Sebastià Sala López
Guía para un futuro político
Eugenio del Río, De la indignación de ayer a la de hoy. Transformaciones ideológicas en la izquierda alternativa en el último medio siglo en Europa occidental, Talasa Ediciones, Madrid, 2012, 279 págs.
(Mientras Tanto, 25/12/2013).

En 1999, en el transcurso de una reunión de activistas y académicos en Amherst (Massachusetts, Estados Unidos), uno de los asistentes fue tachado de “demasiado lógico”, en el bien entendido de que no se le criticaba por hacer un uso inadecuado de la lógica sino, más bien, de hacer un uso excesivo de ella. Se le acusó, en suma, de presentar demasiadas evidencias, hipótesis y argumentos, y muy pocas descripciones emotivas, lo cual se consideraba como manifiestamente imperdonable. Esta es una de las tantas anécdotas que podemos encontrar en el libro de Eugenio del Río De la indignación de ayer a la de hoy. Transformaciones ideológicas en la izquierda alternativa en el último siglo en Europa occidental, editado por Talasa. La cita pone de relieve el antirracionalismo como una de las grandes cuestiones que a juicio del autor el pensamiento de izquierdas, entendido como una gran argamasa ideológica, debe afrontar y repensar seriamente si quiere hacer frente con éxito a los retos que la crisis del modelo político actual impone a una gran mayoría ciudadana.

Concebido como un itinerario, o guía de consulta, para la reflexión crítica, el libro hace un exhaustivo análisis de lo que hoy entendemos por izquierdas alternativas, lo que no es una tarea fácil si atendemos a todas las transformaciones e hibridaciones que desde sus orígenes —que el autor sitúa allá por 1889, con la fundación de la Segunda Internacional Socialista— la Izquierda ha sufrido a lo largo de la historia en Europa occidental. No obstante, su interés se centra en el subgrupo de izquierdas radicales o revolucionarias —de las que él mismo formó parte durante muchos años como miembro del Movimiento Comunista de España— que más tarde se disgregarían para formar el gran mosaico de organizaciones y movimientos políticos y sociales contestatarios de la actualidad. Del Río desglosa muy bien cómo se llega, de los grandes partidos socialdemócratas de principios del siglo XX, al movimiento antiglobalización —y todos sus correlatos— de la primera década del siglo actual. La nueva izquierda o izquierda moderna, de la que surgen los principales partidos políticos de izquierda actuales, aparece en los años cincuenta tras un período de guerras y revoluciones de gran magnitud, ocurridas en el continente europeo tras el estallido de la Primera Guerra Mundial; pero se desarrollará y acabará configurando durante las tres décadas posteriores por influencia de acontecimientos tan importantes como la Revolución cubana, la guerra de independencia de Argelia, la Revolución Cultural china o la guerra de Vietnam. Las referencias históricas se mezclan con el minucioso examen del sustrato ideológico que ha ido pergeñando el pensamiento de la izquierda radical hasta nuestros días; la influencia de revistas como Partisans o The New Left Review, así como la “pasión revolucionaria” alentada por los episodios históricos más relevantes en cada momento de este período —que abarca casi cincuenta años—, son tratados con especial atención.

El autor considera el marxismo como el epicentro de todo ese magma ideológico que surge de la experiencia histórica y de las pasiones renovadas de una sociedad atravesada también por ideales románticos que tan bien encarnan los nacionalismos actuales. En la primera parte del libro, se ocupa de analizar en profundidad la influencia del marxismo y su —como bien conviene en llamar— “fuerza y debilidad”; revela sus principales aciertos, contradicciones y paradojas, pero recalca sobre todo las mutaciones que ha sufrido en el transcurso de los años, muchas de las cuales nutren el imaginario actual de las autoproclamadas vanguardias de la izquierda revolucionaria. Cuestiones como el uso de la violencia o el desprecio que éstas muestran por la ciencia, lo occidental o la verdad son puestas sobre el tapete y miniaturizadas hasta dejarlas en evidencia. Tres apéndices (sobre el 15M, la generación antifranquista y las aportaciones de la Revolución Cultural china) completan su excelente trabajo.

El libro de Eugenio Del Río es riguroso, generoso y de buena factura; su lectura es amena y su prosa clara y entendible para cualquiera que se lo proponga. Además, cuenta con valiosísimos cuadros, esquemas y resúmenes que ayudan a visualizar con facilidad y rapidez de dónde viene y por dónde ha discurrido esa cosa que llamamos “Izquierda”. La única observación que se me ocurre hacer es que a veces cuesta un poco definir con exactitud el alcance del concepto de “Izquierda alternativa”, si bien ello no dificulta para nada la comprensión global de la obra y el lector acaba por situarlo de forma bastante intuitiva (pero es un detalle que desde una perspectiva logicista puede llegar a fastidiar a más de uno).

De la indignación de ayer a la de hoy es un manual, una guía, un recurso indispensable para poderse orientar con claridad en medio de la densa niebla que cubre el horizonte de la Izquierda en estos momentos de confusión generalizada. Por su alegato a favor de la ciencia, de la verdad, de “lo occidental” —entendido esto como la encarnación de la modernidad democrática que ha posibilitado los mayores avances para el conjunto de la humanidad— es una obra de orfebrería analítica que no permite ningún juicio emocional: se lee, se entiende y se asimila. El libro llama a la honestidad política, pero también a la humana; llama a la humildad y a la ponderación en el juicio; no concibe revoluciones donde “no hay asideros empíricos que la posibiliten”. En definitiva, propugna una suerte de ciencia comunista que sea capaz de recuperar aquel “método científico” que la llevó a protagonizar, en el pasado, las más grandes conquistas logradas en beneficio de millones de hombres y mujeres en todo el mundo. Una ciencia que nos sirva, al fin y al cabo, para poder hacer frente, de la forma más segura y predecible, al incierto futuro que se nos cierne.