22 de mayo de 2025.
Dividiré mi exposición en cuatro apartados. Primero, enunciaré la tesis de que hoy asistiríamos a un riesgo extremo de desaparición del imperativo de universalismo jurídico, que es el núcleo del proyecto de ese orden civilizatorio puesto en pie a lo largo de casi un siglo, el transcurrido desde la Carta de San Francisco (1945) hasta hoy. Después, recordaré algunos argumentos que impugnan la pretensión de una concepción universalista de los derechos humanos, tomados en su sentido fuerte, es decir, no sólo como principios de moral crítica, ni aun de ética pública, sino como concreción positiva, vinculante, de las exigencias de justicia.