El País, 23 de mayo de 2021.
La izquierda debería volver a la fórmula política que mejor ha funcionado en la historia: la comprometida con la democracia parlamentaria y el mercado libre complementado con un Esta d o d e bienestar.
Los análisis que circulan sobre la abrumadora derrota de la izquierda en Madrid tienden a ser coyunturales, relacionándola con la pandemia, errores de la campaña, mala elección o deslices de los candidatos. Pero hay un argumento repetido que creo más revelador: un reproche a los votantes, a los que se acusa de carecer de la racionalidad esperable en ellos, de traicionar o desconoce sus verdaderos intereses. Lo que no pueden comprender (Monedero dixit) es que el pueblo haya regalado el poder a sus enemigos, a los que viven de él, a los que le oprimen, a sus “señoritos” ¿No será que, en vez de ser tontos o traidores los votantes, los esquemas explicativos de la izquierda son inadecuados?