oxfamintermon.org, Febrero de 2019.
La crisis y posterior recuperación económica nos ha dejado un país más desigual, donde los que más ganan cada vez se quedan con una porción mayor de la riqueza generada en el país y los que menos obtienen una parte cada vez menor. Si en 2004 al 20% de la población con menores ingresos le llegaba el 7,3% del total de la renta nacional, en 2017 sólo recibe el 6,1%. Mientras tanto, el 20% con mayores ingresos pasó de obtener el 38,3% del total de la renta nacional en 2004 al 40,2% en 2017.
A este incremento de la desigualdad de renta ha contribuido la actuación de muchas grandes empresas durante la crisis y recuperación, al enfocarse en ganar competitividad manteniendo sus márgenes de beneficios a costa de un fuerte ajuste en salarios y una menor contribución fiscal. Así se refleja en el hecho que entre 2008 y 2017 los beneficios empresariales han crecido un 11,3%, mientras que los salarios han bajado un 4,2%. Esto contrasta con la subida del 16% en los dividendos que estas mismas empresas han pagado a sus accionistas en el mismo período. Un síntoma claro de que las empresas ponen cuidado en atender generosamente el interés de los inversores, aunque no tanto el de las personas trabajadoras.