infolibre.es, 04 de septiembre de 2018
Parece que fue ayer cuando Ciudadanos se definía como partido de centro-izquierda.
Rivera saltaba a la liga nacional con perfil de moderado llamado a modernizar el país
con nuevas políticas y su eslogan de campaña vendía “el cambio sensato”. Qué rápido
han pasado estos cinco años. En política, como en la vida, es importante envejecer bien,
sin perder la sonrisa.
Hoy, cada vez más, Ciudadanos es percibido socialmente como un partido de derechas
nacionalista, que se ha plegado a las estrategias del PP en el parlamento y que, envuelto
en banderas, compite en radicalidad con sus elementos más reaccionarios. Ambos tratan
de azuzar el miedo a la inmigración para cabalgar ese españolismo que se hace fuerte
frente al inmigrante y al soberanismo catalán, pero no frente a los poderes globales
que tutelan nuestra economía.