El País, 18 de junio de 2025.
Cuatro especialistas coinciden en la gravedad extra del caso de Cerdán y Ábalos por cuestionar a quien se presentó como un líder llamado a hacer limpieza tras el PP.
Serio, casi solemne, Pedro Sánchez endurece la voz y mira fijamente a su adversario. “El presidente del Gobierno, señor Rajoy, tiene que ser una persona decente, y usted no lo es”, le suelta mientras señala con el índice al jefe del Ejecutivo, que echa su cuerpo hacia atrás como si hubiera acusado físicamente el golpe. Hace cerca de diez años desde aquel cara a cara, unos días antes de las generales de diciembre de 2015, pero muchos recuerdan aún aquellas palabras de Sánchez, que le afeó a Mariano Rajoy su apoyo al tesorero corrupto Luis Bárcenas. Aún le quedaban tres años y medio para llegar a La Moncloa, pero Sánchez empezaba a hilvanar lo que la experta en comunicación y estrategia política Daniela S. Valencia llama “su relato fundacional”, es decir, aquella narración “que da sentido original y coherencia a la trayectoria de un líder”.