Suicidio

12481

(El País, 6 de abril de 2019).

 

Creo escuchar en Espejo público esta contundente expresión de un hombre que aparenta cierta entereza, aunque debe de sentirse devastado: “Las campañas electorales me la traen al pairo”. Ha pasado una noche en un calabozo y le puede caer pena de cárcel. Porque ayudó a su mujer a suicidarse. La esclerosis múltiple se había ensañado con ella, la morfina ya no suponía un alivio, anhelaba morir, le pidió ayuda a su marido y grabó ante una cámara su deseo, imagino que para evitar que la ley le masacrara. Y me conmuevo. También me entra una mala hostia sanguinaria contra los que creen que solo Dios puede acabar con la existencia de esos enfermos que suplican que los ayuden a largarse al otro barrio.

Leer más…

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies