Septiembre de 2020.
Aunque a nivel epidemiológico la COVID no hace distinción entre ricos y
pobres, esta crisis ha puesto de manifiesto las fuertes desigualdades
preexistentes en la sociedad española, profundizándolas y ahondando en sus
efectos. La precaria situación fiscal e impositiva que arrastra España limita sus
capacidades para hacer frente a las consecuencias de la “parada” económica,
primero, y a las necesarias políticas de recuperación y de estímulo, después.
A corto plazo, es necesario tomar medidas extraordinarias que permitan
paliar la caída de ingresos tributarios, y hacer un buen uso de los recursos
públicos. En el medio plazo, una vez recuperado el normal funcionamiento de
la economía, resultará necesario poner en marcha medidas fiscales e
impositivas que ayuden a costear las necesarias políticas de estímulo a la
actividad económica y amortiguar el impacto social, a la vez que nos
permitan resolver las persistentes deficiencias del sistema tributario español.