se repartiera cerca de los quioscos o que, como ocurrió en Madrid, no pudiera haber vendedores en las bocas del metro, han caído, por fortuna, en saco roto.

La defensa, en sus inicios, de los directores de 20 Minutos y Metro fue la de que ellos buscaban cubrir un hueco con una prensa no “partidista”, y no quitar lectores a los diarios de pago. Argumentaban que su tipo individual de público potencial era un no lector de diarios que podía acostumbrarse con la lectura de los gratuitos a leer diarios de pago. Precisamente, el abanico de edad indicado (20 a 35 años) es el de un público que posiblemente no pueda permitirse la compra diaria de un periódico. Además, un público muy numeroso dentro y fuera de este arco temporal son los inmigrantes, para los que la prensa gratuita puede ser un elemento fuerte de socialización, pues sirve como forma de aprendizaje de usos y maneras de un lenguaje.

Curiosamente, el tiempo, al parecer, ha dado la razón a las afirmaciones de los directores de 20 Minutos y Metro. En el citado Estudio General de Medios correspondiente al primer trimestre de este año, se indica que hay un alza de 228.000 personas en la prensa diaria de pago. Ya no se ve la prensa gratuita como un potencial enemigo de la prensa de pago. Han encontrado su público y ambas formas de prensa se complementan.
Asociaciones de prensa gratuita
El impacto que hemos señalado de la prensa gratuita y todos los problemas y reticencias han sido recogidos en las asociaciones de prensa gratuita. Su función es la de dignificar un modelo de prensa que se ha considerado, y se sigue considerando, de segunda, siempre por debajo de la prensa de pago.

En la actualidad, hay dos grandes asociaciones de prensa gratuita en España. La primera en nacer fue la Associació Catalana de la Premsa Gratuíta (ACPG), que lo hizo en 1997, con un censo de 39 publicaciones gratuitas distribuidas en Cataluña, antes del impacto de este modelo de prensa, pero vinculado a otras formas de prensa gratuita no reseñadas aquí. En 2001 nació la segunda, la Asociación de Prensa Gratuita (AEPG), que acoge y representa a todas las editoriales y publicaciones de prensa gratuita encuadradas y definidas en los controles OJD como publicaciones de reparto y distribución gratuita. En la actualidad, la AEPG cuenta entre sus asociados con las principales editoriales de prensa gratuita del país, un censo de 358 publicaciones con una tirada de 12.367.698 ejemplares.

En este recorrido sobre la prensa gratuita hemos podido desgranar uno de los cambios más bruscos existentes en la forma de concebir la prensa. Desde el diseño hasta la llegada del periódico a manos del lector, la prensa gratuita difiere en muchos puntos de la prensa de pago. Lo cierto es que, ahora, la prensa de pago tiene que convivir con la prensa gratuita a gran escala.
______________

(1) Según los estatutos de la Asociación de Prensa Gratuita de España, en su artículo 2.2, la definición de prensa gratuita española es: «... tienen el carácter de prensa gratuita aquellas publicaciones que se distribuyen gratuitamente y no representan ninguna contraprestación económica por parte de los lectores, que dispongan de un control de distribución o audiencia, que se editen en el territorio español, que incluyan información general y que estén formadas por un contenido redactado de elaboración propia de al menos un 25%». Quedaría, por tanto, excluidos los boletines municipales, publicaciones de asociaciones, revistas o publicaciones de grandes superficies, establecimientos, etc.

(2) ¿Quién teme a la prensa gratuita?, en la página web de la asociación de la Prensa de Madrid (12 de enero de 2005).

(3) Propietaria de periódicos de pago como el Aftenpasten, distribuido en Noruega, y con numerosa presencia en canales de televisión, producción cinematográfica, gestión de derechos cinematográficos y servicios para móviles.

(4) Más o menos, un diario de carácter gratuito pasa por tres manos, de ahí las cifras.

(5) Francia, España, Italia, Holanda, Grecia, Portugal, Suecia, Dinamarca, Finlandia, República Checa, Hungría, Polonia, EE UU, Canadá, Chile, China y Corea del Sur.

(6) Esta característica de la financiación nos es ya tan diferente de la que tiene la prensa de pago, cuyo porcentaje de financiación por publicidad puede alcanzar el 70%. 

(7) Otro aspecto de la reducción de costes puede ser la distribución, asunto del que no disponemos de datos suficientes.